Lectores!
Hoy acaba 2014, un año en el que hemos disfrutado de montones de libros llenos de historias con las que reír, llorar, viajar, fantasear o simplemente aliviar los rigores de la rutina.
Desde este pequeño rincón literario queremos desearos una feliz salida de año y un mejor empiece del próximo, en el que esperamos encontraros al otro lado, como siempre, dispuestos a disfrutar de nuevas aventuras en las que sumergirnos, sobre las que debatir o con las que encontrar el regalo perfecto para esa persona especial.
Nos vemos en 2015. Salud, felicidad y muchos muchos libros
Un saludo de todos los que hacemos Al fondo a la derecha
miércoles, 31 de diciembre de 2014
viernes, 12 de diciembre de 2014
Mr. Mercedes
Mr. Mercedes, Stephen King, Plaza y Janés, 2014
Escribir
una entrada sobre uno de los grandes autores de la literatura contemporánea no
es fácil, pero vamos a intentar estar a la altura, mínimamente.
Desde
hace algún tiempo King es un autor al que sigo los pasos, del que leo y al que
leo en lo que publica y que empieza a engancharme, lo confieso abiertamente.
Mr. Mercedes es la última novela que ha llegado a
España. Según él mismo cuenta nació como un relato corto, hasta que fue
consciente de que la historia se le había ido de las manos y pasó a formar
parte de lo que será una trilogía que iremos descubriendo en los próximos meses
(se espera para junio la publicación en inglés de la segunda parte, Finders keepers)
Después
de un tiempo oculto en la comodidad del anonimato, el asesino del Mercedes
decide ponerse en contacto con Bill Hodges, un poli retirado, al borde del
suicidio, hastiado y consumidor compulsivo de telebasura que pica el anzuelo y
decide reabrir extraoficialmente uno de los casos que dejó pendientes y que se
ha convertido en una de sus grandes obsesiones. Brady Hartsfield se confiesa
autor de la matanza del Centro Cívico donde murieron 8 inocentes y 15 más
resultaron heridos. Brady reclama su reconocimiento, la fama de su gran obra y
la muerte de todos los que rodearon el caso.
Ésta
es una de las pocas veces en las que el autor decide alejarse un poco del
género del terror, adentrarse en el relato policíaco (con guiños a It y toques gores…) y analizar la
dicotomía entre el Bien y el Mal con el pretexto de un asesino obsesivo y
demente. King nos presenta a un joven de 28 años que pese a su inestabilidad
razona con lógica, juega al engaño con diferentes voces a partir de un perfil
manipulador, que mantiene una extraña relación con su madre y al que le
advertimos una vena perversa que roza la enfermedad. El autor pretende rebuscar
en la emociones del lector, y como tal la angustia y la tensión las tenemos
garantizadas, porque Brady asegura no querer repetir la masacre, pero… ¿estará
esta vez diciendo(se) la verdad?.
Jerome,
Olivia, Debbie y Hodges son los dignos títeres de su juego, pero aún está por
ver quién ganará la partida, porque si Brady encarna el Mal, los buenos son muy
Buenos y la inteligencia casi siempre marca la diferencia.
Me
gusta este King “suave”, que dentro de sus marcadas características se
reinventa e innova, prueba con las diferentes aristas que ofrece su literatura.
Y como deja un final abierto abiertísimo pues… esperaremos con ansia la llegada
de la siguiente.
Leedlo
porque es difícil que os decepcione. Un regalazo con el que acertáis, os lo
aseguro
Mr. Mercedes me parece el libro perfecto para
despedirme de este 2014 de amor y libros. Nos vemos en 2015, mientras tanto no
dejéis de leer!
Virginia
miércoles, 26 de noviembre de 2014
La tierra de las mujeres
La tierra de las mujeres,
Sandra Barneda, Suma de Letras, 2014
La
nueva novela de Sandra Barneda llega para continuar la tetralogía en torno a
los cuatro elementos clásicos griegos (Aire, Tierra, Agua y Fuego) que comenzó
con Reír al viento.
Gala
Malborough viaja con sus dos hijas, Kate y Adele, a un pequeño pueblo del
Ampurdán para cobrar la misteriosa herencia de la desconocida tía abuela Amelia
y volver, después, para seguir con sus impostadas vidas en Nueva York. Esta
decisión desencadenará todo un conjunto de pequeñas casualidades que
descubrirán mentiras, secretos familiares, dolor… Nada volverá a ser lo mismo
después de pisar aquel lugar perdido del mundo y sin cobertura.
Sin
duda gran parte del peso de la novela recae en el dibujo de los personajes,
bien diferenciados y pulidos en su caracterización. El ausente Román, la
desaparecida Amelia Xatart, Gala y sus hijas, el pluscuamperfecto, Julianne,
las abuelas de La Muga, Amat, Marc, Joana… Todo un entramado en el que unos se complementan a otros como
acompañantes, descubridores, amantes, amigos… Las ocho abuelas, y sus apodos,
forman un círculo mágico que representa todo un abanico de personalidades y
roles que ayuda a estabilizar su unión, que en comunión con la tierra es fuente
de sabiduría y experiencia.
Es
una novela llena de reflexiones sobre el ciclo de la vida, la vuelta a los
orígenes, la herencia que nuestros antepasados imprimen a nuestro carácter, la
conexión mística con la tierra que pisaron y que quizá el destino nos permita
conocer a los siguientes… (y aquí… lean el poema de Ángel González al
respecto).
Lo
definiría como un libro tierno con toques espirituales, un cuento mágico
salpicado de pensamientos en voz alta, una defensa cerrada del feminismo y su
energía como sostén de la tierra y los pueblos.
A
veces necesitamos un golpe de realidad, un cambio de rumbo para dejarnos ir en
un viaje sanador al encuentro del amor (en cualquiera de sus formas), que sin
duda es el motor del alma. Viajes que cambian tu vida, o al menos, remueven los
cimientos de la aparente estabilidad rutinaria y que te levantan los pies del
suelo para ponerte frente a la felicidad por arriesgado que parezca y aunque
atenacen el miedo y las dudas.
Un
libro lleno de frases que subrayar y sobre las que reflexionar. Un libro, como
dirían Amelia o Nalda, “que necessites temps per a pair-lo, entendre´l i
sentir-lo”.
No
os dejéis llevar por los prejuicios y leed a Sandra Barneda, pasaréis muy
buenos ratos y quizá os replanteéis salir en busca del amor allá donde esté.
Yo
mientras espero al Agua.
Muy
recomendable
Vir
martes, 18 de noviembre de 2014
Deja escapar a los lobos
Carol Rifka Brunt, Maeva, 2014.
"Es una novela lacrimógena", me dijeron cuando me la recomendaron. Y no les falta razón. June tiene 14 años cuando muere su tío Finn. El dolor es desgarrador, porque Finn era su maestro, su mejor amigo, el único que la comprendía. El distanciamiento con su hermana y el absorbente trabajo de sus padres obliga a June a pasar el duelo sola. Pero aparece Toby, el novio de Finn, del que June no sabía nada. June establece con Toby una relación secreta que oscila entre los celos y el descubrimiento, la vergüenza y el cariño. Pero todo es endeble y sabemos que se torcerá...
Dos cosas me han gustado de la novela: la facilidad para empatizar con June y el tratamiento realista de la marginación y el temor que rodeaba a los enfermos de SIDA en los años 80, cuando aún no se sabía demasiado de la enfermedad. No he leído nada que hablase de este tema y me ha parecido muy interesante el sufrimiento de los que lo rodean, que quieren cuidar de sus seres queridos pero temen continuamente el contagio.
