Cincuenta sombras de Grey, E.L. James, Grijalbo,
2012
De antemano sé que
puedo crear polémica o herir sensibilidades con esta entrada que no iba a
escribir. Pero mira, me han animado y allá voy.
Podéis creeros o no
que empecé a leerlo atraída por la curiosidad de los comentarios, de la
publicidad (como siempre engañosa) y del “nos los quitan de las manos”, que es
verdad. Como mucho iba a quedarme igual que estaba y así, al menos, tenía
criterio para opinar. Y lo tengo, lo tengo, pero a ver cómo lo digo finamente.
Ya empezamos mal si
la autora habla de sí misma como la descubridora del “porno para mamás”. No
pensé que esta distinción existiera dependiendo si una mujer había o no parido,
pero bueno, pase. Todo sea por el merchandising.
Pero claro, una se
pone a leer. Que si un tipo rarito y forradísimo, una mujer más o menos
enamorada, y como tal dispuesta a casi todo, un contrato, una habitación de “castigo”,
violencia… ¿De qué estamos hablando?.
No entro a valorar
qué, cómo, ni con quién hace cada uno sus cositas, pero yo de verdad que no
entiendo que lo que yo leí le pueda gustar a ninguna mujer (que en principio es
a quien va dirigido). Parece que todas las exigencias del buen muchacho tienen
una explicación en los dos libros siguientes (ni se me ocurre, prefiero no
saber), pero ni por esas me resulta válido.
No entiendo el éxito,
porque lo que cuenta, quien quiera, puede verlo en tres dimensiones, con audio
y alta definición, pero que precisamente sean las mujeres quienes se den de
codazos por comprarlo no sé si me produce más indignación o fascinación. Es
denigrante, es sexista, es soez… ¿Por amor vas a dejar que nadie sea quien
dictamine lo que comes, lo que duermes, cómo vistes, cuándo vas a mantener
relaciones con él…? Esa absoluta y total predisposición a sus antojos, bajo un
contrato mercantil de varios puntos, me resulta grosero en pleno S.XXI. Y no me
vale eso de que “todo vale si se hace con cariño”, porque con cariño no se
coarta la libertad de nadie, y menos se firma un contrato que limita tus
capacidades básicas como persona. Sólo faltaba. No sé si es más grave aquí la
posición de Grey o la de la pobrecita que asiente a todo con devoción
enfermiza.
Cosas como estas
hacen que me plantee seriamente quién esta haciendo más por la no igualdad de
hombres y mujeres. Un libro para mujeres en el que la mujer queda a la altura
de un objeto cualquiera…Vamos progresando señores.
En fin, BAZOFIA que hay que vender porque a eso estamos, al parné. No mordamos la mano que nos da de comer, pero por lo menos me he quedao muuuuy a gusto. Ea
Virginia
plas plas plas plas (aplausos) plas plas plas, (mas aplausos) vivaaa vivaaa, ole ole y ole, Nada que añadir. Has bordado la crítica. Nada que añadir.
ResponderEliminarNo tenía ninguna intención de leerlo pero te agradezco que al final te convenciera de publicarlo porque también hay que decir lo malo que nos pasa por las manos compañera.
ResponderEliminarAle, a por el próximo libro a ver si hay mas suerte. :)
Así son las mayoría de mujeres de esta sociedad, mucho vicio y poco respeto..pero luego claro, como bien dices se quejan de igualdad...y la mayoría son las que tratan como inferior al hombre cuando este les respeta.
ResponderEliminarMas que evolucionando estamos retrocediendo, y mucho.
Usted si que no tiene respeto. Si fuera un hombre de los pies a la cabeza se hubiera identificado, ya que es de cobardes hacer este tipo de comentarios sin dar la cara.
ResponderEliminarVir muy buena critica. ammmm yo si que me identifico.
Un saludo, Eva.A
Diga usted que sí señor anónimo que ya lo decía Santo Tomás "la mujer es algo deficiente y frustrado" y Platón y todos los grandes pensadores de la humanidad.
EliminarEncendamos las hogueras, aunque en el Siglo que estamos habría que pensar a quien quemamos.
Por cierto, hay vicios que matan y el fornicio no es uno de ellos, o eso creo, es que yo soy muy virtuosa.
Un saludo, Carolina