martes, 25 de enero de 2011

Sorry

Sorry de Drvkar, Zoran. Seix Barral. 2010

Había una vez un grupo de amigos ni-ni que dedicaban su tiempo vital a tirarse por las fuentes de la gran ciudad, fumar y meterse con los “pringados” que van a trabajar todos los días.
En la siguiente página montan un negocio que consiste en pedir perdón a toda aquella empresa, se forran en cuestión de otras diez páginas más y en la duodécima reciben el encargo de un asesino que les obliga a pedir perdón por el asesinato que acaba de cometer.
En vez de llamar a la policía para denunciarlo y salir corriendo del lugar del crimen con el fiambre allí calentico… que sería lo normal, ellos no hombr,e para que; ellos se dedican a deshacerse del muerto y a hacer caso del asesino no sea que se enfade. Y no cuento mas por ser buena persona y dejar el final previsible y simplón al que quiera leer esta novela, allá él. Simple, muy simple.

Pues sí apreciados lectores, sigo enfrascado en la novela policiaca y sigo fracasando la mayoría de las veces, después del periodo navideño entre en un agujero negro de los míos que consiste en empezar como seis libros y no acabar ninguno. Prometo aplicarme y el próximo será una novela histórica que me han regalado, por cierto, gracias a los que nos regalan libros que muchos se creen que no nos gustará que nos los regalen porque como estamos todo el día rodeados de ellos no va a ser un buen regalo y para mí siguen siendo de lo mejor. Gracias.

En fin, a lo que estaba, “Sorry” de Drvnkar, Zoran (quien pronuncie bien el nombre de este hombre merece un monumento), la empecé con la esperanza de encontrar algo nuevo y me dejo frío.

Lo mejor: La portada, llama la atención.
Lo peor: que detrás de esa portada no haya nada más. Nada.

lunes, 24 de enero de 2011

La llave de Sarah


La llave de Sarah, Tatiana de Rosnay, Suma de Letras, 2007
Si a alguien le gustó El niño del pijama de rayas, sin duda este libro le gustará. La llave de Sarah es otra de esas historias conmovedoras y tristes, de las que encogen el estómago. Y que, además, también puedes ver en pantalla grande.
El Holocausto, la opresión, la injusticia, los crímenes y las denuncias en el París de 1942 centran históricamente la vida de la pequeña Sarah, una más de las miles de víctimas de aquel horror.
En la misma calle Saintonge, 60 años después, Julia Jarmond, una periodista americana afincada en Francia, comienza a investigar algunas de aquellas historias hasta verse atrapada en una serie de paralelismos sorprendentes, que marcarán su vida, igual que marcaron la de la pequeña.
Es una historia triste, lacrimosa, a medio camino entre el Diario de Ana Frank y La vida es bella (salvando las distancias). Con el mismo dramatismo, la misma verdad y la misma angustia.
La autora nos lleva de la mano por las vidas de ambas mujeres de forma natural, sin forcejeos. Tiene un lenguaje sencillo y ágil, salpicado de palabras francesas y notas a pie de página. Es un libro ligero, de fácil lectura y apto para todos los públicos.
Lo mejor: Quizá el mayor mérito esté en haber conseguido un buen resultado para una historia que hemos visto muchas veces.
Lo peor: La obviedad del título casi desde el principio le resta algún punto.
Muy recomendable
Virginia

jueves, 20 de enero de 2011

SABER DE VINO EN 3 HORAS; la guía para convertirte en un experto


Federico Oldenburg, Planeta 2011.

Aunque ya en el título aparecen dos mentiras (pues ni se lee en tres horas un libro de casi 300 páginas ni tampoco te convierte en un experto) lo cierto es que es una lectura más que recomendable para todos los amantes del vino y de las relaciones sociales que ello conlleva.

España encabeza el ranking mundial de los países con mayor extensión mundial de viñedo y quizás por eso a los españoles nos gustan tanto los rosados, como los tintos o los blancos, sin olvidarnos de los vinillos dulces y del magnífico cava.

Oldenburg hace un recorrido muy interesante alrededor de todo lo que significa el vino hoy día, pasando por una breve pero enriquecedora historia del vino, de las bodegas, de todas las variedades existentes (que os aseguro nunca pensé que hubiera tantas) así como de temas de profunda actualidad en este mundillo tan interesantes, como lo es el del maridaje. Pero eso sí: desde un lenguaje cotidiano y con toques de humor a raudales, lo que hace que la lectura del libro sea como una buena clase en la universidad: con un profesor que sabe mucho a cerca de lo que habla pero que nos lo hace entender sin aburrirnos y dejando caer alguna que otra sonrisa.

Ya sé que hay mucha gente que cree que eso de los aromas en los vinos a frutas y demás, es una tontería pero os aseguro que, yo que acabo de iniciarme en esto de las catas, os doy un consejo: es mejor parecer un ignorante al respecto que abrir la boca y disipar toda duda. El mundo del vino es alucinante, aunque como todo, no está al alcance de todas las “narices”.