A la vez, algo me ha rondado la cabeza durante toda la lectura: en mi opinión, es un libro para adolescentes. No porque June lo sea, ni por lo magnificadas que se viven las cosas a esa edad (y así nos lo cuente la narradora, que para eso es la protagonista) sino porque las pistas que nos conducen hacia algunas tramas secundarias (la relación con su hermana, con el compañero del colegio, o la insistencia en el cuestionamiento de la propia valía) son, quizá, demasiado evidentes. ¿Cambia algo el hecho de que fuera para adolescentes? Porque entonces el tema - la enfermedad, la muerte, la ausencia - me parecería valiente. Aún no he encontrado respuesta satisfactoria.
El libro es fácil de leer, y creo que probablemente igual de fácil de olvidar. Pero es entretenido y uno disfruta la lectura. A vuestro criterio lo dejo.
"Es una novela lacrimógena", me dijeron cuando me la recomendaron. Y no les falta razón. June tiene 14 años cuando muere su tío Finn. El dolor es desgarrador, porque Finn era su maestro, su mejor amigo, el único que la comprendía. El distanciamiento con su hermana y el absorbente trabajo de sus padres obliga a June a pasar el duelo sola. Pero aparece Toby, el novio de Finn, del que June no sabía nada. June establece con Toby una relación secreta que oscila entre los celos y el descubrimiento, la vergüenza y el cariño. Pero todo es endeble y sabemos que se torcerá...
Dos cosas me han gustado de la novela: la facilidad para empatizar con June y el tratamiento realista de la marginación y el temor que rodeaba a los enfermos de SIDA en los años 80, cuando aún no se sabía demasiado de la enfermedad. No he leído nada que hablase de este tema y me ha parecido muy interesante el sufrimiento de los que lo rodean, que quieren cuidar de sus seres queridos pero temen continuamente el contagio.
A la vez, algo me ha rondado la cabeza durante toda la lectura: en mi opinión, es un libro para adolescentes. No porque June lo sea, ni por lo magnificadas que se viven las cosas a esa edad (y así nos lo cuente la narradora, que para eso es la protagonista) sino porque las pistas que nos conducen hacia algunas tramas secundarias (la relación con su hermana, con el compañero del colegio, o la insistencia en el cuestionamiento de la propia valía) son, quizá, demasiado evidentes. ¿Cambia algo el hecho de que fuera para adolescentes? Porque entonces el tema - la enfermedad, la muerte, la ausencia - me parecería valiente. Aún no he encontrado respuesta satisfactoria.
El libro es fácil de leer, y creo que probablemente igual de fácil de olvidar. Pero es entretenido y uno disfruta la lectura. A vuestro criterio lo dejo.
miércoles, 12 de noviembre de 2014
Sesenta kilos
Sesenta kilos, Ramón Palomar,
Grijalbo, 2013
Una, que ya va afinando el gusto y las
preferencias, oye hablar de una novela de narcos y bajos ambientes y se le
hacen los ojos chiribitas. Pero hemos leído algo, y el listón ya tiene su altura…
El Nene y el Charli son dos "correveydiles" del trapicheo a las órdenes de Frigorías, pero quieren jugar en
la primera división del negocio y hartos de comerse la peor parte del pastel
deciden despistar sesenta kilos de farla pura al bueno del magnate y dedicarse
al bon vivant al sol de cualquier paraíso.
Pero si ese mundo es traicionero
también tiene una parte de corporativismo y colaboración que tapa, encubre y
manipula. Y lo que parece una idea buenísima al amparo de la noche y unos tiros
de coca, se complica y mucho con la luz del día, las armas, los ajustes de
cuentas, asesinos a sueldo y amigos dispuestos a cobrarse cada favor. Y las
mujeres, no olvidemos a las mujeres de los malotes, su verdadera perdición
(toque machista al canto)
El tema y el planteamiento pintaban
bien, pero el tono general tiene un punto de “chapuza” que me disgusta. No
siempre el humor y la caspa son graciosos ni funcionan para aliviar la crudeza
de un relato. Muy Torrente todo.
Si queréis contener el aliento con el
tráfico de drogas, la prostitución y el hampa en general leed a maestros como
A. Salas o Pérez Reverte.
Flojea tanto que lo he terminado a
regañadientes
Yo creo que podréis pasar sin leerla,
lo siento
Seguimos
Virginia
lunes, 27 de octubre de 2014
Nos vemos allá arriba
Nos vemos allá arriba, Pierre Lemaitre, Salamandra, 2014
En
el año del centenario de la Primera Guerra Mundial nos encontramos con esta
maravillosa novela, ganadora del Premio Goncourt en el 2013, que tiene
sorprendida a media Francia con más de medio millón de ejemplares vendidos.
Después
de haberla disfrutado os puedo asegurar que todo este éxito no es gratuito. Una
novela bonita, de las de regusto al final, conmovedora, cómoda en sus líneas y
tierna en lo más profundo de la historia.
Pocos
días antes de la firma del armisticio que pondría fin al choque, con las
fuerzas y la moral más que diezmadas, el teniente d´Aulnay-Pradelle decide
levantar a sus tropas hacia un último ataque, una operación tan inconsciente
como gratificante para sus propios intereses. Los soldados Albert Maillard y
Édouard Pericourt tienen ganas de volver
a casa, de reencontrarse con los suyos y reincorporarse a la vida civil que
dejaron tiempo atrás.
Pero
en la guerra, sobre todo en la guerra, la avaricia, la sed de poder y las ganas
de triunfo no siempre tienen un precio bajo. Ambos soldados acaban la operación
gravemente heridos, rotos psicológicamente. Y toca volver.
Albert
ha sido hasta entonces un pobre joven manipulado por su madre, falto de decisión
y abocado a una vida predispuesta por los demás y la inercia de los días.
Édouard pertenece, sin embargo, a una familia adinerada y poderosa ante la que
decide no presentarse una vez acabado el conflicto. Las taras psicológicas y
las cicatrices físicas hacen que ambos se alejen de su pasado y comiencen una
serie de aventuras (y desventuras) en un país que no siempre les pone fácil la
vuelta.
¿Cómo
se reintegra uno a la vida “normal” después de haber infligido y sufrido los
horrores de una guerra? Mientras las bombas estallaban en la trinchera de al
lado el mundo seguía girando, y de los pobres soldados que con más o menos
ímpetu defendían los intereses colectivos nadie se acuerda. Quizá levantar un
monumento que recuerde al mundo cuán valerosos son sus hombres y qué poderosos
sus gobernantes sea suficiente. O eso creen.
Una
novela divertida, dura a veces, llena de ironía, aguda y ácida, a medio camino
entre el drama psicológico y la crónica sociopolítica, que aborda temas como
la capacidad de superación del ser humano, el egoísmo, la corrupción del poder,
los entresijos de los gobiernos y la amistad y el compañerismo por encima de
todo.
Precioso
rato entre soldados locos
Merece
mucho la pena
Leedla
Virginia
sábado, 27 de septiembre de 2014
Vestido de Novia
Vestido de novia. Pierre Lemaitre.
Alfaguara. 2014
Gracias a uno de esos lujos de ser librero, tuve la
oportunidad hace unas semanas de empezar a leer una nueva novela de Pierre
Lemaitre, último ganador del prestigioso premio Goncourt con su obra “Nos vemos
allá arriba”. “Vestido de novia” es anterior a este; Alfaguara la recupera y estará en las
librerías el próximo 22 de Octubre.
Aunque es una costumbre
esto de poner en la contraportada “no vamos a contar nada de este libro” o “No
dejes que nadie te desvele nada de esta historia”… voy a intentar contar lo
justo y necesario, nada más.
Te invito a conocer a Sophie Duguet, una joven que comienza
a preocuparte cuando se da cuenta de que pierde las llaves, que no sabe donde
ha dejado sus cosas o no recuerda haber robado eso de que le acusan haber
cogido en el super ni sabe qué ha pasado aquella tarde en que recupera el
sentido mira sorprendida a su alrededor y su vida cambia radicalmente, para
siempre.
Seguimos la angustia de una mujer atrapada en su pavor a
perder la cordura cuando su conciencia desaparece, miedo a despertarse y
comprobar que nada ha sido un sueño, sino su nueva triste realidad.
