domingo, 26 de diciembre de 2010

2010, un año de libros.

2010 un año más de crisis, también en el mundo del libro que como todos los sectores del comercio se ha visto afectado por estos tiempos de desolación y angustia económica. Aunque sería injusto equipararse con otros sectores que se han visto mucho más afectados. A los libreros nos han ayudado a sobrevivir títulos como “El tiempo entre costuras” de María Dueñas, “El Asedio” de Pérez Reverte, “La caída de los gigantes” de Ken Follet… pero sobretodo los libros de bolsillo. Unos pequeños aliados que este año más que nunca han conseguido poner una red al triple salto mortal de la caída de ventas en el mundo librero. Una literatura concentrada, con peor calidad en el continente pero la misma en el contenido y sobretodo más barata.


El año del Planeta de Mendoza, el Nadal de Clara Sánchez, el Cervantes de Matute y el inesperado Nobel de Llosa que han puesto en primera plana también que todos los premios ayudan a alzar una obra y miles de ejemplares de más en las calles.

Y sin duda ha sido un año de grandes pérdidas literarias que a su vez, como casi todas las ocasiones han traído grandes ventas. Se nos fue Delibes paisano inolvidable, Saramago, Benedetti, Manuel Fernández Álvarez, Tony Judt, J.D. Salinger… entre otros y sus libros volvieron a ser protagonistas de nuestras mesas y de las mesillas de los clientes. Es muy curioso comprobar una año más como la perdida, la muerte de un gran autor hace revivir de forma extraordinaria no su literatura que siempre fue de la misma calidad sino las ventas. Y sería muy injusto juzgar eso puesto que es así como hasta después de la muerte los grandes autores continúan más vivos que nunca.

El día del libro con nuestras librerías en las calles para que nuestros vecinos nos conozcan miren nuestros libros los toquen los sientan, compren alguno que otro de su gusto y sepan dónde nos pueden visitar durante todo el año. La feria del libro pasando frío en nuestras casetas y aguantando los chaparrones. El verano con el resurgir del libro “para la playa”, las campañas de texto de septiembre y ya en estos días la vorágine de navidad.

Por último a destacar en este año de libros es la explosión del mercado de los libros digitales, ebooks. Ya convivimos en nuestras librerías con esos nuevos compañeros de viaje lector que están llegando a muchas casas. Son pequeños, portátiles y pueden albergar gran número de libros en un mismo dispositivo. Para muchos nunca serán un libro, para muchos otros ya lo son desde hace meses. Y sin duda alguna estas navidades serán uno de los regalos más solicitados. De una forma u otra la cuestión, el placer, la necesidad… es leer, disfrutar de la lectura de aventuras y vidas que no son la nuestra.

Estas navidades aparte de las bolas de colores y la estrella, cuelga un libro en tu árbol de navidad.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Todo lo que se llevó el diablo

Javier Pérez Andújar, Tusquets, 2010.

Pérez Andújar nos acerca a las Misiones Pedagógicas, proyecto educativo que durante la Segunda República se propuso acercar la cultura al mundo rural y para ello organizó una red de maestros voluntarios ("misioneros") que iban por los pueblos llevando bibliotecas móviles, teatro de títeres, cortos de cine, etc.

En la novela cruzan tres ejes: en 1935, las aventuras de unos maestros que se dirigen a la sierra de la Culebra con su cargamento de libros; también en la misma época, el deambular de Velasco Flaínez, muchacho lobero que queda huérfano y vaga en busca de un tío suyo al que no conoce (ambas historias se cruzarán a mitad de la narración); y en el tiempo presente, el seguimiento de un coleccionista de cómics de la figura de Arcos Paulín, dibujante español que se exilió tras la guerra y acabó sus días en Bruselas. En medio, apariciones de personajes históricos: Azaña borracho lamentándose por el curso de los acontecimientos; Tomás Navarro Tomás y Zamora Vicente preparando el atlas dialectal de España (en una caracterización que roza lo ridículo), García Lorca dirigiendo una actuación de La Barraca...

La alteración de tiempos nos permite acercarnos al "durante" y al "después": recrea la inestabilidad política, la violencia, las posiciones de burguesía e iglesia, y dibuja qué ocurre tras 1939, el exilio forzado de los perdedores.

La parte dedicada a ilustrar sobre las Misiones es didáctica e interesante, y el camino de Velasco Flaínez está repleto de encuentros con de tipos curiosos que nos recuerdan el esquema de la novela picaresca, que le van dando enseñanzas más o menos válidas y de los que obtiene objetos que le ayudan en su viaje. Ahora bien, lo que debería convertir esta narración en novela (la creación e interactuación de personajes) queda bastante pobre. El protagonismo está demasiado repartido, nos encontramos con muñecos que sólo sirven para mantener diálogos, con frecuencia largos y artificiales (especialmente entre los maestros), que permitan ilustrar sobre el tema en cuestión. Los personajes no tienen fondo suficiente, y la novela queda coja. Muchas de las anécdotas que cuenta parecen caricaturescas y son difíciles de creer. Y no me convence cómo entreteje los capítulos de 1935 con los actuales; no acabo de entender qué aporta la figura de Paco Castañón tomando cañas con sus amigos o paseando por Bruselas. Creo que hubiera funcionado mejor ambientada en un único momento.

