viernes, 5 de febrero de 2016

La buena reputación.

 Ignacio Martínez de Pisón, Seix Barral. 2014.
Samuel Cano vive con su mujer Mercedes y sus hijas Miriam y Sara en Melilla en los años 50. Es un importante miembro de la comunidad judía gracias a las relaciones establecidas por su actividad comercial. Las niñas crecen y la vida de la familia evoluciona; se mudan a la península, las hijas se casan, nacen y crecen sus hijos…  Junto con el retrato de la familia, asistimos también a los cambios que va viviendo la sociedad española. Ambientada entre Melilla y Zaragoza, con episodios en Málaga, los nietos se verán forzados a enraizar con el pasado de sus abuelos, cerrando un círculo donde uno se pregunta en qué consisten las herencias y cuánto de lo que somos nos viene de los nuestros.
Estructurada en cinco partes, cada una con el nombre de un personaje, asistimos a su evolución, su grandeza y progresiva decadencia, el deterioro de las relaciones entre ellos, la evolución de sus raíces… La buena reputación refleja magníficamente la complejidad con la que se entretejen los lazos familiares, que intercalan ternura y mezquindad, nostalgia y desapego, sabiduría y culpa. Construye un retrato íntimo de la personalidad con el que es muy fácil empatizar, y vemos cómo los personajes se van quedando solos, cómo bregan con una rutina que no les gusta, incapaces de cambiarla.
Es una de esas novelas que deja huella, cuyos personajes nos acompañarán tiempo. Y es un regalo con el que quedar bien y acertar con seguridad.

Y como García Montero lo cuenta mucho mejor que yo, aquí os dejo la reseña que publicó en Infolibre: http://www.infolibre.es/noticias/opinion/2014/08/17/la_buena_reputacion_20654_1023.html