Pierre construye una novela con unos cimientos que en su
comienzo parecen endebles pero que según va avanzando comienza a coger vigor,
potencia, fuerza. Y que se alza página a página hasta conseguir llegar a lo más
alto en su final.
Seré sincero, no me gustó el comienzo, me engañó. Pensé que
Sophie era una tía despistada y nada más, que no había nada más detrás de eso.
Hay más, mucho más.
Disfrutad de una novela con una estructura perfecta, de esas
que están muy bien rematadas, cuasi perfectas, que te regala angustia y rabia
en cada una de las partes que las divide Lemaitre.
La acabé en una tarde de esas de lluvia intensa, acabando el
verano, cuando de repente la tormenta hace caer la noche antes de tiempo y
cerrando la última página pensé que es un regalo saber leer, tener libros cerca
y tranquilidad a tu alrededor para disfrutarlos.
Disfrutadla, muy recomendable.
martes, 9 de septiembre de 2014
Operación princesa
Operación princesa, Antonio Salas, Temas de Hoy, 2013
Me
atrevería a decir que ésta es una de las reseñas más difíciles de todas las que
he hecho, tanto por la complejidad de la trama argumental como por las
sensaciones encontradas que provoca.
Prostitución,
narcotráfico, clubes motoristas, corrupción, extorsión, censura,
macrooperaciones judiciales… Un verdadero cóctel molotov en el que todos tienen
intereses y nada sale gratis. Hay que salvar el pellejo y esperar que le
explote a otro.
Antonio
Salas es el pseudónimo bajo el que un periodista de investigación lleva años
haciendo trabajos de cámara oculta. Ha estado infiltrado en ETA, en los
Hammerskins, en redes narcos, trata de blancas… Su cabeza tiene un precio,
arrastra condenas a muerte, amenazas y persecuciones que le obligan a vivir con
una identidad falsa que le garantiza, al menos de momento, cierta protección.
Ésta es su primera novela tras el éxito obtenido con ensayos como El Palestino, Diario de un skin, El año que
trafiqué con mujeres… Estate atento, cualquiera de tus vecinos, el joven
que se sienta a tu lado en el autobús o el cliente al que le vendes un libro
puede ser algo más que un simple desconocido.
La
historia de Operación princesa
discurre sobre la vida de tres personajes principales que encarnan las claves
del mundo que representan. Por un lado tenemos a Alexandra Cardona, una joven
colombiana con un futuro prometedor como química gracias a su inteligencia y
capacidad, pero que se ve obligada a huir de su país y recalar en España con la
promesa de un contrato de trabajo y su consecuente prosperidad económica y
social. La llegada al burdel del que será presa aleja, de pronto, cualquier
esperanza de una vida mejor. Ángel, un motero atípico y demasiado neutro,
decide tras algunos escarceos en los mundos más bajos, que ha llegado la hora
de jugar en la primera división del narcotráfico. Para ello, y a sabiendas del
error que comete, decide vender su alma al mejor postor, aceptar un trabajo tan
sucio como peligroso y, sobre todo, procurando no tener que responder con su
propia vida. Y, por último, Luca. Una joven guardia civil que una vez cerrado un
impactante caso de asesinato de una prostituta en el que trabaja siente el
impulso de seguir investigando quién es quién en el mundo del sexo.
Esta
novela es tan todo que me resulta imposible contaros más sin contaros el resto,
y aún así siempre me quedaría corta. Es demasiada novela para resumir en una
reseña. Imposible
Todos
hemos leído y oído acerca de los mundos sórdidos y los negocios oscuros en los
periódicos o la televisión. Pero tener la suerte de que te lo cuente, en
profundidad, alguien que ha vivido desde dentro las propias tramas de
delincuencia más peligrosas del mundo es un plus de verosimilitud y valor
impagable.
Novela
dura, dramática, de las que te hacen contener el aliento y que deja un rastro
de amargura, decepción e incredulidad… Una obra impactante y demasiado cruel
para ser verdad, o precisamente porque es verdad todo parece más peligroso y
delicado.
Desde
luego Antonio Salas, sea quien sea, es un hombre de valor, el tipo de personas
que de verdad cuentan la verdad aunque para ello tengan que arriesgar el
pellejo.
Leedlo
porque merece la pena absolutamente, pero no esperéis encontrar una novela
ligera, porque de principio a fin os atraparán la intensidad y el desasosiego
Me
ha dejado inquieta, pero ha valido tanto la pena que prefiero quedarme con la
sensación de que cada trabajo de este tipo corta un poco más las alas a los
delincuentes. Eso espero.
Recomendable
al 100%
Virginia
viernes, 29 de agosto de 2014
Perfil asesino.
John Connolly, Tusquets, 2005.
Muy negros andamos por estos lares este verano...
Ya reseñamos en esta página (aquí) la primera novela protagonizada
por Charlie Bird Parker, el expolicía
cuya familia es cruelmente asesinada y que busca – y encuentra – al culpable.
Parker pasa a trabajar como detective privado y algunos de los secundarios de
esa primera novela, sus amigos, le siguen ayudando en la segunda (El poder de las tinieblas, más floja,
más oscura, marcada por cierto tono quejumbroso y reiterativo del protagonista)
y también en la tercera, la que ahora nos ocupa, que recupera lo mejor de la
primera: las reflexiones sobre el mal, la posibilidad
–cuestionada- de usar la violencia para hacer justicia, la necesidad de los
débiles de ser ayudados, la pervivencia de las acciones del pasado suspendidas
en el tiempo.
Charlie continúa su proceso de reconstrucción, pero ha
sabido encontrar en su retiro en Maine la paz suficiente para seguir adelante. No
cree en la reparación, pero sí en la expiación; porque el mal existe, yace bajo
tierra, y a veces se producen grietas que le permiten salir a la superficie.
“Aquél fue mi primer vislumbre de la colmena que es
este mundo, mi primera percepción de que el pasado nunca muere realmente sino
que permanece vivo en el presente de una manera extraña y hermosa. Existe una
interconexión entre todas las cosas, un vehículo entre lo que yace enterrado y
lo que vive sobre tierra, una capacidad de mutabilidad que permite que una
buena acción hecha en el presente rectifique un desequilibrio de tiempos
pasados. En definitiva, ésa es la esencia de la justicia: no reparar el pasado
sino, mediante una intervención posterior en la línea del tiempo, restaurar
cierta armonía, cierta posibilidad de equilibrio, para que los vivos puedan
continuar libres de carga y los muertos encuentren la paz en otro mundo”.
Una comunidad religiosa cuyos miembros desaparecen
misteriosamente treinta años atrás. Una mujer que aparentemente se ha
suicidado, aunque su familia piensa que no ha sido así. Un millonario con un
secreto y un asesino que recurre a arañas e insectos para perpetrar sus
crímenes. Escalofriante. Y, una vez más, merece la pena. Connolly, señores, es de los buenos. No lo dejen pasar.
sábado, 16 de agosto de 2014
Los cuerpos extraños
Los cuerpos extraños, Lorenzo Silva, Destino, 2014
Por
fin llega a nuestras manos la séptima entrega de la serie protagonizada por
Rubén Bevilacqua y mi tocaya Chamorro.
Esta
vez Silva nos presenta el asesinato de una alcaldesa levantina que, avalada por
el ímpetu de su juventud, pretende acabar con la red de dirigentes corruptos
que nos invaden y encabezar la imagen de la renovación política que tanto ansía
este país.
Tramas
secundarias de tinte sexual, segundas intenciones, dobles juegos y rencillas
proporcionan un largo listado de sospechosos que, con o sin guante blanco, han
truncado la vida de una joven con demasiadas aspiraciones, varios secretos y
algún oscuro rincón (como casi todos).
