Nos vemos allá arriba, Pierre Lemaitre, Salamandra, 2014
En
el año del centenario de la Primera Guerra Mundial nos encontramos con esta
maravillosa novela, ganadora del Premio Goncourt en el 2013, que tiene
sorprendida a media Francia con más de medio millón de ejemplares vendidos.
Después
de haberla disfrutado os puedo asegurar que todo este éxito no es gratuito. Una
novela bonita, de las de regusto al final, conmovedora, cómoda en sus líneas y
tierna en lo más profundo de la historia.
Pocos
días antes de la firma del armisticio que pondría fin al choque, con las
fuerzas y la moral más que diezmadas, el teniente d´Aulnay-Pradelle decide
levantar a sus tropas hacia un último ataque, una operación tan inconsciente
como gratificante para sus propios intereses. Los soldados Albert Maillard y
Édouard Pericourt tienen ganas de volver
a casa, de reencontrarse con los suyos y reincorporarse a la vida civil que
dejaron tiempo atrás.
Pero
en la guerra, sobre todo en la guerra, la avaricia, la sed de poder y las ganas
de triunfo no siempre tienen un precio bajo. Ambos soldados acaban la operación
gravemente heridos, rotos psicológicamente. Y toca volver.
Albert
ha sido hasta entonces un pobre joven manipulado por su madre, falto de decisión
y abocado a una vida predispuesta por los demás y la inercia de los días.
Édouard pertenece, sin embargo, a una familia adinerada y poderosa ante la que
decide no presentarse una vez acabado el conflicto. Las taras psicológicas y
las cicatrices físicas hacen que ambos se alejen de su pasado y comiencen una
serie de aventuras (y desventuras) en un país que no siempre les pone fácil la
vuelta.
¿Cómo
se reintegra uno a la vida “normal” después de haber infligido y sufrido los
horrores de una guerra? Mientras las bombas estallaban en la trinchera de al
lado el mundo seguía girando, y de los pobres soldados que con más o menos
ímpetu defendían los intereses colectivos nadie se acuerda. Quizá levantar un
monumento que recuerde al mundo cuán valerosos son sus hombres y qué poderosos
sus gobernantes sea suficiente. O eso creen.
Una
novela divertida, dura a veces, llena de ironía, aguda y ácida, a medio camino
entre el drama psicológico y la crónica sociopolítica, que aborda temas como
la capacidad de superación del ser humano, el egoísmo, la corrupción del poder,
los entresijos de los gobiernos y la amistad y el compañerismo por encima de
todo.
Precioso
rato entre soldados locos
Merece
mucho la pena
Leedla
Virginia
Nada que no hay manera, ya lo sabía yo.
ResponderEliminarAprendí. Ahora va el que había escrito. Perdonad mi torpeza, sobre todo esos que teneis en la mente la frase: "Pero si es muy fácil".
ResponderEliminarUn beso
Voy a escribir tan pancha, porque como siempre hago algo mal y no llego a publicarlo... Deficiencias estructurales en conocimientos tecnológicos: vamos, lo que viene siendo torpeza.
ResponderEliminarEn fin... hace unos días empecé a leer este libro, que compré animada (obligada, jajajaja)por Vir, y lo he terminando ayer, por ese afán de dosificación de las cosas que no quieres que se terminen.
Me enganchó cuando se termina el primer capítulo Pag 30, y ha sido un placer enorme leerlo, no sólo por la perspectiva que elige para contar esta historia trágica (creo que todos los personajes lo son a su manera) sino por el lenguaje tan sutil, cargado de ironía, sensibilidad,agilidad, acierto...
A mitad del libro no sabes bien por dónde va tirar la historia, hay veces que te parece que no tiene salida, pero el autor ha ganado tu confianza desde el principio y sabes que estás en buenas manos. Y además, es tanto lo que te da por el camino, que la llegada se convierte en algo accesorio.
Pero remata, termina la historia, te hace pensar: ¿ Y cómo, si no?
Gracias por el consejo, Vir. Te lo diré personalmente, porque ésto no os llegará, como tampoco lo ha hecho ese día en que sólo escribí para daros las gracias por este rincón.
Un beso a todos. Lourdes
LO HABIA COPIADO. NO HAY COMO CONOCER TUS LIMITES
Muchas gracias Lourdes, me alegra un montón que al fin el ciberespacio te deje su sitio y que te haya encantado el libro. Sabía que sería así, porque jugaba carta ganadora. Ahora a por el siguiente. Un abrazo y gracias ti por seguir formando parte de nuestro rincón!
ResponderEliminar