Cómo no ser una drama mamá, Amaya Asunce,
Planeta, 2012
Lo que digo
siempre, madre no hay más que una… ¡y menos mal!. ¿Os habéis parado a pensar en
toda la retahíla de cosas que lleváis oyendo desde que tenéis uso de razón y que
pasados los treinta ella sigue repitiendo? Tranquilos, no estáis solos, todos
tenemos una madre así.
Amaya Asunce ha
saltado a las librerías después de convertirse en una de las blogueras de moda
comentando todas las rutinas por las que su madre le monta un drama, porque las
mamás nos quieren mucho pero nos transmiten miedos constantemente. Un puñado de
anécdotas envueltas en un humor fino que sus seguidores han ido comentando y
completando hasta llegar a Cómo no ser
una drama mamá, una selección de 101 frases, una reunión de recuerdos de
nuestra infancia. Y para darle un toque serio Javier Urra y Supernanny (Rocío
Ramos-Paul) ayudan con sus consejos, dejando claro a veces, que no es lo mismo
la teoría que la práctica. No son infalibles.
Y es que hay frases
buenísimas. El libro es un dejà vu de
nuestras vidas, os lo prometo (con variantes según mamás). Las siguientes son
mis favoritas:
- como te caigas
cobras
- algo habrás hecho
tú
- si le quitas lo
negro al plátano está buenísimo (las madres no entienden que haya comida que se
nos hace “bolo”)
- quítate el pelo
de la cara
- bébete el zumo
rápido que se le van las vitaminas
- como tenga que ir
yo…
- si eres mayor
para trasnochar también para madrugar
- tengamos la
fiesta en paz (seguido de me vas a matar a disgustos)
Es buenísimo. Se te
saltan las lágrimas a cada página, porque además comparto generación con esta
mujer, y es muy fácil reconocerse en ella. Y para rematar ha sido, es y será
mala comedora, y eso, amigos, hace pandilla. Cómo la entiendo jajaja.
Lo peor es pensar
que cuando nos pongamos al otro lado, cuando tengamos un trasto corriendo por
casa, seremos nosotros los de las frases hechas, porque lo llevamos en los
genes, es así. Pero claro, nosotros éramos unos seres inocentes y desinformados
que nos creíamos todo lo que nos decían, pero nuestros hijos serán niños de su
tiempo y no podremos hacerles creer que a las vitaminas del zumo les salen
patitas y salen volando… Ellos nos desmontarán la teoría a golpe de teclado de
smartphone (mientras el zumo se debilita encima de la mesa), y nosotros
recordaremos que en el Iter Sopena eso “no venía”.
Genial, muy
recomendable para pasar el rato de pisci entre carcajadas
Virginia
http://www.comonoserunadramamama.com/ (para
los que queráis seguirla vía Internet)
Algo habrás hecho tú! GRANDE!
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