El Invierno del Mundo.
Ken Follet
Plaza&Janés 2012
No me he perdido, es que he estado “Bailando con dragones”,
del que no voy a decir nada más que estoy deseando la sexta entrega. Cuando
quiera Sr. Martin. Ahí lo dejo.
Acabo de terminar El
Invierno del Mundo y me quedo con las ganas de más. Bravo de nuevo. A aquéllos
que les guste la novela histórica no se lo pueden perder y los que busquen
historias humanas dentro de la
Historia tampoco. Vale que el volumen del libro echa para
atrás, pero todo es ponerse y dejarse llevar por Follet que es un gran maestro
de ceremonias.
En esta nueva entrega de la Trilogía The Century los
protagonistas son los hijos de aquellas familias a las que acompañamos en las
primeras décadas del Siglo XX. Ellos que lucharon para que sus hijos no
viviesen el horror de la Primera Gran
Guerra se ven inmersos en una Posguerra convulsa que desemboca en una Guerra
peor.
Las causas y consecuencias las sabemos todos, y aún así
persistimos en los mismos errores. Grandes tasas de paro, la población
empobrecida… ( sirva como reflexión).
No os voy a contar la vida de los personajes, puesto que
creo que no es lo importante, sino sus vivencias en un entorno histórico en el que éllos no
deciden, sino que deciden para ellos.
En España, por ser lo que más conozco tengo que dar un tirón
de orejas a Follet, no me ha gustado el enfoque puramente internacional. No sé
si realmente desde fuera se vio como un experimento, pero la gente que aquí
luchó y murió lo hizo porque creía que de esa forma iba a cambiar la vida de
sus hijos y sus nietos. Eso sirve para los dos bandos.
Me gustaría resaltar dos frases que me han impactado, porque
creo que resumen perfectamente la
Historia del S XX.
La primera es la reflexión que hace el protagonista
norteamericano después de descubrir la bomba atómica: “Y el mundo sigue aquí”, pensó Greg. Pero había cambiado para siempre.
Y el final es la reflexión de protagonista alemana
analizando la actitud de su hermano.
Eric era una de esas
personas ineptas a las que asusta tanto la vida que prefieran vivir subyugados
por una autoridad de hierro y que un gobierno que no admite discusión les diga
qué tienen que hacer y pensar. Eran idiotas y peligrosos, pero había muchos
como él.
Grande verdad?
Un saludo
¡Te echábamos de menos Carolina!
ResponderEliminarSiempre me dejas con ganas de leer lo que reseñas a ver si acabo pronto mi Follet y continuo.
Hola, es que el tiempo está carísimo. Por cierto, yo también os estoy haciendo caso y estoy leyendo 22/11/63. Lo que llevo hasta ahora no me está defraudando.
ResponderEliminarUn saludo
Ya era hora!!!! jajajaj Yo a Follet lo tengo pendiente aún
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