viernes, 26 de octubre de 2012

Vidas al límite

Vidas al límite, Juan José Millás, Seix Barral, 2012
Creo que ya os dije que con Millás mantengo una relación extraña. Me cae mal cuando se hace el novelista interesante (no leáis Lo que sé de los hombrecillos) pero es genial en su papel de periodista y yo le sigo allá donde vaya.
En su último libro ha reunido diecinueve reportajes periodísticos de esos que nos alegran los dominicales desde hace unos años. Su profesión de reportero dicharachero le ofrece el privilegio de acercarse a historias y personas (personajes también) sobre los que hay algo que contar. Y para ello hace "sombras" o, lo que viene a ser lo mismo, se pega a los cuartos traseros del "elegido" y le sigue durante días en busca de la chicha necesaria para escribir un buen artículo.
Son, evidentemente, historias cortas que te permiten engancharte y entrar de bruces en el tema sin llegar al tedio, para acabar dejándote con las ganas de más. Creo que Juanjo tiene maestría en el control de la intensidad del relato cuando su espacio es limitado. Pasa jornadas con Maragall y sus túneles del tiempo, con un gran oncólogo, con una prostituta del Raval, una forense, con las víctimas-verdugos de Sierra Leona, con la violencia de Cachemira...
Es mordaz, irónico, dubitativo e inseguro, nervioso... pero sabe dónde tiene que estar, y si se equivoca ya se encarga la historia de reconducirle. Transmite a la perfección las sensaciones que vive, y expresa la fe, el miedo o la admiración con absoluta convicción. Así es muy fácil ganarse cómplices.
Me ha encantado leer (o releer en algún caso) sus 21 días con... y lo recomiendo sin peros, aunque el prólogo filosofal de Ángel Gabilondo no sólo sobra sino que estorba. "Zapatero a tus zapatos" (perdón).
Hala, ya lo he dicho.
Juanjo genial, como casi siempre
Virginia
P.D. Qué pena que esté calculado que si se cierran los accesos a Manhattan se quedarían si Coca-Cola en 72 horas y que pocos sepamos que a los niños de Sierra Leona les abren el cuero cabelludo para meterles coca en busca de un efecto más invasivo... De eso habla Millás.

lunes, 15 de octubre de 2012

El Invierno del Mundo



El Invierno del Mundo.
Ken Follet
Plaza&Janés 2012


No me he perdido, es que he estado “Bailando con dragones”, del que no voy a decir nada más que estoy deseando la sexta entrega. Cuando quiera Sr. Martin. Ahí lo dejo.

 Acabo de terminar El Invierno del Mundo y me quedo con las ganas de más. Bravo de nuevo. A aquéllos que les guste la novela histórica no se lo pueden perder y los que busquen historias humanas dentro de la Historia tampoco. Vale que el volumen del libro echa para atrás, pero todo es ponerse y dejarse llevar por Follet que es un gran maestro de ceremonias.
En esta nueva entrega de la Trilogía The Century los protagonistas son los hijos de aquellas familias a las que acompañamos en las primeras décadas del Siglo XX. Ellos que lucharon para que sus hijos no viviesen el horror de la Primera Gran Guerra se ven inmersos en una Posguerra convulsa que desemboca en una Guerra peor.
Las causas y consecuencias las sabemos todos, y aún así persistimos en los mismos errores. Grandes tasas de paro, la población empobrecida… ( sirva como reflexión).

No os voy a contar la vida de los personajes, puesto que creo que no es lo importante, sino sus vivencias  en un entorno histórico en el que éllos no deciden, sino que deciden para ellos.

En España, por ser lo que más conozco tengo que dar un tirón de orejas a Follet, no me ha gustado el enfoque puramente internacional. No sé si realmente desde fuera se vio como un experimento, pero la gente que aquí luchó y murió lo hizo porque creía que de esa forma iba a cambiar la vida de sus hijos y sus nietos. Eso sirve para los dos bandos.