Decir
que ésta es la mejor novela de las siete sería decir mucho, sobre todo
aceptando el hecho de que Silva es siempre un valor seguro, y que mejor encierra una subjetividad
innegable. Cada una de sus novelas, manteniendo a sus protagonistas y ciertas
líneas fijas, tiene su sello, su pincelada particular, su idiosincrasia, y mal
no lo debe hacer cuando con cada nueva publicación consigue reunir de nuevo
fieles seguidores capaces de sorprenderse y disfrutar aún, y llamar la atención
de quien todavía no conoce a Vir y a Vila. Lorenzo Silva es un escritor
premiado en muchas ocasiones (gracias a este par) y tan prolífico en su
producción que elijas el libro que elijas acertarás.
Los cuerpos extraños se enmarca en la actualidad con una
facilidad pasmosa, reflejo del momento social que sufrimos, con los
acercamientos habituales en Silva a la complejidad psicológica, a la crítica a
cómo se hacen las cosas ahora en el Cuerpo, ensalzando sus logros (que los
tienen) y confiando a los diálogos la capacidad de sujetar el argumento
salpicándolo de humor, ironía, agilidad mental, dramas humanos y crímenes
irracionales.
Seguir
conociendo y reconociendo a Vila y su hastío, con su ciega confianza en
Chamorro, pero a la vez preocupado (tras 15 años aprendiendo a convivir con su
“militarismo”) por ese no sé qué que la oscurece. Y ver a una Vir en horas
bajas, con una tristeza que merma sus capacidades y que silencia su agudeza son
algunas las claves para que estos dos nos encandilen cada vez que aparecen. Son
los mejores aunque ellos no lo sepan.
Silva
es, sin duda, uno de mis escritores de cabecera, un hombre que, además de hacer
Literatura con cada palo que toca, es capaz de ensimismar a un auditorio entero
cuando recorre las salas de conferencias hablando de su obra, del sector, de
grandes compañeros, de su biblioteca y del nefasto trato de los de arriba a la
Cultura. Mi admiración y mi absoluto respeto.
Leed
a Silva. Lo que sea. Todo. Con o sin orden. Pero hacedlo u os estaréis
perdiendo a uno de los mejores autores que ha dado este país.
Un
placer siempre
Virginia
viernes, 8 de agosto de 2014
Pacto de lealtad
Pacto de lealtad, Gonzalo Giner, Planeta, 2014
Siempre me habían hablado muy bien de
este autor y sus dos anteriores novelas, exitosas y aplaudidas. Pero yo que no
soy demasiado fan de la narración histórica que se retrotraiga mucho más allá
del siglo pasado no atendí a las recomendaciones, para variar.
Pacto
de lealtad me llamó
la atención desde el principio y no me equivoqué. He descubierto un autor que
escribe sencillo, mejor dicho, que hace que parezca sencillo y que te lleva a
una lectura tranquila y cómoda, sin importar el número de páginas que tengas
por delante. Según palabras del propio Giner esta novela le ha llevado 16 meses
de escritura y 5 más de documentación. Os aseguro que tardaréis mucho menos en
engancharos a su trama.
He aquí la historia de un perro, un
homenaje sin duda; una visión distinta de la guerra y sus horrores desde el no
entendimiento y la inocencia de un animal que vive por instinto. Un perro en medio
de las turbulencias civiles y la barbarie nazi, un juguetón entre balas que van
y vienen.
Los no amantes de los animales, como
yo, es posible que os escudéis en la pereza a la hora de leer las aventuras de
un perro, pero os aseguro que llegaréis a sentir ternura. Campeón es un héroe, y pronto conseguiréis empatizar con él y con
su dueña Zoe. Cuando la vida de ésta se desmorona por completo en medio del
conflicto, cuando necesita reinventarse y comenzar, cuando la suerte le da la
espalda la fidelidad de Campeón
conseguirá insuflarle la fortaleza necesaria para seguir adelante. Desde luego
si algo es esta novela es una abierta declaración de amor por los animales (no
es casualidad que Giner sea veterinario).
Disfrutad de esta novela de espías,
traiciones, secretos, batallas y dramas, porque pese a todo es un libro para
sonreír, para saborear con la tranquilidad de saber que pase lo que pase él
estará pegado a tu pierna. Bravo Campeón!
Un gustazo
Virginia
lunes, 4 de agosto de 2014
En renovación.
Llega agosto y los calores nos han traído ganas de airear este lugar, que habitamos desde hace años y que ya pedía renovación de muebles. Así, estrenamos imagen gracias al saber hacer de Nerea Amo (instagram.com/nereagatea), creamos cuenta de twitter (@Leealfondo) y mientras pensamos si con cambiar la lámpara es suficiente o nos metemos con albañiles, vamos colgando entradas nuevas, pensando qué nos apetece contaros y qué os puede gustar. Si queréis hacer sugerencias, serán magníficamente recibidas. Y si no, esperamos que os guste el nuevo sillón, sí, ese tan cómodo en el que siempre apetece leer. Feliz verano.
viernes, 1 de agosto de 2014
Un millón de gotas
Un millón de gotas. Víctor del Árbol.
Destino. 2014
Tras una época sin conseguir que ningún título de los que
invaden mi mesilla me captara lo suficiente vi con ansias un nuevo título de
Víctor del Árbol, valor seguro para que una historia te atrape.
Es Gonzalo, un abogado que trabaja al lado del despacho de
su todopoderoso suegro que dirige el mejor bufete de la ciudad y al que no
quiere ni ver el protagonista de este lujazo de libro. La noticia de la muerte
de su hermana hacen que Gonzalo intente comprender como es posible que aquella
mujer que le cuidaba de pequeño, más madre que su madre, decidiera dejar este
mundo.
Esa investigación hace que Gonzalo se convierta en el
protagonista de la vida de su hermana y, por tanto, de todos sus problemas, sus
dudas, sus luchas y sus recuerdos que el autor nos regala en forma de
retrospectiva a aquellos años de la revolución rusa, la lucha contra el fascismo,
la guerra civil española… dónde su padre Elías Gil pasa de ser un perseguido a
una referencia de la lucha en la contienda.
Con un millón de gotas
tenéis asegurado un paseo por aquellas vidas que muchos de nuestros
abuelos sufrieron, la lucha del día a día y su repercusión en sus
descendientes.
Trabajar de forma tan magistral las distintas épocas y conseguir unos personajes que aborrecemos o
adoramos desde las primeras líneas de cada capítulo es un don que, una vez más
nos demuestra el autor de joyas como Respirar por la herida o la tristeza del
samurái.
Disfrutadla, con sus momentos terribles y sus alegrías, con
sus rincones de pavor y sus regalos de ternura, con sus fracasos y sus
victorias. Con todo, disfrutadla.
martes, 15 de julio de 2014
Todo lo que muere
John Connolly, Tusquets, 2004.
Hace unos días Virginia nos acercaba a una lectura poco habitual en ella, a la que había llegado por recomendación. Será el verano, que nos hace proclives a lectura a veces más fresca, o será que nada más enriquecedor que disfrutar con lo que alguien nos descubrió; coincide que yo también os presento un libro que en principio no creí que hojearía: una novela policíaca con armazón clásico (asesino en serie, policía cuya familia es cruelmente asesinada, bajada a los infiernos alcohólicos, reconvirtiéndose en detective privado con ansias de venganza), pero que, dentro de mi poca experiencia en el género, va más allá, ya que cuenta con dos puntos fuertes: la belleza de su prosa, que tiende a hermosas imágenes con frecuencia; y sus continuas reflexiones sobre el mal, sobre su presencia en nuestra sociedad, sobre cómo es posible que nuestro vecino pueda ser un asesino y no lo percibamos en su mirada.
"Ya no creemos en el mal, sino sólo en actos malvados que pueden explicarse mediante la ciencia de la mente. El mal no existe, y creer en él es sucumbir a la superstición, como cuando uno mira debajo de la cama por la noche o tiene miedo a la oscuridad. Pero hay individuos para quienes no encontramos respuestas fáciles, que hacen el mal porque son así, porque son malvados (...). Es fácil extraviarse en la oscuridad cuando se vive en los márgenes de la vida moderna, y una vez estamos perdidos y solos, hay cosas que nos aguardan donde no hay luz. Nuestros antepasados no se equivocaban en sus supersticiones: hay motivos para creer en la oscuridad (...).
