martes, 29 de diciembre de 2009

Una disculpa y una explicación...

... para nuestros improbables lectores, que estarán pensando aquello de que el que fuerte empieza pronto afloja. Las Navidades, época de ilusión y tiempo libre para muchos, son para nosotros sinónimo de mucho trabajo, agotamiento y dificultad tanto para leer como para escribir. Así que sed generosos, tened un poco de paciencia, y prometemos que a partir del 7 de enero retomaremos este lugar de encuentro.

¡Felices fiestas, y feliz año nuevo de parte de todos los que hacemos Al fondo a la derecha!

domingo, 20 de diciembre de 2009

La Trilogía de Nueva York, Paul Auster.


Anagrama, 2000


Hace tiempo que me venía rondando por la cabeza hacerme Austeriano, es decir, lector compulsivo de Paul Auster, como conocía a muchos que obra que salía, obra que se compraban, me decidí por La trilogía de Nueva York.

Si tengo que resumir mis impresiones de las tres historias, podría decir que no me han enganchado como yo esperaba pero tampoco ha sido una enorme decepción. Cojo como ejemplo la primera, Ciudad de cristal, donde el autor nos relata la locura de un escritor cuya vida cambia cuando recibe una llamada telefónica que ni siquiera era para él. Como las casualidades de la vida y la necesidad de cambio de las vidas de las personas hacen adentrarse tanto en otra existencia que no es la suya que llega a destruirle

Auster consigue significativamente describir las sensaciones y angustias del protagonista, sus descripciones son bastante notables; pero ( siempre tiene que haber un pero no ), en mi opinión no logra llenarme con la historia. Casi desde las primeras páginas me huelo los finales y eso es triste.

Prometo dar alguna oportunidad más al estadounidense, creo que lo intentaré con su última obra, Invisible o con alguno otra que me han recomendado. Pero tristemente no ha conseguido que me leyera el libro de un tirón como suelo hacer y eso, es un negativo en su nota final ( o en la mía ).

Sigo buscando un libro que me vuelva a apasionar. ¿Alguna sugerencia?


Óscar

martes, 15 de diciembre de 2009

El libro de la venganza

Benjamin Taylor, Mondadori, 2009.

Llego a este título después de leer un par de reseñas muy elogiosas (una de ellas, de Fresán). Según lo acabo, busco de nuevo textos que lo alaben para intentar comprender dónde está ese mérito del que hablaban y que yo no he sabido encontrar.

Gabriel Geismar es hijo de un rabino rígido y cruel y un ama de casa resignada y cuando llega el momento de partir a la universidad siente que es una liberación alejarse de ellos. Deseoso de abrir sus perspectivas y encontrar en ese lugar el conocimiento que tanto le apasiona (astronomía, matemáticas, física...), allí conoce a Marghie y Danny, unos mellizos fascinantes que le introducen en su mundo. Gabriel se enamorará de Danny y Marghie de Gabriel, y en este doloroso triángulo tendrán también un papel importante los padres de los hermanos, Grisha y Lilo, un Nobel de física y su carismática mujer. Gabriel cree encontrar a la familia que debió tener y los Hundert le acogen como uno más.

Los años pasan, se suceden los amantes, los estudios, Gabriel asciende en la universidad, Marghie monta un cine, Danny inicia una huelga de silencio por motivos políticos y Lilo hace frente a la demencia que apaga a Grisha poco a poco. Con ellos, Gabriel comprende que quizá su familia no fue tan mala, y que quizá las cosas debían haber sido de otro modo.

Entremezcladas con la trama argumental, frecuentes reflexiones sobre la ciencia, las estrellas, la familia, la culpa, el destino, el bien y el mal y otras cuestiones básicas, para mí difíciles de seguir por carencia de contenido o por exceso de divagación.

No puedo sino preguntarme qué vieron los demás que yo no conseguí ver. Quizá es mi poca familiaridad con la literatura americana. Tal vez mi poco conocimiento de la novela de "marca judía" (Philiph Roth, Bellow...). Quizá mi aburrimiento con libros de protagonistas científicos que reflexionan sobre temas técnicos. O quizá, simplemente, ceguera. Pero yo no lo recomiendo.
Iris.

martes, 8 de diciembre de 2009

El símbolo perdido

El símbolo perdido, Dan Brown, Planeta

Después de haber recorrido, de forma trepidante, París, El Vaticano, Canadá y España junto a Dan Brown, llegamos a Washigton. Y lo hacemos de la misma forma que en anteriores ocasiones. O peor... y me explico.

