sábado, 31 de marzo de 2012

Palmeras en la nieve


Palmeras en la nieve, Luz Gabás, Temas de Hoy, 2012
Por aquí todos somos bastante mitómanos, así que… ¿quién no recuerda a la gran Meryl Streep en Memorias de África?. Pues Palmeras en la nieve va en esa línea.
Ésta es la primera obra de Luz Gabás, conocida hasta ahora sólo en el ámbito oscense (por ser alcaldesa de Benasque, entre otras cosas). Con ella quiere rendir un homenaje a su padre, y a tantos otros hombres (40.000), que en los años 60 dejaron las montañas de Huesca por Guinea en busca de un mejor futuro económico.
Es una novela exótica donde conocemos la historia de Jacobo y Kilian, dos hermanos que pasaron casi 20 años cultivando cacao, conviviendo con los nativos, conociendo sus costumbres y a veces aprovechando su condición de “colonizadores”. Ni el calor, ni las duras condiciones de trabajo, ni las largas temporadas lejos de casa, ni siquiera las diferencias culturales fueron motivo suficiente para no llorar el día que volvieron. “África se te mete dentro”, les dijo alguien…y era verdad. Nunca volvieron a ser los mismos lejos de las palmeras, de las mujeres bubis y de…de todo lo que dejaron allí.
Clarence, hija y sobrina de ambos, nunca ha visitado la isla, pero podría describirla. Ha crecido con sus historias, con los recuerdos… ¿con todos?. A partir de un inofensivo trocito de papel, que encuentra casi por casualidad, empezará a comprender que no todo es como  se lo han contado, y no parará hasta descubrir la parte de la historia de la que nadie quiere hablar.
Sin duda es una novela de contrastes, dos épocas, dos continentes, dos hombres y dos maneras de enfrentar la vida.
Una de las virtudes de estas 700 páginas es que te atrapan casi desde el principio, con descripciones detalladas, palabras dialectales, mucha plasticidad, un ritmo pausado que acelera sólo de vez en cuando, y la imagen recurrente del anuncio del Cola Cao (perdón, pero es que leyendo me venía la cancioncilla constantemente)
Desde luego que la historia es bonita, entretenida, y si se me permite, hacía falta que alguien (aún queriendo honrar a su padre) diese su lugar tanto a los colonizados como a los blancos que explotaban sus posesiones. No hablo de buenos o malos, sino de personas que, condenadas a convivir, sufrieron y disfrutaron juntos, mezclados.
Dicen de la autora que es la nueva María Dueñas. Comparten editorial, el tono dulzón de sus historias, pero en lo que he visto de ambas, una usa más la intriga casi policíaca y la otra tira más del recurso de las grandes haciendas de los culebrones sureños. Eso sí, pronto las veremos en la pequeña pantalla de la mano de Antena3 Producciones.
“Yo soy aquel negrito, del África tropical, que cultivando cantaba….”
Muy bonita
Virginia

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