Creo en lo que digo. Creo en la maldad porque la he tocado, y ella me ha tocado a mí."
Charlie Bird Parker tendrá que enfrentarse al Viajante, el asesino que torturó y asesinó a su mujer y a su hija. En su camino verá morir a otros inocentes y percibirá que la oscuridad que lo rodea siembra de muerte a los que se acercan a él. Pero sabe que de él puede depender que otros no sigan sufriendo lo que él ha pasado.
La novela es, en mi opinión, demasiado explícita, demasiado cruel en algunos momentos, conscientemente desagradable. Sin embargo, es fácil empatizar con el personaje, con sus amigos en uno y otro lado de la ley (mis preferidos son Angel y Louis, ya me diréis). Es rápida, intensa, mezcla varias tramas, tiene muchísimos personajes (algunos magníficamente descritos) y engancha. Me parece una lectura genial de verano. Os la recomiendo.
Hace unos días Virginia nos acercaba a una lectura poco habitual en ella, a la que había llegado por recomendación. Será el verano, que nos hace proclives a lectura a veces más fresca, o será que nada más enriquecedor que disfrutar con lo que alguien nos descubrió; coincide que yo también os presento un libro que en principio no creí que hojearía: una novela policíaca con armazón clásico (asesino en serie, policía cuya familia es cruelmente asesinada, bajada a los infiernos alcohólicos, reconvirtiéndose en detective privado con ansias de venganza), pero que, dentro de mi poca experiencia en el género, va más allá, ya que cuenta con dos puntos fuertes: la belleza de su prosa, que tiende a hermosas imágenes con frecuencia; y sus continuas reflexiones sobre el mal, sobre su presencia en nuestra sociedad, sobre cómo es posible que nuestro vecino pueda ser un asesino y no lo percibamos en su mirada.
"Ya no creemos en el mal, sino sólo en actos malvados que pueden explicarse mediante la ciencia de la mente. El mal no existe, y creer en él es sucumbir a la superstición, como cuando uno mira debajo de la cama por la noche o tiene miedo a la oscuridad. Pero hay individuos para quienes no encontramos respuestas fáciles, que hacen el mal porque son así, porque son malvados (...). Es fácil extraviarse en la oscuridad cuando se vive en los márgenes de la vida moderna, y una vez estamos perdidos y solos, hay cosas que nos aguardan donde no hay luz. Nuestros antepasados no se equivocaban en sus supersticiones: hay motivos para creer en la oscuridad (...).
Creo en lo que digo. Creo en la maldad porque la he tocado, y ella me ha tocado a mí."
Charlie Bird Parker tendrá que enfrentarse al Viajante, el asesino que torturó y asesinó a su mujer y a su hija. En su camino verá morir a otros inocentes y percibirá que la oscuridad que lo rodea siembra de muerte a los que se acercan a él. Pero sabe que de él puede depender que otros no sigan sufriendo lo que él ha pasado.
La novela es, en mi opinión, demasiado explícita, demasiado cruel en algunos momentos, conscientemente desagradable. Sin embargo, es fácil empatizar con el personaje, con sus amigos en uno y otro lado de la ley (mis preferidos son Angel y Louis, ya me diréis). Es rápida, intensa, mezcla varias tramas, tiene muchísimos personajes (algunos magníficamente descritos) y engancha. Me parece una lectura genial de verano. Os la recomiendo.
viernes, 4 de julio de 2014
Doctor sueño
Doctor sueño, Stephen King, Plaza y Janés, 2013
Han pasado treinta años de la
publicación de El resplandor, más de
50 libros después y tras 400 millones de ejemplares vendidos, Stephen King
vuelve a recuperar la historia del Hotel Overlook, pero esta vez de la mano de
Danny, el niño que sufrió cada uno de los horrores allí vividos.
Confieso que no leí su anterior novela
y ni siquiera valoré asomarme a ésta. Pero a veces la vida te pone delante de
libros que jamás pensaste leer, une lectores y comparte historias a través de
un puñado de páginas. Hacer caso a las recomendaciones es una buena opción,
casi siempre. Eso es el resplandor,
¿no? Esto es ficción, pero las mentes con una conexión especial, mágica y
fluida existen y a veces llegan a encontrarse, así que ¿por qué no creer que
los protagonistas puedan hacerlo?
King ha
rescatado a aquel pequeño desvalido ante los malos tratos de su padre y,
convertido ya en adulto, vuelve para recomponerse del dolor, suplir sus
ausencias y eliminar sus excesos. "Me preguntaba qué sería de él,
si seguiría o no manteniendo ese talento, el resplandor de leer los
pensamientos de la gente. Creció en una familia terrible. Su madre malherida
sobrevivió de milagro a la paliza de la mesa del comedor, y el padre, Jack, era
alcohólico, como yo… Sabía que Danny debía seguir estando rabioso con el mundo,
porque su padre era un canalla que abusaba de ellos. La rabia es el centro del
libro, de Jack a Danny hay una generación marcada por la rabia", decía el propio autor en una entrevista
para El País.
Junto a Casey, Bill, John y alguna copa que otra irá desentrañando lo
más siniestro de su pasado, tomando decisiones y enfrentando sus problemas.
Pero… mientras su “sueño” ayuda a los ancianos de la Residencia a emprender su
último viaje alguien le escucha, alguien espía su mente, alguien quiere
comunicarse con él; un bebé desconocido hace sonar un piano cuando todos
descansan; y el Nudo Verdadero avanza por cada carretera en busca de vapor.
Misterio misterioso. Leedlo y lo sabréis.
Muchos de los que andáis por aquí sabéis que no es mi tipo de lectura,
pero confieso que me ha gustado, (quizá porque lo he leído con cariño) y que he
llegado a sentir ternura con algunos de los personajes de King y he deseado de
lo malo lo peor para otros. Hablan de él como el rey del terror y ahora
entiendo por qué. Mucha sangre, mucha fantasía (o no) y muchos planos de
realidad para componer un mundo especial. Mundos especiales
Si no sois muy caguetas leedlo, y sino también, que si yo he resistido
vosotros lo haréis.
Siempre King, y sus legiones de fieles seguidores ;)
Virginia
sábado, 31 de mayo de 2014
La hija del Este
Clara Usón, Seix Barral, 2012.
Salió hace un par de años. Yo lo dejé pasar aun cuando despertó bastante interés, no me había llegado su momento. Ahora puedo deciros que merece la pena.
Ana deja Belgrado a pesar del bloqueo de la guerra y viaja a Moscú con otros compañeros de carrera. Son los años noventa y el conflicto entre serbios y bosnios está en todos su esplendor. ¿Qué sabemos de lo que pasó allí? ¿Quién luchó contra quién, y por qué motivo? Debo reconocer que yo tenía una laguna absoluta en este sentido, y que gracias al libro he podido paliarla en parte. Pero esta novela es poliédrica, y además de explicarnos qué ocurrió, o parte de lo que ocurrió, tiene una reflexión muy interesante sobre cómo se generan los conflictos, cómo se construyen los nacionalismos, cómo se alimentan de miedo y de oposición. En la novela no sólo aparecen algunos de los principales actores que desencadenaron el conflicto (Karadzic, Mladic, Milosevic...), sino los protagonistas anónimos que sufrieron sus consecuencias. Y aún más: cómo cada persona toma partido, que argumentos esgrime, hasta qué punto puede permanecer ciega a todo aquello que niegue aquello que defiende. Y más y más: cuánto horror somos capaces de soportar, dónde están los límites.