Además, incluye un glosario al final para que sepamos lo que significan todas esas palabrejas que tan de moda se han puesto últimamente.

Y no quiero olvidarme de mencionar, que si os atrevéis con él, es un libro para leer con papel y lápiz: no hay que dejar escapar todos los vinos que nos recomienda.

¡Salud!

jueves, 13 de enero de 2011

Relato Soñado


Arthur Schnitzler, Acantilado, 2008.

Esta novela es una reimpresión de la obra del autor de 1926 y aunque el contexto tiene claros toques de la época, el tema que mueve la obra es actual y lo seguirá siendo siempre, pues no es otro que las pasiones humanas que envuelven y enredan a todos los hombres.

Un médico, Fridolin, felizmente casado con Albertine y con una hija, pasa de ser un hombre modélico a perderse en la lujuria y el deseo sexual ajeno en un abrir y cerrar de ojos. Es tal la pasión que se convierte en obsesión que roza con la mismísima necrofilia.

¿Pero es así o no lo es realmente? ¿Es cierto todo lo que ha ocurrido o sólo es un sueño? Y si hay hechos que sólo son un sueño… ¿Por qué cambian nuestra forma de pensar y nuestra forma de ver a los demás y podemos, incluso, llegar a odiar aquello que tanto queríamos? Todo queda en el aire, igual que un sueño que ha sido interrumpido en el momento más inoportuno.

Son muchas las referencias al sueño en la historia de la literatura y desde luego que Schitzler sabe crear la ambigüedad que pretende a lo largo de toda la novela. ¿Está Fridolin despierto o está soñando que sueña?

Y a mí me sonaba la historia aunque no he visto la película y es que fue adaptada al cine por Stanley Kubrick con el título de “Eyes wide Shut” que seguro conocéis.

Noelia

martes, 11 de enero de 2011

Juliet, desnuda


Juliet, desnuda, Nick Hornby, Anagrama, 2010
Annie y Duncan siguen juntos gracias a la inercia que dan 15 años de relación. Pero acercándose a los 40, comienzan a preguntarse cuál es el motivo por el que, siendo infelices, no deciden buscar todo lo que les falta. A ella, la maternidad; a él, la verdad total y absoluta sobre su cantante favorito, Tucker Crowe.
Quizá sea eso lo único que siguen teniendo en común, el fanatismo por un ídolo venido a menos, desaparecido e improductivo desde hace 20 años, pero que sigue de actualidad para unos cuantos grupies que se niegan a olvidarlo, con la inestimable ayuda de Internet.
Las relaciones entre hombres y mujeres, las diferencias de sus anhelos, la monotonía, el mundo de la música, los cantantes, el fanatismo…
Una de las partes más importantes del libro es el análisis que Hornby hace de los cantantes, las canciones y la verdad de “la parte de atrás”. Y puede resultar decepcionante conocer el origen de una canción, el hastío de un cantante que noche tras noche tiene que repetir las mismas mentiras, o las miserias de su vida privada.
Me ha gustado la historia, aunque hay partes en las que creo que al autor se le ha ido la mano fantaseando, porque muy pocas fans pueden contactar con su ídolo por correo electrónico, contarle su vida, meterle en casa, y poco después en su cama. Y llevarlo con total naturalidad, menos aún.
Ha sido la primera vez que he leído a Hornby, Alta fidelidad será la siguiente.
Muy recomendable
Virginia

lunes, 3 de enero de 2011

Nada es crucial

Pablo Gutiérrez, Lengua de Trapo, 2010.

Cuando abro un libro del que no sé nada espero encontrar, pero rara vez encuentro. Busco sorprenderme, admirarme, emocionarme. Busco algo diferente. Nuevo. Bueno.

Nada es crucial es el título del libro que llevo tanto tiempo buscando.

Nada es crucial es el libro que quería leer y que me hubiera gustado escribir si tuviera la capacidad y la creatividad de Pablo Gutiérrez. Nada es crucial es un libro que comprendo. Habla en un lenguaje propio, rico, hipnótico.

Nada es crucial cuenta la historia de Antonio y Margarita, dos niños que crecen sin que sus padres les presten la atención que necesitan. Lecu y Magui, dos adolescentes que sobreviven entre la soledad y la tristeza. La soledad de los números primos visto a través del vidrio roto de una litrona en un descampado. Basura, suciedad, religión, hediondez, frío, cuerpos, vacas, cuchitriles. Iluminación.

Entra en el ránking de los tres libros que más me han gustado del 2010, con Dublinesca y La luz es más antigua que el amor. Se lo recomendaré a todo aquel que quiera escucharme, aunque me temo que a la gran mayoría de los lectores que me rodean no les gustará. Pero seguiré atenta a Pablo Gutiérrez, porque ha abierto un claro de luz en la tiniebla.