Me gustaría resaltar dos frases que me han impactado, porque creo que resumen perfectamente la Historia del S XX.
La primera es la reflexión que hace el protagonista norteamericano después de descubrir la bomba atómica: “Y el mundo sigue aquí”, pensó Greg. Pero había cambiado para siempre.

Y el final es la reflexión de protagonista alemana analizando la actitud de su hermano.
Eric era una de esas personas ineptas a las que asusta tanto la vida que prefieran vivir subyugados por una autoridad de hierro y que un gobierno que no admite discusión les diga qué tienen que hacer y pensar. Eran idiotas y peligrosos, pero había muchos como él.
Grande verdad?

Un saludo

miércoles, 10 de octubre de 2012

Medusa

Ricardo Menéndez Salmón, Seix Barral, 2012.


Vaya por delante: Menéndez Salmón me parece un gran escritor. Admiro su dominio del lenguaje, su capacidad para plasmar la trascendencia, sus reflexiones sobre la estética, el bien y el mal y la estética del bien y del mal. A la vez, me exige una concentración que no siempre soy capaz de entregarle. Ya me fascinó con La luz es más antigua que el amor, donde nos llevaba de la mano por el mundo del arte; aquí nos habla de Prohaska, un artista que retrata los momentos más duros del siglo XX, donde la crueldad y el horror parecen no tener fin. ¿Hay justificación para el ojo que contempla el mal? ¿Ser espectador impasible le convierte en cómplice, o plasmar lo ocurrido es una forma de denuncia? ¿Es posible reflejar la realidad sin posicionarse?
Cuando leo sus textos todo me parece digno de ser subrayado, y a menudo me gusta rumiarle despacio, buscando en el diccionario los muchos términos que utiliza que no sabría definir; sus frases piden ser releídas hasta que su peso cala como merece. Sin embargo, me produce sufrimiento el dolor que plasma, y me pregunto si es necesario, qué aporta leer estas líneas.

Porque de esta excursión a los rincones y oscuridades de un hombre sólo me ha quedado una evidencia: que el daño, el dolor y la culpa son los únicos absolutos que existen. Y que nada en esta vida mensurable y llena de registros, aunque al tiempo sorda a nuestros deseos, puede disipar el misterio y la negrura primordial en que transcurrimos. 

viernes, 5 de octubre de 2012

Las leyes de la frontera



Las leyes de la frontera, Javier Cercas, Mondadori 2012
     
      La primera parte de este libro ya la tenemos vista y muy vista, es la historia del vaquilla, el torete, de perras callejeras… de toda la filmografía de José Antonio de la Loma, esas películas que algunos vimos algún sábado por la tarde que reflejaban míticos delincuentes que lograban el estrellato por su mala fama. Criados en barrios marginales que acaban irrevocablemente metidos en drogas, robos y cárceles. La gran mayoría murió o malvivió en prisiones o en la calle con una jeringuilla en el brazo y pocos se convirtieron en leyenda. 

El protagonista del libro es uno de ellos: el Zarco, el jefe de la banda junto a la típica “chica del prota” la Tere y el niñobien que por circunstancias de la vida se acaba involucrando en el grupo para conseguir a la chica forman la basca (según denominación de Cercas) de Las leyes de la frontera.

     Narrado como entrevistas a los protagonistas años después, el libro gana en calidad cuando nos cuenta lo que nunca descubrimos en esas películas de los 80: el después. Lo que pasó 20 años después de aquellos tiempos de carreras delante de la policía. Ahí es donde la lectura te engancha de verdad y te hace pasar páginas  haciendo que te hagas la mejor pregunta que puede regalar un escritor a un lector: ¿Y ahora que pasará?    

Muy previsible y anodino en la primera parte recomiendo el libro por su atracción a partir de ese salto de 20 años.  Me ha gustado.

Lo Mejor: No me suelo comer los libros y liquidarlos en pocos días, los distancio, meto otras historias entre medias. Este lo he leído de un tirón.