Y está, por tanto, la narración de la guerra y la reflexión subsiguiente, y también está la microhistoria de algunos protagonistas, y ahí entra un factor que me ha sorprendido y que decido no desvelar aquí porque a mí me parece un spoiler en toda regla, aun cuando la editorial lo narró en la contraportada sin ningún pudor, desvelando una sorpresa a la que merece la pena llegar en su momento justo, pues digo yo que para eso la escritora nos lo cuenta en la página 100 y no en la 10.
Dijo hace poco un crítico al que admiro que el auténtico escritor es aquél que sabe narrarnos una realidad ajena a la suya propia. En esa línea, echo de menos más temas en los narradores españoles. Y es esa misma línea, Usón ha escrito una novela sorprendente, interesante, muy documentada, que sin duda merece la pena. Léanla. Ya está en bolsillo, no tienen excusa. Y luego, si quieren, hablamos de los padres y de cómo llevar el apellido familiar.
Salió hace un par de años. Yo lo dejé pasar aun cuando despertó bastante interés, no me había llegado su momento. Ahora puedo deciros que merece la pena.
Ana deja Belgrado a pesar del bloqueo de la guerra y viaja a Moscú con otros compañeros de carrera. Son los años noventa y el conflicto entre serbios y bosnios está en todos su esplendor. ¿Qué sabemos de lo que pasó allí? ¿Quién luchó contra quién, y por qué motivo? Debo reconocer que yo tenía una laguna absoluta en este sentido, y que gracias al libro he podido paliarla en parte. Pero esta novela es poliédrica, y además de explicarnos qué ocurrió, o parte de lo que ocurrió, tiene una reflexión muy interesante sobre cómo se generan los conflictos, cómo se construyen los nacionalismos, cómo se alimentan de miedo y de oposición. En la novela no sólo aparecen algunos de los principales actores que desencadenaron el conflicto (Karadzic, Mladic, Milosevic...), sino los protagonistas anónimos que sufrieron sus consecuencias. Y aún más: cómo cada persona toma partido, que argumentos esgrime, hasta qué punto puede permanecer ciega a todo aquello que niegue aquello que defiende. Y más y más: cuánto horror somos capaces de soportar, dónde están los límites.
Y está, por tanto, la narración de la guerra y la reflexión subsiguiente, y también está la microhistoria de algunos protagonistas, y ahí entra un factor que me ha sorprendido y que decido no desvelar aquí porque a mí me parece un spoiler en toda regla, aun cuando la editorial lo narró en la contraportada sin ningún pudor, desvelando una sorpresa a la que merece la pena llegar en su momento justo, pues digo yo que para eso la escritora nos lo cuenta en la página 100 y no en la 10.
Dijo hace poco un crítico al que admiro que el auténtico escritor es aquél que sabe narrarnos una realidad ajena a la suya propia. En esa línea, echo de menos más temas en los narradores españoles. Y es esa misma línea, Usón ha escrito una novela sorprendente, interesante, muy documentada, que sin duda merece la pena. Léanla. Ya está en bolsillo, no tienen excusa. Y luego, si quieren, hablamos de los padres y de cómo llevar el apellido familiar.
miércoles, 28 de mayo de 2014
La poesía está reviviendo
Hace unas entradas os recomendé, por
primera vez en este blog, un libro de poesía. Recupero ahora, si me permitís,
la poesía contemporánea para comentar el boom que estamos viviendo con toda una
generación de nuevos poetas que ha dado un impulso tan fuerte como sorprendente
al verso.
Nuestro lugar detrás del mostrador nos
permite valorar muchas veces el estado del sector, los autores más influyentes,
las tendencias según el momento… Y, desde hace unos meses, nos vemos rodeados
de novedades poéticas cada vez más potentes y con mayor salida.
Marwan, sin ir más lejos, ha
conseguido ser número uno en ventas durante varias semanas con sus Apuntes sobre mi paso por el invierno;
Luis Ramiro y Elvira Sastre agotaron ejemplares de sus libros unos días
después; IreneX o Carlos Salem triunfan con su poesía directa y sin pelos en la
lengua… Y, por inercia, se multiplican los recitales en bares y pequeños
rincones que abren sus puertas a la lírica.
Podríamos debatir aquí (¿algún purista
en la sala?) sobre la calidad de estos nuevos poetas que, en la mayoría de los
casos, vienen avalados por un rotundo éxito en las redes sociales, que además
de ser una plataforma les permiten expansión infinita. Quizá no sean “Lorcas o Albertis”,
o quizá se les estudie dentro de unos años. Pero a mi entender tienen la
repercusión que ofrece contar las cosas cotidianas tal y como son. ¿Quién no ha
sufrido por amor?, ¿quién no ha dejado o ha sido dejado? ¿quién no se ha
sentido pequeño alguna vez?. Hablan de nosotros, de lo que vivimos todos, antes
o después, de lo que sufrimos y sentimos, y ahí radica el secreto. Leerte a
veces es la mejor manera de curarte…
Me encanta este resurgir de la poesía
que, durante años y, tras ir viendo pasar a los clásicos y enterrar a sus
últimos grandes (Ángel González, por ejemplo) ha estado relegada a cualquier
estante oscuro y apartado. No había sitio en los anaqueles, pero vienen pisando
fuerte, y las góndolas se quedan pequeñas para tanto poemario!
La poesía está reviviendo y eso es de
celebrar
Virginia
Os dejo unas cuantas referencias por
si os animáis:
-
Ajo, Micropoemas, Arrebato Libros
-
Carlos Salem, El animal, Ya lo dijo Casimiro
Parker, 2013
- Carlos Salem, Memorias circulares del hombre
peonza, Ya lo dijo Casimiro Parker, 2013
-
Diego Ojeda, A pesar de los aviones,
Noviembre Poesía, 2013
-
Elvira Sastre, 43 maneras de soltarse el
pelo, Lapsus Calami, 2013
-
Elvira Sastre, Baluarte, Valparaíso, 2014
-
Escandar Algeet, Alas de mar y prosa, Ya lo
dijo Casimiro Parker, 2013
-
Escandar Algeet, Un invierno sin sol, Ya lo
dijo Casimiro Parker, 2013
-
IreneX, El sexo de la risa, Origami, 2013
-
Luis Ramiro, Te odio como nunca quise a
nadie, Noviembre Poesía, 2014
-
Marcus Versus, Un mar bajo el suelo,
Noviembre Poesía, 2013
-
Marwan, Apuntes sobre mi paso por el
invierno, Noviembre Poesía, 2014
-
Marwan, La triste historia de tu cuerpo sobre
el mío, Noviembre Poesía, 2013
-
Punterías, Irene G. Punto, Torremozas, 2014
-
Rafa Pons, A cuento de nada, Noviembre
Poesía, 2014
martes, 20 de mayo de 2014
La piel dorada
La piel dorada, Carla Montero, Plaza y
Janés, 2014
Claro, como me gustó mucho La tabla esmeralda decidí darle su
tiempo a La piel dorada, y la verdad
es que lo nuevo de Carla Montero me ha defraudado un poco.
Si en el anterior había coherencia en
los hechos históricos, trama bien estructurada y una línea argumental sólida,
en La piel dorada lo primero que me
falla es la concordancia entre los acontecimientos que plantea y el espacio
temporal en el que los enmarca, además del modus operandi, más propio de la
actualidad que de los primeros años del siglo.
La historia parece nacer frente a un
cuadro del Museo del Prado, según palabras de la autora, y narra una serie de
asesinatos en cadena que Karl Shlackman debe investigar y que, de una manera un
tanto forzada, hay que enlazar con Inés, amante de uno de los mejores pintores
de Viena, que como mínimo es intrigante y escurridiza.
Hugo, amigo de Karl, mujeriego de
profesión y con una incomprensible tendencia a meterse en líos, acapara todas
las miradas bajo la excusa de su vida disoluta.
Y hasta aquí íbamos bien. Pero hay una
especie de ambiente de alucinación, esotérico, fantástico, ilusorio, con
situaciones decadentes y espirales narrativas que me dan la sensación de
ocultar una falta clara de consistencia en la base de la historia y de querer
disfrazar las carencias.
