lunes, 29 de agosto de 2011

Hermanos de sangre


Hermanos de Sangre. Stephen E. Ambrose. Inedita. 2008.


Una de mis pasiones, la segunda guerra mundial. Años dedicados a estudiarla y a intentar comprender lo incomprensible, la mayor barbarie del siglo pasado


Hermanos de sangre lo tenía en casa hace tiempo y al empezar tuve la sensación de que era algo especial. La guerra narrada en primera persona, por las bocas de quienes estuvieron allí, de los jóvenes que dejaron sus mejores años para luchar contra el nazismo en Europa o en las playas del pacífico. Futuros abogados, empresarios, comerciantes… que se colocaron un uniforme que les cambió la vida o con el que serían enterrados o abandonados en tierras desconocidas.


Ambrose nos descubre los desgarradores recuerdos de la compañía Easy del 506 regimiento de la 101 división aerotransportada del ejército americano. Todos se presentaron voluntarios después de Pearl Harbor. Formaron una compañía de paracaidistas que desperdigaron por la costa normanda en el día D que lucharon en la operación Market-Garden, liberaron Holanda o sufrieron la batalla de las Ardenas; donde murieron por fuego enemigo o por congelación entre la nieve más de 40.000 soldados de ambos bandos. 40.000… toda la población de Soria, por ejemplo, asesinada en un mes.


Este libro nos ayuda a ver que detrás de esas cifras hay vidas, personas, jóvenes que no tuvieron la suerte de nacer en el mejor momento y que cuando narran sus recuerdos, con más de 80 años, siguen negando la etiqueta de héroes, y siguen afirmando que los verdaderos héroes son los que quedaron allí.


“Me preguntaba si en nuestra patria sabrían algún día lo que a sus soldados les había costado ganar esta guerra; Como podría saber nunca nadie el precio que habían pagado los soldados en terror, agonía y sangre derramada sin haber estado en sitios como Normandía, Bastonie o Haguenau.”


Lo Mejor y lo Peor: Que libros como estos tengan que ser escritos para reavivar la memoria de personas que dieron su vida para que hoy podamos vivir en paz y libertad; cuando nunca debieron ser olvidadas.


viernes, 26 de agosto de 2011

El libro de las almas


“El libro de las almas”. Glenn Cooper. Grijalbo 2011.
Creo que dije alguna vez por aquí que estaba deseando tenerlo entre mis manos y disfrutarlo. Hace un par de días lo conseguí y no he parado hasta hoy mismo. Que yo recuerde es de los libros que menos me han durado.

Esta continuación de “La biblioteca de los muertos” remata una historia que ya en su comienzo merecía la pena. Me abstengo de contar casi nada del argumento porque éste es uno de esos libros de los que cuanto menos sepáis mejor. Simplemente, leedlo.

Os dejo unas pinceladas:
Una biblioteca medieval en la que miles de volúmenes indican fechas de nacimiento y muerte de la humanidad entera.
Esa biblioteca acaba en una fecha… ¿El fin del mundo?. 2027…

Pero más allá de argumentos es una novela muy entretenida y eso, como sabéis, es el mayor mérito que doy a un libro.

Adoro al protagonista, Will Piper, mujeriego, exalcoholico, juerguista, imperfecto… lo más lejano de esos “superpolis” que dar arcadas de lo perfectos que son.
Si tenéis que recomendar un libro que os desconecte del mundo recomendar éste y si no se han leído el anterior, que empiecen por “La biblioteca..”

Lo mejor: Volver a sentir el placer de que un libro te enganche.
Lo peor: Tener que esperar muchos meses para leer el próximo libro de Cooper, en Octubre sale en inglés: “The devil will come”. Que se lo apunten los políglotas.

