miércoles, 22 de agosto de 2012

Cómo no ser una drama mamá


Cómo no ser una drama mamá, Amaya Asunce, Planeta, 2012
Lo que digo siempre, madre no hay más que una… ¡y menos mal!. ¿Os habéis parado a pensar en toda la retahíla de cosas que lleváis oyendo desde que tenéis uso de razón y que pasados los treinta ella sigue repitiendo? Tranquilos, no estáis solos, todos tenemos una madre así.
Amaya Asunce ha saltado a las librerías después de convertirse en una de las blogueras de moda comentando todas las rutinas por las que su madre le monta un drama, porque las mamás nos quieren mucho pero nos transmiten miedos constantemente. Un puñado de anécdotas envueltas en un humor fino que sus seguidores han ido comentando y completando hasta llegar a Cómo no ser una drama mamá, una selección de 101 frases, una reunión de recuerdos de nuestra infancia. Y para darle un toque serio Javier Urra y Supernanny (Rocío Ramos-Paul) ayudan con sus consejos, dejando claro a veces, que no es lo mismo la teoría que la práctica. No son infalibles.
Y es que hay frases buenísimas. El libro es un dejà vu de nuestras vidas, os lo prometo (con variantes según mamás). Las siguientes son mis favoritas:
- como te caigas cobras
- algo habrás hecho tú
- si le quitas lo negro al plátano está buenísimo (las madres no entienden que haya comida que se nos hace “bolo”)
- quítate el pelo de la cara
- bébete el zumo rápido que se le van las vitaminas
- como tenga que ir yo…
- si eres mayor para trasnochar también para madrugar
- tengamos la fiesta en paz (seguido de me vas a matar a disgustos)
Es buenísimo. Se te saltan las lágrimas a cada página, porque además comparto generación con esta mujer, y es muy fácil reconocerse en ella. Y para rematar ha sido, es y será mala comedora, y eso, amigos, hace pandilla. Cómo la entiendo jajaja.
Lo peor es pensar que cuando nos pongamos al otro lado, cuando tengamos un trasto corriendo por casa, seremos nosotros los de las frases hechas, porque lo llevamos en los genes, es así. Pero claro, nosotros éramos unos seres inocentes y desinformados que nos creíamos todo lo que nos decían, pero nuestros hijos serán niños de su tiempo y no podremos hacerles creer que a las vitaminas del zumo les salen patitas y salen volando… Ellos nos desmontarán la teoría a golpe de teclado de smartphone (mientras el zumo se debilita encima de la mesa), y nosotros recordaremos que en el Iter Sopena eso “no venía”.
Genial, muy recomendable para pasar el rato de pisci entre carcajadas
Virginia
http://www.comonoserunadramamama.com/ (para los que queráis seguirla vía Internet)


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