Con estos ingredientes y el precedente
del libro anterior me parece que no ha sabido sacarle partido y el resultado es
mediocre (siendo generosa).
No sé no sé…
Por cierto, el título no sé si refleja
lo que es el libro en sí. Posiblemente si yo fuera la autora habría elegido
cualquier otro, y posiblemente por eso no soy ni seré nunca escritora.
Virginia
sábado, 10 de mayo de 2014
Inés y la alegría
Inés y la alegría, Almudena Grandes,
Tusquets, 2010
Después de tantos libros leer sobre la
guerra y la posguerra puede resultar tedioso, repetitivo o insulso. Pero sólo a
veces, porque cuando te encuentras con una historia como la de Inés el paseo
por las páginas te dibuja una sonrisa, te enseña y acabas apropiándote de sus
vivencias.
Si algo tuvo nuestra guerra, como
todas supongo, fue la soledad de los soldados, de los camaradas que se partían
la cara en el frente siguiendo las órdenes dictadas desde cualquier despacho y
que miraban a los ojos del enemigo antes de disparar. De esto va esta historia,
de esto y del amor en tiempo de fusiles, porque el amor existe más allá del
conflicto y las circunstancias: “así eran las cosas, y todos lo sabíamos, pero
más nos importaba saber que seguían existiendo los besos en la boca. Eso nos
importaba más que comer”. Pero la Historia no respeta los asuntos del corazón,
y un mal paso enamorado te aleja del éxito y el reconocimiento posterior. Y
sino que le pregunten a Dolores Ibárruri, a Carmen de Pedro, a Francisco Antón,
a Jesús Monzón… Si implacable es la guerra, letal es la ceguera del amor si se
trata de unir al poder.
Inés es la niña bien del barrio mejor
y familia impecable que está empezando a vivir cuando la guerra golpea la
puerta de su casa para ponerle frente a los ojos una realidad que no cabe entre
las cuatro paredes de su piso acomodado. Un amor a destiempo que la delata a
cambio de su propia libertad cambia la vida cómoda que le esperaba desde la
cuna por una supervivencia constante, luchando por unos ideales incomprensibles
para unos y condenables para casi todos. La cárcel de Ventas, un convento, una
casita de campo… Inés crece a la vez que su desasosiego, hasta que con más
valentía que cabeza consigue llegar hasta el Valle de Arán y después a Francia,
donde encontrará por fin la familia de soldados con los que recuperará la
alegría y el sentido de su existencia.
Dura historia de un exilio cuyo único
fin durante largos años es volver, esta vez triunfadores, a la tierra de la que
se vieron obligados a huir. Pero hacerlo con una sonrisa es el mérito de Inés y
de todos y cada uno de ellos. Valentía, amor, dudas, engaños, conspiraciones…
todo junto en un puñado de páginas que rezuman amor y trasmiten esperanza.
Seguiremos leyendo el resto de los
Episodios de una Guerra Interminable que Almudena Grandes promete. Y esperemos
que la magnitud del proyecto no destiña el resultado.
Vale la pena leerlo
Virginia
viernes, 25 de abril de 2014
La cuarta señal
José Carlos Somoza, Minotauro, 2014.
Imaginen un mundo con una versión virtual en la que cada individuo se conecta diez o doce horas al día. Un mundo virtual donde cada persona escoge cuántos alias quiere tener, cómo son físicamente, que permite trabajar (y ganar dinero real), que permite disfrutar de todos los placeres porque la conexión implica una diadema con la que conectarse cerebralmente, y al hacerlo, que percibamos sensaciones, olores, gustos. Frío. Éxtasis. Dolor. En la propuesta de Somoza, ese mundo virtual se llama Órgano y ha conllevado la salida de la crisis económica, a la vez que ha construido otro modelo de sociedad, donde cada individuo puede obtener lo que desea, convertirse en lo que quiera, sin ataduras morales ni consecuencias; pero donde nadie tiene que ser lo que parece, donde todo puede ser una mentira.
María, madre soltera de una niña de once años, se niega a entrar en Órgano, pero después de dos años en paro no puede resistirse a utilizarlo como opción para encontrar empleo. Al hacerlo, conocerá a personajes atractivos e interesantes, e incluso empieza a enamorarse de alguien. Pero a la vez, sin ser consciente, se adentra en un juego de grandes dimensiones, donde la música de Bach, la matemática y el poder se unen en una conspiración para controlar Órgano, y con él, la sociedad en su conjunto.
Novela de aventuras en su variante futurista, tiene un gran principio, pero se va desinflando de manera progresiva. Mantiene la atención pero según avanza uno empieza a cansarse, y se estira tanto el final que es fácil desfallecer. Sin embargo, la propuesta de Órgano y todas sus posibilidades son muy interesantes, y conllevan un espejo en el que mirar aquello en lo que nos estamos convirtiendo. Entretenido, pero flojo al final.
Imaginen un mundo con una versión virtual en la que cada individuo se conecta diez o doce horas al día. Un mundo virtual donde cada persona escoge cuántos alias quiere tener, cómo son físicamente, que permite trabajar (y ganar dinero real), que permite disfrutar de todos los placeres porque la conexión implica una diadema con la que conectarse cerebralmente, y al hacerlo, que percibamos sensaciones, olores, gustos. Frío. Éxtasis. Dolor. En la propuesta de Somoza, ese mundo virtual se llama Órgano y ha conllevado la salida de la crisis económica, a la vez que ha construido otro modelo de sociedad, donde cada individuo puede obtener lo que desea, convertirse en lo que quiera, sin ataduras morales ni consecuencias; pero donde nadie tiene que ser lo que parece, donde todo puede ser una mentira.
María, madre soltera de una niña de once años, se niega a entrar en Órgano, pero después de dos años en paro no puede resistirse a utilizarlo como opción para encontrar empleo. Al hacerlo, conocerá a personajes atractivos e interesantes, e incluso empieza a enamorarse de alguien. Pero a la vez, sin ser consciente, se adentra en un juego de grandes dimensiones, donde la música de Bach, la matemática y el poder se unen en una conspiración para controlar Órgano, y con él, la sociedad en su conjunto.
Novela de aventuras en su variante futurista, tiene un gran principio, pero se va desinflando de manera progresiva. Mantiene la atención pero según avanza uno empieza a cansarse, y se estira tanto el final que es fácil desfallecer. Sin embargo, la propuesta de Órgano y todas sus posibilidades son muy interesantes, y conllevan un espejo en el que mirar aquello en lo que nos estamos convirtiendo. Entretenido, pero flojo al final.
viernes, 4 de abril de 2014
París no se acaba nunca
Enrique Vila-Matas, Anagrama, 2006.
Que Vila-Matas me parece uno de los mejores escritores españoles vivos, muchos ya me lo habrán oído decir. Ahora iré más allá, y añadiré que éste es un libro fantástico, absolutamente recomendable para todo aquel con interés cultural, con gusto por la ironía y con cierto aire (o sorna) afrancesado. Así que nadie espere una reseña imparcial, porque me declaro rendida desde el principio.
El narrador comienza confesando que siempre ha querido parecerse a Hemingway, su ídolo de juventud, aunque nadie le encuentre el parecido con él. Emulándole, viajó en su juventud a París; pero al contrario que el americano, el narrador fue allí "muy pobre y muy infeliz". El libro, que pretende ser una conferencia de tres días sobre la ironía, es una revisión de sus años de juventud, de sus temores e incertidumbres como narrador novel, de los consejos que va adquiriendo de los autores con los que se cruza (especialmente, con los de Marguerite Duras, su casera), de la desesperación impostada o real, y en fin, de tantos personajes que vivían en los setenta en París, de los libros que leyó, las películas que vio, y todo aquello que le permitió pensar en algo mientras se tumbaba en su buhardilla.