Sed buenos.

jueves, 25 de agosto de 2011

No me iré sin decirte adónde voy


No me iré sin decirte adónde voy, Laurent Gounelle, Planeta, 2011
Cuando vi este libro en una de nuestras estanterías destacadas me llamó la atención: un dibujo infantil, la Torre Eiffel y un monigote gracioso en un taxi. Una portada desenfadada casi siempre presenta un libro desenfadado, perfecto para el verano y la piscina. Menos en este caso. Me dejé llevar por la apariencia y me equivoqué, no era lo que yo esperaba encontrarme.
Laurent Gounelle, desconocido para mí, es el autor de El hombre que quería ser feliz, un libro de autoayuda en que se explican conceptos básicos de coaching, PNL y terapias personales en las que él mismo trabajó y que le ayudaron a cambiar su vida.
Y No me iré sin decirte adónde voy es más de lo mismo disfrazado de narración. Alan Greenmore es un hombre joven, marcado por una infancia difícil y una orfandad temprana que le llevan a comportarse siempre según lo que los demás esperan de él, sacrificando su propia voluntad, si es que la tiene. A través de un misterioso gurú que le descubre en una lluviosa noche al borde del precipicio de la Torre, comienza un viaje por su propia existencia, enfrentándose a sus miedos, sus comportamientos y sus límites.
Gounelle nos habla de optimismo, superación y crecimiento personal para, finalmente, ser capaz de elegir y buscar la felicidad de forma consciente y voluntaria. Es verdad que nos sorprende con un final inesperado, pero poco más. Mucha teoría, mucho vaso medio lleno y consejos difíciles para poner en práctica cuando las cosas no van bien.
Quería una historia graciosa, de esas que te sacan la sonrisa en la tumbona y con las que no necesitas concentrarte mucho para seguir el hilo mientras los niños de la familia de al lado corretean a tu alrededor y he leído una historia bien contada, un poco fantasiosa, demasiado optimista y con un bonito final que te deja igual que cuando empezaste aunque haya párrafos que todos deberíamos copiar cien veces en esos días tontos.
Lo mejor: el final. Se sale de la línea del libro y sorprende.
Lo peor: no encontrar lo que quería.
Virginia

martes, 16 de agosto de 2011

El contrato


“El contrato”. Lars Kepler. Planeta. 2011.
Siguiendo con mis policiacas, me pasé parte de las vacaciones subiendo y bajando “El Contrato” a la piscina. Había leído o mejor dicho, devorado “El hipnotista” primer libro de este matrimonio que escribe bajo el seudónimo de Lars Kepler , como ya dije en su día aunaba perfectamente la emoción y la intriga, pilares vitales en toda buena novela policiaca, que el texto te atrape sin piedad.
En esa novela había dos personajes principales, Erik Maria Bark , el hipnotista del título, el gran protagonista, un hombre al que la vida le dará la oportunidad de resarcirse de sus penas y demostrar su valía. Y Joona Lima el policía que intentaba resolver el caso, un personaje mucho mas vacuo, insulto, triste, del que apenas conocíamos nada de su vida y lo que es peor, no nos apetecía nada conocerlo, para mí era el secundario de esa novela.

Pues bien, ahí va la pregunta… en una segunda novela ¿qué personaje elegiríais para protagonizarla: el bueno no?, ¿Erik no? ¿El hipnotista no?... pues no. Aquí los Ropper de la literatura policiaca del frío eligen a Joona Lima, el soso, el triste, el que no me importa nada ni me aporta nada y le ponen como gran protagonista de esta historia que pasa totalmente sin emoción ninguna e intriga muy floja. Sin los dos pilares principales, las casas se caen. Y esta no estuvo bien construida desde el principio.

El argumento es tipo “Vidas cruzadas” de Altman, personajes totalmente diferentes con historias que se unen según va transcurriendo la novela. La venta ilegal de armas a países en conflicto, son el nexo de unión entre la protagonista, Penélope Fernández (bonito nombre sueco) y los políticos y empresarios encargados de hacer ese comercio bélico. Los segundos se encargaran de hacer la vida imposible a nuestra sosa protagonista. Y ya. No hay más.

