Mary Ann Clark Bremer, Periférica, 2012.
Es una novela breve (86 páginas) de capítulos cortos y márgenes amplios. Una joven estadounidense queda huérfana tras la 2ª Guerra Mundial y viaja a un pueblecito francés donde residió un tío suyo muy querido (también muerto), y donde ella pasó parte de su infancia. En la tranquilidad del ambiente rural asume la tarea de organizar una biblioteca con los libros de su tío, puesto que la del pueblo ha sido destruida. Las lecturas, las reflexiones que le provocan, el trato con los lugareños y el paisaje van funcionando como bálsamo contra su dolor. Hasta que aparece un joven del que se enamora y gracias al cual la vida parece recuperar su brillo...
Para mi gusto, demasiado breve, demasiado superficial, demasiado centrada en autores que no me interesan (Defoe, Baudelaire, Balzac, Rabelais...). Eso sí, es de esos libros con tinte intelectualoide que siempre quedan bien como regalo. Ideal para aquellos a los que les gusta "84 Charing Cross Road" y los libros que hablan sobre libros... Para mí no merece la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario