viernes, 24 de enero de 2014

El paciente


 Juan Gómez-Jurado.  Planeta. 2013
Cuando uno lleva una mala temporada lectora, siempre es un lujo volver a encontrar un libro de Gómez-Jurado, sabes que vas a tener en tus manos un lujo de entretenimiento y buen hacer que te atrapa como pocos lo consiguen.


Hace un par de semanas el autor nos regaló los primeros 6 capítulos y consiguió que los leyera de un tirón, sin parar, en la minipantalla de mi móvil, algo que nunca he hecho ni creo que repita porque corro el riesgo de quedarme más miope aún. Pero es que no podía dejarlo necesitaba saber qué le iba a pasar a ese pobre padre,  David (léase en inglés, porque el prota vive en Washington) que recibe la noticia de que un zumbado,  el malo, malísimo señor White ha secuestrado a su hija. Hasta ahí todo normal. Bueno normal, no nos pasa a todos todos los días pero quien comienza una novela de intriga pues se arriesga a esto. Pero el meollo comienza cuando la condición para que su hija siga viviendo, es simple, sencilla: que el paciente que tiene que operar David el día siguiente no salga vivo de la operación. Un paciente que no es un cualquiera. Es el mismísimo presi de los EE.UU. El Emperador del mundo vamos. Casi nada.

No sólo te tragas esos primeros capítulos en veinte minutos sino que siguen uno tras otro devorando una novela que visualizas como película, buena película en cada párrafo. Con un lenguaje con memorables referencias al mundo en que vivimos, a la actualidad y con una forma de escribir que, al menos a mí, me parece tan agradable y ágil que no puedo hacer otra cosa que recomendárosla.

Desde su primera novela pienso que este escritor tiene un don. Conseguir que se te borre de la mente tu mundo y te metas al cien por cien en la novela.

Por cierto, vosotros que haríais: cargaros al presidente del país más poderoso del mundo o dejar morir  a tu hija. La decisión parece fácil ¿no?  ¿Y las consecuencias? ¿Los remordimientos?... no es tan fácil no, comprobadlo.

Lo Mejor: Saber que esto no puede acabar bien y encima, disfrutarlo. J
Lo Peor: Que hasta dentro de un par de años no habrá más Gómez-Jurado. Bueno siempre podemos releer El emblema del traidor o la leyenda del ladrón.
     

sábado, 18 de enero de 2014

Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo

Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo, Elvira Sastre, Lapsus Calami, 2013
¿Algún lector de poesía en la sala?
El invierno invita al verso así que…anímense!
Elvira Sastre, una joven desconocida para algunos, cuenta tan sólo con un par de décadas a sus espaldas (esas a las que tanto le gusta escribir…), pero con la cantidad de seguidores suficiente (blog, redes sociales varias y circuito poético madrileño) como para que una editorial como Lapsus Calami haya decidido premiarla, premiarnos, con la edición por fin de una selección de sus textos junto a un puñado de ilustraciones a cargo de Adriana Moragues que “garabatea” rimas con lápiz certero. (de momento el libro está sólo disponible a través de la web de la editorial, esperemos encontrarlo pronto en librerías)
Cuarenta y tres maneras de soltarse el pelo es una declaración de amor y desamor por capítulos, en diferentes personas o siempre en el mismo error, que para eso nos encanta fallar; de heridas en la coraza y puñaladas a traición; de paseos por Madrid, de echar de menos y de querer de más…
Elvira Sastre es lírica ágil, fresca, moderna y atrevida, sin tapujos, de las que llaman a las cosas por su nombre, a la altura de cualquiera de los autores que remueven y renuevan el ambiente poético actual, véase Escandar Algeet, IreneX o Marwan.Y si Benjamín Prado la respalda…a eso no podemos decir que no.
Si quieren leer sus vidas, las de todos, en verso, léanla a ella, porque no les conoce, pero les aseguro que sabe de sus desventuras y las ha puesto en papel para el disfrute o la autocompasión. Elijan.
No duden en leerla señores, no defrauda
Virginia



domingo, 12 de enero de 2014

Las mentiras del cine bélico

De Troya a Gladiator. Guillermo Díaz. Sherpa 2013

      Feliz nuevo año lectores. Una vez envueltos (y desenvueltos) todos los regalos, hechas todas las devoluciones y colocado cada rincón de las respectivas librerías, es hora de volver a la maravillosa rutina de leer.

     En esta ocasión os recomiendo un paseo por un libro divertido y curioso. En “las mentiras del cine bélico”, Guillermo Díaz nos pasea por aquellas trolas que nos meten los directores de las grandes superproducciones de cine y que muchos nos tragamos sin pestañear y nos explican de forma muy divertida la realidad de cada uno de los periodos históricos en los que se desarrollan las respectivas pelis.

   Nunca os habéis preguntado si el desembarco tipo Normandía de la película Troya fue así, como se ve en la pantalla, porque en toda Grecia, en aquellos años, no había tanta gente como el director nos enseña.
    ¿La forma de luchar con taparrabos en 300 y con litros de aceite brillante era lo que sucedió en la batalla de las Termópilas? ¿Oliver Stone en Alejandro Magno nos muestra las batallas como eran en realidad en las conquistas del gran emperador? ¿Llevaba ese pelucón rubio tan… extremo realmente Alejandro? ¿Fue tan bueno y majete Espartaco en realidad como aparece en la película de Kubrick , murió así como lo vemos en el clásico el libertador de esclavos? ¿Existió en realidad el gladiador Hispano que refleja Gladiator? ¿Era tan malísimo el emperador Cómodo, existió este hombre, bajaba a luchar con gladiadores en la realidad?... Todas estas y cientos de preguntas más nos las resuelve el autor en un merecido homenaje al cine bélico clásico y actual que hace de este libro un imprescindible para todos los que gusten del cine y sobretodo de la historia real.

Lo Mejor: la forma tan amena de escribir cada capítulo, nos hace aprender con la sonrisa en los labios y eso se agradece.
Lo Peor: Que no venga con un DVD con las 5 películas que narra el libro para ir viéndolas en cada capítulo.
Para rematar la recomendación os dejo un acceso a unprograma de radio con una larga entrevista al autor. Fue la grabación culpable de que yo lo leyera. Espero que os guste tanto como el libro.
Disfrutad.

miércoles, 8 de enero de 2014

Yo fui a EGB

Yo fui a EGB, Jorge Díaz y Javier Ikaz, Plaza y Janés, 2013
Lectores Feliz Año! Os tenemos un poquito abandonados, pero es que las últimas semanas del año siempre son complicadas para los libreros, muchas cartas de Reyes y Papá Noel que atender, ya sabéis.
Pero aquí estamos de nuevo, un año más, para seguir comentando casi todo lo que pasa por nuestras manos.
Y de manera casi obligada hay que empezar por el que, sin duda, es uno de los libros de las Navidades´13, Yo fui a EGB. En realidad más que un libro esto es ya todo un fenómeno que avanza por las redes casi a la misma velocidad en que se agotan los ejemplares de cada edición.
¿Qué vamos a encontrar en este libro? Un puñado de recuerdos de “aquellos maravillosos años” que nos vieron crecer. Fotografías, comentarios, dibujos… En estos días de tanto trabajo daba gusto comprobar (casi como estudio sociológico) que casa persona de entre 30 y 45 años que cogía el libro acababa sonriendo disimuladamente según pasaba las páginas o comentando con sus acompañantes un… “esto lo tenía yo!!!!!”. Y es que Yo fui a EGB es un álbum de nuestras infancias, de los juguetes que tuvimos o soñamos, de la tele que se veía entonces, de los viajes en 850 con los cassettes de Arévalo, la Superpop, los juegos de los recreos, los Phoskitos, la vajilla Duralex que había en todas las casas, el Cinexin…
Creo que ni los autores se esperaban un éxito como el que están teniendo, pero desde luego que merece la pena volver a recuperar, al menos en papel, algo de todo aquello que fue nuestra vida y que los años, las limpiezas o los hermanos pequeños hicieron desaparecer.
Un regalazo para nostálgicos que saca una sonrisa casi sin querer. Qué bonito volver por unas páginas a la inocencia y la felicidad de aquellos días!
No dejéis de comprarlo, no defrauda
Y seguid disimulando que sois buenos que sus Majestades aún andan cerca
Virginia