Lo mejor: Lo mejor fue la primera novela “el hipnotista”.
Lo peor: Que mientras lees se te va la mente a la lista de la compra, a lo que tienes que hacer para cenar, a porqué le dejan sacar otro disco a Amaral… en fin a cualquier cosa menos a la historia que te está contando.

lunes, 15 de agosto de 2011

Biografía del hambre


Biografía del hambre, Amelie Nothomb, Anagrama, 2006
Supongo que habrá muchas maneras de contar tu infancia y escribir tu biografía, pero ésta no me convence. Biografía del hambre es un recorrido excéntrico y original por los primeros años de la excéntrica y original Amelie Nothomb.
Desde las primeras páginas nos encontramos con un diario que curiosamente empieza hablando de la República de Vanuatu y su abundancia, nada de nacimiento, ni familia ni convencionalismos...
Y a partir de ahí se centra en el hambre, al que confiere personalidad y muchas aristas. Se puede estar hambriento de cualquier cosa, no sólo de alimentos, y el hambre es, para ella, sinónimo de vacío, de deseo, de búsqueda. Fue una pequeña niña belga, japonesa de nacimiento, viviendo en Hambre constante, y nos lo cuenta convirtiéndolo en escenas surrealistas y batallitas con chispa.
Pero es verdad que de vez en cuando se le escapa la vena seria, o adulta, y nos habla de Rimbaud, de su lectura del Conde de Montecristo con 6 años (eso es precocidad o capacidad, no sé) y de los momentos políticos y sociales de cada uno de los países en los que vivió con su familia.
Poco más que contar. Una disertación “curiosa” presentada con una foto de ella misma para la portada y alguna reflexión interesante.
Debe ser que como el apetito no es una de mis virtudes no he sabido apreciar la calidad del libro y la profundidad de la metáfora. Parece que Estupor y temblores o la Metafísica de los tubos son mucho más apreciados entre sus fans, así que quizá le dé una segunda oportunidad de aquí a un tiempo.
Podría haber pasado sin leerlo.
Espero vuestras opiniones
Virginia

domingo, 14 de agosto de 2011

En el país de la nube blanca


Sarah Lark, Ediciones B, 2011

Siempre me apetece viajar y tengo pensado ir a medio mundo en cuanto tenga la posibilidad, pero desde que he leído esta novela, me apetece muchísimo ir a Nueva Zelanda: ese país que muchos recordamos por ser donde se rodó El Señor de los Anillos y para mí, a partir de ahora, el país de la “nube blanca”.

Aunque no me lo compré muy convencida del todo (pues es un tocho de casi 800 páginas y me gusta leer libros menos voluminosos) ha sido desde luego todo un acierto como lectura veraniega.

Helen y Gwyn, dos mujeres jóvenes que por diversos motivos, se ven embarcadas hacia Nueva Zelanda, ese país desconocido a finales del XIX, con un destino “planificado” pero incierto a todas luces al fin y al cabo. Lucharás con las protagonistas, odiarás a Gerald Warden y aún más a Paul Warden, sentirás curiosidad por James Mckenzie y compasión por Lucas Warden. Estamos ante una novela de grandes familias con grandes sentimientos y grandes rencores. Y es que, a veces, el destino de las personas permanece unido para siempre.

Hacía mucho que no me topaba con una saga familiar tan intensa como esta que tendrá segunda y tercera parte, con lo que espero que enganchen tanto como la primera.

La cultura maorí que aparece mencionada en la portada está ahí, como telón de fondo sobre el que se construye la historia sin más. Creo que en la segunda parte, estará más presente y hasta aquí puedo leer….

Absolutamente recomendada

Noelia

viernes, 12 de agosto de 2011

Yo confieso

Jaume Cabré, Destino, 2011. A la venta el 2 de septiembre.

Llevo un par de semanas viviendo en el despacho de Adrià Ardèvol, rodeada de sus libros, charlando con su amigo Bernat y con su mujer Sara. Le he acompañado en sus estudios y en la redacción de sus ensayos. Le he visto acariciar sus objetos y recrear la vida que han vivido, a través de los siglos, hasta llegar a sus manos. Completamente absorbida.