Robert Langdon (milagrosamente vivo aún) se enfrenta de nuevo a un cóctel de secretos milenarios, incógnitas, sociedades secretas, muertes, nocturnidades (y alevosías); y siempre bien acompañado por un "maestro" y una apuesta señorita, conocedores ambos de valiosas respuestas a todas sus preguntas.

Vivimos doce horas de idas y venidas sin respiro que, inevitablemente (y como en anteriores ocasiones) terminan con un final feliz y con todas las cartas sobre la mesa.

Pero no contento con esto, Brown nos ofrece veinte páginas finales de divagación sobre Dios, la creación del mundo, el "yo", la religión... con los protagonistas (exhaustos) admirando desde la cúpula del Capitolio el amanecer de un nuevo día (por fin!!) que más me recuerdan a ciertas ilustraciones de El Principito, que al final de una aventura "real". ¿Os imagináis en vuestro recorrido turístico por la ciudad, alzar la vista a la cúpula y encontraros allí a dos destartalados investigadores?.

Dan Brown consigue mantener entretenido al lector, pese a la predecible dualidad entre ciencia y religión, los ya sabidos errores de documentación histórica en los que incurre, sus altivos deseos (o no) de remover conciencias o, al menos, de replantear la historia mundial a golpe de ficción, demasiada ficción.

Creo que esta vez su fórmula ha dado de sí todo lo que tenía.

Es un libro continuísta, en la línea de los anteriores. Apto para quien quiera volver a sumergirse en la masonería y sus misterios de la mano de Robert Langdon, sin más pretensiones. Un libro líder en ventas gracias a importantes campañas de marketing, bien pensado como regalo para las fechas que se aproximan, y en tapa blanda, para aliviar el bolsillo en estos tiempos de crisis.

Para mí, admitiendo que la historia engancha (igual que lo hicieran las anteriores), ha sido un poco decepcionante no encontrar nada nuevo y llegar al final con un sermón desde el púlpito que desmerece la ficción. Me quedo con El Código Da Vinci, sin duda.

Virginia

sábado, 5 de diciembre de 2009

A pleno sol

Patricia Highsmith, en "Tom Ripley", Anagrama, 2009.

"A pleno sol" es la primera de las cinco novelas que Patricia Highsmith construyó con un mismo protagonista, Tom Ripley, y que Anagrama recuperó hace meses para estrenar su colección "Otra vuelta de tuerca" (la roja), marcada por la filosofía de rescatar textos publicados hace años de calidad especialmente significativa y que hoy son difíciles de encontrar.

Al publicar este libro Anagrama nos pone encima de la mesa un volumen de 1275 páginas en tapa dura. Sin prólogos y sin epílogos. Es muy pesado y difícil de manejar. Físicamente está mal planteado, pues duelen las muñecas al leerlo. Yo echo en falta unas palabras de algún crítico que nos comente el impacto que tuvo este personaje, su salto al cine, su huella en la literatura actual. Pero comprendo que, por extensión, era difícil de incluir.

Y aprovecho para pedir una reflexión sobre la moda actual de agrupar la obra de un autor (otro ejemplo es el reciente "Todo Marlowe" de RBA, también inmanejable, ni hablemos de la variedad de recopilaciones de Poe surgida por el centenario...), que aunque abarata precio, provoca libros muy incómodos y que colapsan nuestros anaqueles.

Pero vayamos al texto.

Tom Ripley es un joven americano al que aborda Herbert Greenleaf en un bar para pedirle que viaje a Europa con el propósito de convencer a su hijo Dickie, que reside en Italia, de que vuelva a casa a vivir con sus padres, puesto que su mujer está gravemente enferma. Dickie y Tom apenas se conocen, pero Herbert cree que están muy unidos. Tom le sigue la corriente y Herbert se ofrece a financiarle el viaje.

Y así nos presentan al protagonista: con grandes dotes de adaptación, con capacidad para percibir las oportunidades, con inteligencia para llevar a su interlocutor al lugar al que a él le interesa, con mucha caradura.

