domingo, 21 de noviembre de 2010

Cada siete olas


Cada siete olas, Daniel Glattauer, Alfaguara, 2010
Y otra vez Emmi y Leo. Recuperamos la historia que se quedó en interrogante en Contra el viento del norte.
La misma estructura, los mismos diálogos ácidos y ágiles. Quizá más dramáticos; han pasado dos años desde aquel primer erróneo correo electrónico. Y en dos años, en un mensaje cada cinco minutos (incluso menos) caben muchas palabras, para bien o para mal.
En esta nueva entrega el autor parece cerrar la historia, pero acabará por encontrarlos y descubrir quién es quién, o dejará que su “relación virtual” se distancie hasta que cada uno vuelva a su vida y a un ritmo “cabal” de movimientos en la bandeja de entrada. Ay! o Ay… Leedlo y lo sabréis.
A mi me ha gustado descubrirlo, por fin.
-Lo mejor: el “pin-pong” entre ambos
-Lo peor: no sé por qué estos títulos y no otros, no les pegan a los protagonistas
Ya me diréis dónde ponemos el desenlace…
Virginia

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