He paseado junto a un monje que miraba por última vez el monasterio en el que llevaba treinta años viviendo y que tenía que abandonar por haberse quedado solo. He tocado la madera con un cantador que sabe distinguir qué árboles proveerán la mejor materia prima. He moldeado un violín que tendrá un nombre propio. He estudiado Teología en la la Pontificia Universitá Gregoriana de Roma. He sentido el pavor de la bella Amani cuando un hombre ha entrado en su casa y la ha arrancado la ropa. He asistido a clases de alemán, y hebreo y arameo, y de violín. He luchado junto a los partisanos serbios y he sufrido los horrores de un campo de concentración. He visitado el hospital que un médico anciano ha fundado en el Congo para personas sin recursos. He entrado junto a los guardias de las SS en casa de una familia judía, en mitad de la cena, y los he subido a un camión.

Esta es una novela larga, poblada por multitud de personajes e historias, cruzada por hilos conductores que reaparecen periódicamente y que nos conduce a preguntarnos sobre el bien y el mal. Especialmente sobre el mal: su sentido, su explicación. Y con él, la culpa, el perdón, el sufrimiento, la expiación.

Es emocionante y tierna, y guardaré ciertos episodios en la cajita de los tesoros, porque consiguieron que abriera mucho los ojos y se me dibujara una sonrisa cómplice. Pero es también una novela dura, que nos recuerda que el ser humano es capaz de hacer mucho mal, y que se pregunta si ésa es nuestra naturaleza y hasta qué punto es difícil que ese lado oscuro salga a la luz. A mí me ha gustado mucho, especialmente por su capacidad para evocar la satisfacción que provocan la cultura y el estudio. Ojalá provoque la repercusión que merece, aunque creo que su gran tamaño puede ser un freno para su difusión.

Pdta: si alguien lo lee, me gustaría comentar las páginas finales, Bernat y el libro. ¿Qué os ha parecido? ¿Os ha sorprendido, os parece que cuadra con el personaje? ¿todo es una continuación, y ellos perpetúan la historia de Gertrud Sikemae?

martes, 9 de agosto de 2011

Rosalie Blum

Camille Jourdy, ed. La Cúpula, 2009-2010.


Os propongo una lectura genial para verano: una novela gráfica (¡sorpresa!, no diréis que no insisto...) Entretiene, ligera pero no vacía, es bonita, provoca sonrisas, tiene grandes dosis de ternura y deja una huella en la que uno sigue pensando semanas después de haberla acabado...
Os presento a Vicent: treinta y tantos, peluquero por herencia paterna, abandonado por su novia que se ha ido a la capital y marcado por una madre medio loca y muy posesiva (para mí, el personaje más fascinante del libro). Vicent está muy solito y muy aburrido. Un día le llama la atención la dependienta de una tienda: le suena, la conoce de algo. La sigue para ver si la ubica y así sale de dudas. Y ella le empieza a intrigar: parece muy sola, muy desdichada. Seguirla se convierte en su forma de acompañarla. Vicent es consciente de que lo que hace no tiene sentido y que se está convirtiendo en algo parecido a un acosador, pero ella está tan triste....
Y hasta aquí puedo leer. Os garantizo sorpresas, sonrisas, giros argumentales y mucho enganche. A mí me ha encantado. Coge una historia sencilla, la amasa y la convierte en fascinante, con tan sólo unos pocos personajes y el punto de vista como andamio. Genial.
Lo mejor: que uno no puede dejar de leer. Que querría conocerlos. Excepto a la madre, que me encanta, ¡pero no la quiero ni de vecina!
Lo peor: que uno no puede dejar de leer, y no son libros tan fáciles de encontrar. Tres libros en tres días. Avisados quedáis: si cogéis el primero, aseguraos de que tenéis los otros dos cerca.

sábado, 6 de agosto de 2011

No abras los ojos

No abras los ojos. John Verdon. Roca. 2011.