Tom viajará a Italia y este libro narra su relación con Dickie y su entorno, la transformación que provocan en Tom y sus consecuencias.

Tom Ripley es un personaje indudablemente carismático. Narrado en 3ª persona, le seguimos tan de cerca que no podemos evitar empatizar con él. Sin embargo, tiene graves problemas psicológicos que no sabría definir (de ahí mi interés por una nota crítica: ¿psicópata? ¿sociópata? ¿trastorno de personalidad?) y entra en una escala de mentiras y usurpaciones de la que no será sencillo escapar...

Protagonista sólido, magníficamente construído, manipulador, verosímil y complejo. Fascinante.
Acercaos a él. Os encantará leerle y comprobar (espero) que no tenéis a nadie como él cerca...
Iris.

viernes, 4 de diciembre de 2009

MALDITO KARMA


David Safier, Seix Barral 2009

Me apetecía cambiar un poco de registro y me llevé este libro, básicamente porque me hizo gracia la portada y el título (¡qué influenciable parezco!) pero la gracia no termina ahí sino que no hace nada más que empezar.

La primera frase del libro es genial: “El día de mi muerte no tuvo ninguna gracia” y sigue “Y no sólo porque me muriera. Para ser exactos, eso ocupó como mucho el puesto número seis de los peores momentos del día”. Y ante esto, uno se pregunta: ¿Puede ocurrirte algo peor que morirte? Pues sí, y de eso va la historia de la protagonista: Kim Lange, una famosa presentadora de la televisión alemana que cuando está en su mejor momento profesional, muere aplastada por el lavabo de una estación espacial rusa que cae a la tierra sin desintegrarse. A partir de este momento, comienza a reencarnarse y empieza a darse de cuenta de que si quiere volver a ser humana, tiene que acumular buen karma, tal y como le indica el mismísimo Buda desde el más allá.

Escrita con un lenguaje muy actual, es una novela ágil y divertida salpicada de ironía y con la que pasar un buen rato, sin olvidar la moraleja que está bien presente a lo largo de toda la obra: nos hace reflexionar a cerca de cuáles son las prioridades de nuestra vida que realmente merecen la pena y cuáles no; cómo no sabemos lo que tenemos y lo afortunados que somos hasta que lo perdemos.

La recomiendo a todos aquellos, sobre todo a las mujeres, a quienes les apetezca una lectura ligera cargada de un humor muy actual.




Noelia

miércoles, 2 de diciembre de 2009

El corazón helado - Almudena Grandes.


El corazón helado de Almudena Grandes. Tusquets Editores.
Se que no es ninguna novedad, puesto que es una novela editada en 2007. Pero quería ponerla aquí en contraposición a la anterior de Muñoz Molina. Por varias razones: un autor español con una novela de más de 900 páginas sobre la temática de la guerra civil española.

La herencia, las disputas, las venganzas, las traiciones, las pasiones, las ausencias, los recuerdos… todo lo que en la posguerra se dejó sin cerrar sigue abierto en la actualidad.

La primera página nos narra el entierro de Julio Carrión, patriarca de la familia, padre de Alvaro Carrión que acude al entierro y es allí, donde empezará a darse cuenta de que su padre no es lo que parecía. Su vida estará ahora, más que nunca, unida a la de su padre para siempre. No se puede imaginar hasta que punto…

La autora consigue en las mil páginas ir captando al lector de una forma apasionante, te vas llenando de ellos, vas sintiendo sus vidas. Es, de las últimas novelas que he leído, sin duda, una de las que más me llenó.
Creo que se puede resumir con la mejor sensación que te puede dejar un libro: me dio pena que se acabara.

Almudena Grandes tiene en mi opinión obras muy buenas: “Malena es un nombre de tango”, regulares: “Castillos de cartón”; horrorosas: “Te llamaré viernes” y una obra maestra: “El corazón helado”.

“El corazón helado” es el ejemplo perfecto para ver como una novela de inmensas dimensiones puede ser apasionante, vibrante, sentida y completa. Os la recomiendo 100%.

Lo mejor: La forma en que Almudena Grandes te mete en la historia. La pasión en cada una de sus paginas. La vida presente y pasada fundida en negro sobre blanco.

Lo peor: La inmensa cantidad de personajes que tienes que ir “familiarizando” mientras avanzas en la historia. Recomiendo leerla con un folio al lado.
Óscar.