Conclusión: sólo recomendable para aquellos interesados en acercarse al proyecto de las Misiones Pedagógicas.

domingo, 19 de diciembre de 2010

10 razones para no leer "El psicoanalista" y 1 para leerla


1 razón para leerla: es el único título que parecía potable de la colección "Librinos". Pero ya se sabe que no se elige regalo por el color de la caja....

10 razones para no leerla:

1. Porque aunque la titulen "El psicoanalista" en vez de "El analista" (en el original el título es "The Analyst"), en el interior traducen todo el rato "analyst" por "analista" en vez de por "psicoanalista".

2. Porque la acción no tiene sentido. Si un asesino quiere cargarse a alguien, se lo carga. Si quiere jugar con él, juega. Pero alguien con la paciencia y la planificación suficientes para adelantarse a cada paso del psicoanalista, ¿se conformaría con un suicidio fingido donde no hay cadáver? No me lo creo.

3. Porque los nombres de los personajes son ridículos. Los podría entender en una novela juvenil, pero no diseñados para un público adulto: Rumplestiltskin para el malo malísimo (venga, hombre...) Virgil, Merlin, Richard Lively... y por si no caes te lo explican: me llamo Virgil, seré tu guía en el infierno...

4. Porque la forma de comunicarse es ridícula: como soy un malo muy malo, escribo poesías propias de un niño de 5 años:

la vida era alegre en el pasado:
un retoño y sus padres a su lado.
El padre soltó amarras, se largó,
y entonces todo eso se acabó.

5. Porque los secundarios no se sostienen: Virgil, que se presenta desnuda en la primera visita ¿para desconcertar? (única alusión sexual en una novela donde hay sangre pero muy poca piel) es absurdo. Y el maestro psicoanalista, que te huele mal desde el principio, diseñado expresamente para que sospeches de él; que asocia una cronología que no acabo de pillar, y que sigue el juego del gato y el ratón cuando sí que no tiene ningún sentido. Y a partir de cierto momento, cuando te das cuenta de que tienes que conocer al malo malísimo, y dices.. no será fulano... y es. Pues anda. Si hasta yo acierto quien es el malo, para que tragarse todo este rollo.

6. Porque la evolución del protagonista es aburrida. La primera parte de la novela es entretenida. Tiene un ritmo rápido, y como señaló una buena amiga, no sabes si los descubrimientos de Ricky se deben a su astucia o si sólo sigue las migas de pan que el malo le deja. Pero a partir de cierto momento, el psicoanalista decide convertirse en Rambo: se maza en el gimnasio, aprende a disparar, crea identidades falsas... Y ya sabes todo lo que va a venir después.

7. Porque el malo es muy listo y borra todas sus huellas, pero luego vaya cagada hace en el pasado con el tío de los perros y el cementerio donde están sus supuestos padres...

8. Porque aun cuando el malo es poderoso y aparentemente inteligente, no te dejan ponerte de su lado: buh, pobre, con lo mal que lo pasó de pequeño, pero mira cómo sacó su familia adelante, sólo le falta haber ido a clases de literatura para hacer poesías un poco mejores.

9. Porque no aporta nada, no entretiene, no aprendes nada, el doctor podría ser dentista o carpintero que para lo que utiliza la psicología no sé para qué estuvo tantos años estudiando.

10. Porque su visión moral es tremendamente tradicional y no tiene matices, lo que significa justificar la venganza, expiar el pecado, etc.

Pdta: lo sé, mea culpa, que ya sospechaba que iba a ser un truño, y aun así la cogí...

miércoles, 15 de diciembre de 2010

El tiempo mientras tanto


El tiempo mientras tanto, Carmen Amoraga, Planeta, 2010
Finalista del Premio Planeta 2010
María José lleva en coma irreversible desde abril. Sus padres, Marga, Joaquín o Cleopatra van desfilando, sin esperanza pero con una sonrisa e inmenso amor, a los pies de su cama. Solo cuando la acompañan, cuando cogen su mano y la hablan bajito se liberan. Pero detrás de la puerta de la habitación cada uno tiene sus miserias.
Y de esto trata el libro. Es un baile de desgracias, confidencias y sufrimiento alrededor de la esperada muerte de María José. Ella, inmóvil en su cama, asiste inconsciente a la amargura de su madre, la resignación de su padre, el dolor de Marga, o los cuidados de Cleopatra.
Es un relato duro. Duro por el final y duro porque mientras tanto la vida sigue, y sigue mal. Porque “la vida no fue como ella imaginó”. Además de dejar un sabor amargo con el desenlace, durante toda la novela se nota la tristeza, y parece como si quisieras mandarles callar para protegerla, porque ella es realmente lo importante y a veces lo olvidan.
Por sencilla que parezca la trama es un libro humano y que invita a reflexionar, a analizar cómo reaccionamos ante las desgracias, cómo casi siempre son el detonante de algo, bueno o malo, que la rutina no deja destapar. Y cada uno lo saca como quiere, como puede, o como le enseñaron.
Virginia