Esta entrada tiene datos sobre el primer libro de Verdon “Sé lo que estás pensando”, así que si te lo quieres leer no sigas. Esto es spoilerrrrrrrrrrrr; del inglés spoil, o sea, echar a perder. Os dejo la reseña que publicamos de ese primer libro.
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Vuelve David Gurney y Madeleine, su mujer, vuelve las comidas de cabeza del mejor investigador de la historia de Nueva York.
La pareja, tras la prejubilación de David después del caso resuelto en “Sé lo que estás pensando”, vive apaciblemente contemplando la crecida de las margaritas, viendo asomarse los animales salvajes hasta la valla de su hogar, midiendo cuanta cantidad de abono necesita esta planta y cuánto esta otra, escuchando el viento acariciando las montañas… Pero David es un hombre de acción, lleva toda la vida recorriendo las mentes asesinas y necesita volver a la vida real. La llamada de un antiguo compañero contándole el asesinado de una novia rica el mismo día de su boda… no entro en más detalles por si estáis comiendo algo, le sirve de excusa para volver a la acción.

Con un ritmo algo más lento que en su anterior novela, Verdon nos va descifrando un puzle que no entraña demasiado misterio. Personajes en conflicto, metidos en vidas sórdidas y crueles, violaciones, venganzas, locuras, sangre, miedo…se esconden en los más de 70 capítulos con una lectura rápida y perfecta para disfrutarla tirados en la playa y/o piscina. (En mi caso prefiero piscina, ahí dejo abierto el debate).

Lo Mejor: Este jubilado de la publicidad convertido en escritor de éxito consigue unos capítulos rápidos, ágiles y te atrapa enseguida en sus narraciones.
Lo Peor: Demasiado sencilla la solución final.

Postdata: gracias por las 20.000 visitas. Ole, ole y ole.

miércoles, 3 de agosto de 2011

Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea


Mi hermana vive sobre la repisa de la chimenea, Annabel Pitcher, Siruela, 2011
Entre nosotros existen, a partir de una reflexión de Iris, ciertas reservas con los libros “escritos” por niños. No es fácil hacer narrador a alguien con conocimientos limitados sin que resulte tonto, pedante, o las dos.
Con un título original y quizá arriesgado, Annabel Pitcher nos presenta su primera novela: tierna, dura y con un punto de vista novedoso. Me he encontrado con una historia que, curiosamente, me es relativamente reconocible y me ha sorprendido.
Jamie tiene 10 años y desde que murió su hermana Rose hay muchas cosas que no entiende. La estructura familiar ha cambiado; los roles están confusos; la apatía, la tristeza y el dolor provocan desamparo; y todo el mundo le dice cómo debe sentirse mientras él no lo consigue.
Es bastante frecuente que tras la muerte de un hijo la pareja se tambalee, la culpabilidad sobrevuele el ambiente y las acusaciones sean un buen arma, sin reparar en los otros hijos, desprotegidos y sufridores a la vez. Aquí tenemos a un padre alcoholizado, el affaire de una madre que busca consuelo en los brazos de otro hombre, una gemela sola, una mudanza… Demasiados elementos que no casan en la vida de un niño que vive los cambios sin ser plenamente consciente de lo “anterior” pero reconociendo que algo no va bien.
Por qué debe estar triste, por qué debe hablar con su hermana mayor y decir cuánto la extraña si no es así, si ni siquiera la recuerda, por qué debe compartir el dolor y la pena que no tiene pero que parecen una obligación. La urna fúnebre se convierte en una sombra que cubre todo, y debe aprender a vivir con ello. Él está vivo aún (¡parece que nadie se da cuenta de eso!) y necesita que mamá le diga lo valiente que es, que papá sepa que llegará a ser mejor que Wayne Rooney y que le besen, le riñan… todo.
Creo que este niño de pelo zanahoria y camiseta de Spiderman nos da una lección, aporta una voz con la que hasta ahora yo no me había topado y unos sentimientos que son tan obvios que sorprenden por su crueldad.
Es una historia corta, de lectura rápida, que incorpora los diálogos al texto mediante la cursiva y que mezcla la narración y el pensamiento con asombrosa facilidad.
Realmente merece la pena pasar un rato en el día a día improvisado de esta familia y ver cuál es el papel de cada uno para poder comprender y tener esperanza.
Lo mejor: Jamie, sin duda. “Tu fuerza me da valor para volar”.
Lo peor: Yo no habría escogido esa portada…
Genial
Virginia