Divertido, con la profundidad a la que nos tiene acostumbrados, ameno y reflexivo a la vez, este es de los libros que dejan huella. Ábranlo. Lean la primera página, y si nos los atrapa desde el principio, no tiene sentido seguir. Pero si le encuentran la magia, acomódense, porque el viaje merece la pena.
Iris.
Que Vila-Matas me parece uno de los mejores escritores españoles vivos, muchos ya me lo habrán oído decir. Ahora iré más allá, y añadiré que éste es un libro fantástico, absolutamente recomendable para todo aquel con interés cultural, con gusto por la ironía y con cierto aire (o sorna) afrancesado. Así que nadie espere una reseña imparcial, porque me declaro rendida desde el principio.
El narrador comienza confesando que siempre ha querido parecerse a Hemingway, su ídolo de juventud, aunque nadie le encuentre el parecido con él. Emulándole, viajó en su juventud a París; pero al contrario que el americano, el narrador fue allí "muy pobre y muy infeliz". El libro, que pretende ser una conferencia de tres días sobre la ironía, es una revisión de sus años de juventud, de sus temores e incertidumbres como narrador novel, de los consejos que va adquiriendo de los autores con los que se cruza (especialmente, con los de Marguerite Duras, su casera), de la desesperación impostada o real, y en fin, de tantos personajes que vivían en los setenta en París, de los libros que leyó, las películas que vio, y todo aquello que le permitió pensar en algo mientras se tumbaba en su buhardilla.
Divertido, con la profundidad a la que nos tiene acostumbrados, ameno y reflexivo a la vez, este es de los libros que dejan huella. Ábranlo. Lean la primera página, y si nos los atrapa desde el principio, no tiene sentido seguir. Pero si le encuentran la magia, acomódense, porque el viaje merece la pena.
Iris.
domingo, 23 de marzo de 2014
Consummatum est
Consummatum est, César Pérez Gellida, Suma de Letras, 2014
“Todo se acabó”
Versos, canciones y trocitos de carne se despide por todo lo alto
con este título elocuente y significativo.
Después de un Memento Mori frenético y sangriento pero
algo descuidado, y de un Dies Irae
mucho más pulido formalmente, empapado de Historia, núcleo central y decisivo
del desarrollo de la acción, Consummatum
est es el resultado de unir ambos precedentes y tener la maestría de cerrar
la historia hasta dejarla redondita y sin fugas. Todo un logro de agilidad,
mucha chicha, mimo estilístico, lenguaje más que escogido, giros argumentales,
sorpresas… ah, y poesía y mucha música, por supuesto. Desenlace en mayúsculas.
Augusto sigue empeñado en acabar
su Obra y difundirla al mundo, esa cruzada particular con la que va regando de
cadáveres cada ciudad que pisa (y el chico nos ha salido viajero). Y Ramiro,
más al límite que nunca y cegado por la ira, vive para alcanzarlo y vengar cada
una de las muertes de las que tanto se vanagloria. Es un duelo de fuerza e
inteligencia, una guerra emocional y a cara de perro que ambos han perdido de
antemano, y lo saben. (Destaco aquí sin que me acusen de spoiler un encuentro
que bien recuerda al mítico careo de Brody y Carrie en Homeland, y eso… mola
mucho mucho)
Augusto destila crueldad e
inteligencia, y como todo asesino en serie que se precie consigue que le odies.
Pero si se trata de abrirnos paso en las mentes criminales Gabriel no deja de
ser un pobre diablo, una víctima de sí mismo que sólo encuentra su razón de ser
en devolverle al mundo lo que éste le ha dado, sufrimiento y desamparo. Nos
desprecia tanto como nosotros a él, pero nos necesita para ser alguien y pasar
a la historia.
Sancho, #miSancho si se me
permite, es EL personaje. Es inocente, bondadoso, enamoradizo… de los que te
sacan una sonrisa amplia y con los que empatizas humanamente desde el minuto
cero. Evoluciona peligrosamente hasta la obsesión y pasa de ser el típico
pagafantas con pistola a convertirse en todo un poli duro y curtido al que los
golpes agudizan el ingenio y la puntería.
Gracia, tan dura y tan rendidita
a los encantos del pelirrojo; Erika, experta en cerebros corrompidos y alentada
por el recuerdo de Carapocha; y Ólafur, el mayor enemigo de sí mismo pero con
la experiencia suficiente para ayudar a resolver los crímenes complementan, sin
duda, la narración con encuentros intensos, compenetración, trabajo en equipo y
un mismo fin: el malo malísimo.
Si algo me molesta especialmente
es llegar al final de un libro y encontrarme con un desenlace incoherente y
descolgado. Esta historia acaba como tiene que acabar, donde y como empezó. O
eso parece, porque “normalmente, lo que parece es simplemente eso: lo que
parece que es”.
César Pérez Gellida se ha
convertido por derecho (y por revés) en uno de los grandes del género,
evolucionando en cada nueva entrega, afinando su estilo, ambicioso en las
formas y enlazando el argumento con tanta precisión que consigue que leas
600 páginas de una sentada y sudes tinta china detrás del malo. Quizá no
volvamos a encontrarnos con estos personajes a los que ya habíamos cogido
cariño, pero estoy segura que volveremos a ver a César con nuevos proyectos
exitosos y bien hechos.
Gracias por dejarnos disfrutar
tanto. Somos muy “fanes” tuyos por aquí (y con lo de Lorenzo Silva nos has
ganado para siempre)
No os recomiendo que la leáis,
casi os obligo, nosotros ya lo hemos hecho y sabemos de lo
que hablamos
Virginia
lunes, 10 de marzo de 2014
El francotirador paciente
El
francotirador paciente, Arturo
Pérez-Reverte, Alfaguara, 2013
La nueva novela de Pérez-Reverte llegó
a las librerías para Navidad, como el turrón. Es caballo ganador, lo sabe él,
la editorial y quienes le leemos, pero eso no significa que acierte siempre.
La trama se centra en Sniper, un
grafitero escurridizo y misterioso que a lo largo de varios años dedicándose a
marcar las paredes de medio Madrid se ha granjeado fama y leyenda a partes
iguales. Siempre alerta, alejado de la legalidad, sin intención de dar la cara,
ni “oficializarse” y dejar de ser un “pintaparedes” para convertirse en
artista, Sniper es el objetivo perfecto para los buscadores de pelotazos
culturales.
Será Lex, Alejandra Varela, una
experta en arte urbano, la encargada de
tratar de encontrarle y ponerle en los morros una suculenta oferta de una
editorial que le ofrece dinero, reconocimiento y protección sin miramientos.
(Si se me permite ella es la verdadera protagonista del libro, sobre la que
recae el peso y la que dirige la trama).
Y ahora es cuando dejáis de tenerle
ganas porque el tema no os interesa nada. Ni a mí, ya lo sé, pero os prometo
que engancha y consigue atraparte no con ansia pero al menos con curiosidad.
No voy a venir yo a descubrir el buen
hacer del autor; su impecable uso del lenguaje; la sucesión de entrevistas del
prota con personajes secundarios con la que construye el argumento; el trabajo
de documentación... bla bla bla
Hasta aquí la pomada.
Porque si hay sacar un libro en una
fecha se saca, si te comprometes con la editorial te comprometes, pero al menos
remata la historia, ¿no? No dejes personajes colgados, no des un giro final que
lo resuelve todo así como con prisa (aunque sea explosivo) y no tendrás que
leer que tu última obra flojea y que supone un tropiezo en tu trayectoria.
Vamos, digo yo. Porque eso es lo que me parece, que la historia no queda
redonda, y mira que íbamos bien.
¿No será que la crítica directa al
sector cultural, el manotazo a una sociedad vacía de ideales y vendida al
dinero nos suena de cerca don Arturo? Ya nos lo decían en el cole... no es que
esté mal, pero yo sé que tú lo puedes hacer mejor, así que te pongo un aprobado
raspadillo para que a la próxima te esfuerces más, aunque tardes.
Leedlo y comentamos, que 300 páginas
se las ventila uno en una tarde tonta.
Virginia
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