Lo Peor: La previsible (pero necesaria) primera parte.

jueves, 4 de octubre de 2012

Confesiones de una editora poco mentirosa


Confesiones de una editora poco mentirosa, Esther Tusquets, Zeta Bolsillo, 2012
Maldita la hora de las alabanzas, que diría mi abuela, pero sí, desde que hace unas semanas falleciera Esther Tusquets me ha entrado curiosidad por acercarme a ella como editora y comprobar si de verdad tenía tan mal carácter.
En esta especie de memorias que (repite varias veces) nunca quiso escribir, habla de la España acartonada de los años 50, de la herencia envenenada que supone encontrarte al frente de una editorial, de amigos y enemigos trabajados durante años y de su salida precipitada, y casi por la puerta de atrás, cuando Lumen era mucho más que una pequeña empresa familiar.
Es interesante conocer la visión del libro desde que es sólo un manuscrito, la suerte de sentir que aquel texto será un pelotazo, la relación con grandes autores (a veces también grandes personas), compañeros, aventuras y locuras más allá de los márgenes de ventas o el marketing que rigen hoy el sector.
Capítulos y menciones dedicados a Mafalda, Umberto Eco, Cela, Delibes, Vergés (Editorial Destino), Jorge Herralde (Anagrama), Carlos Barral (Seix Barral), Vargas Llosa o la gran Carmen Ballcells, su hermano Óscar, Beatriz de Moura, su hija Milena…
Muy interesante para la gente del libro y alrededores y para lectores que quieran conocer algo más de este mundo de locos.
Genial
Vir
P.D. No perdió Lumen en una mala timba, al menos eso dice, ¡peliculeros!

lunes, 1 de octubre de 2012

Los puentes de Madison County

Robert James Waller, Zeta Bolsillo 2009


Lectura de vacaciones y II, libros que nunca pensé que me leería.
Uno de esos libros que siempre andan por casa y que nunca te has puesto a leer ni recuerdas de dónde ha salido, siempre ha estado allí. Y después de volver a ver la genial película protagonizada por Clint Eastwood y Meryl Streep (todos en pie al pronunciar su nombre); me acordé de él y lo recuperé. 
 Hace justicia a la película y más.

    Para los que no la hayáis visto, o leído el libro, ésta es la historia de unos cuernos como catedrales de grandes... Dicho así parece un poco bestia. Pero así es; sólo que también es la historia de las oportunidades perdidas, del qué hubiera pasado sí…., del apego a un marido que se ha convertido en acompañante y a unos hijos que no te hablan. Es la historia de cuatro días llenos de pasión, ilusiones y esperanzas, cuatro días que cambiarán toda tu vida y se convertirán en un recuerdo maravilloso y a la vez muy doloroso. 

  Cuando muere la protagonista (tranquilidad que es nada más empezar el libro) sus dos hijos vuelven a la casa de sus padres  y encuentran en un sobre una carta de su madre y una llave. En la carta les cuenta su mayor secreto: esos cuatro días en los que un hombre pasó por su vida para hacerla sentir lo que nunca antes, ni después, ha sentido, y una llave que abre un baúl donde su madre les lega sus recuerdos y les intenta explicar como sucedió todo.
  La novela está escrita de tal forma que esos diálogos entre Robert y Francesca consiguen que estés ahí, a su lado, observándoles y compartiendo sus miedos y sus pasiones. Pocas veces se consigue esas sensaciones con dos personajes hablando durante decenas de páginas. 

Aquí el autor logra que no resulte pesado sino apasionante. 

“No quiero necesitarte, porque no puedo tenerte.”

Lo Mejor: parar la lectura de vez en cuando, paladeando los diálogos que rezuman  tristeza y pasión al mismo tiempo.
Lo Peor: Haber olvidado una gran historia en un rincón durante años, mea culpa. Ya he redimido mi pecado, ojalá lo hubiera hecho antes.

See you soon