jueves, 9 de diciembre de 2010

Mitología de Nueva York


Mitología de Nueva York, Vanessa Montfort, Algaida, 2010
XLII Premio de Novela Ateneo de Sevilla
Prometedora sinopsis: Nueva York, partidas de Black Jack, crímenes, organizaciones ocultas…Y sin embargo lo mejor que puedo decir es que le salva del desastre su original estructura y el juego de voces narradoras.
Teniendo una buena cantidad de exitosos ingredientes, la autora sólo es capaz de “volvernos locos” con la superposición de narradores, guiños a la gran Rayuela e invitaciones del mismismo protagonista a que dejemos de leer si queremos llegar con vida al final. Y no va desencaminado. Si no he desistido ha sido por propio orgullo, no por falta de ganas.
Dan es un ludópata que la policía maneja como señuelo infiltrado en sus operaciones más arriesgadas. Noches de juego al límite, posteriores borracheras, visiones extrasensoriales, mensajes sin sentido y algunos muertos sobre la mesa. Y después de cada párrafo, un monólogo de Dan, o una paranoia, no sé.
Y de ahí al final, 400 páginas buscando y buscando algo más que no aparece, porque hasta el desenlace se pierde entre la palabrería del muchacho.
Por ahí he leído alguna opinión, y parece que soy la única que le da un palo considerable… No digo que sea una obra mala, simplemente no me ha gustado y no creo que lo recomiende estas fiestas, nada más, que ya es bastante…
Una decepción, demasiadas expectativas quizá
Virginia

miércoles, 8 de diciembre de 2010

La Cena

Herman Koch, Salamandra 2010.


¿Es posible escribir 300 páginas de una novela y que no trate de nada más que de cuatro personas que estén cenando? Y lo que es mejor: ¿Es posible que no te aburra que no ocurra nada más? Pues sí y rotundamente sí.

Me ha fascinado esta novela, calificada como la sorpresa editorial del 2009 en Holanda y lo curioso es precisamente lo poco desarrollada que está la acción del libro y cómo consigue atrapar a todo aquel que se acerque hasta ella.

Ámsterdam, un restaurante muy muy pijo, dos matrimonios en los que ellos son hermanos y mucho más por descubrir de sus vidas, aparentemente normales, de lo que parece cuando les conocemos. Paul y Claire, por un lado; Serge y Babette por otro. Sus principios irán moldeándose a la luz de los acontecimientos acaecidos entre sus hijos de una forma asombrosa. Lo injustificable a todas luces encuentra justificación aparente en boca de sus padres.

Es una novela fresca, actual, provocadora, con algún toque de humor y con muchos más de moral aunque se deje el final abierto para que seamos nosotros, lectores insolentes, los que decidamos si por un hijo un padre está dispuesto a cualquier cosa sin controlar los límites del mal y lo que está peor todavía.

Un final apoteósico que te deja con la boca abierta como una buena peli de misterio. Mi enhorabuena a Salamandra que ha vuelto a poner en funcionamiento su buen olfato para acercarnos a este autor holandés, desconocido hasta el momento para mí.

Sin duda, es uno de los libros que guardaré en mi recuerdo. Fantástico.

Noelia

viernes, 3 de diciembre de 2010

La mujer de mi vida

Buddhadeva Bose, Seix Barral, 2010.

Título sugerente y edición bonita, en cartoné y tela con dibujo dorado. Seix Barral deja su formato habitual (lo ha hecho varias veces esta temporada con la Biblioteca furtiva) para destacarnos la obra de Buddhadeva Bose, "uno de los mejores autores bengalíes de todos los tiempos". Editada en bengalí en 1951, Seix Barral la traduce desde el inglés.

Una noche gélida de invierno en una pequeña estación de provincias, el tren no llega y los viajeros deben pernoctar allí. En la sala VIP, cuatro hombres maduros se resignan a pasar la noche. La visión de una pareja joven les hace recordar el sentimiento del amor cuando éste se experimenta de forma tan poderosa que puede con todo lo demás. Para entretenerse, cada uno contará a los demás cuál es su historia de amor, cómo y dónde conocieron a la que consideran la mujer de su vida. Son amores de juventud, que ellos recuerdan muchos años después con nostalgia, tristeza y ternura.

Dos son los aspectos que más me han llamado la atención: el reflejo de las costumbres sociales, pues se remonta a sociedad bengalí de los años 30, donde las relaciones prematrimoniales estaban rígidamente establecidas; y el papel de la mujer, aparentemente relegada al entorno doméstico, pero también cultivada, inteligente, es en realidad la que decide qué y cómo ocurre.

Narración de formato clásico que entretiene aunque no apasiona, gustará a personas mayores y a los nostálgicos del pasado.