Alessandro Baricco, Anagrama, 2013.
Lo ha vuelto a hacer: Baricco nos regala un texto magnífico, breve a la vez que intenso. Encuentra la esencia de lo que quiere transmitir, destila su relato y lo convierte en perfume. Magnífico.
Tres breves historias sobre dos personajes cuyos caminos se cruzan de maneras muy distintas. Cómo fueron, cómo serán. No hay mucho más que decir: dos pinceladas, cada uno en un momento muy diferente de sus vidas. Me gusta especialmente el primero, en esa situación tan lograda, una madrugada en el hall de un hotel, y una improbable conversación que resulta tan verosímil...
Imprescindible para los fans de Baricco, y para los que necesiten un refugio del mundanal ruido, un remanso de paz y de belleza.
lunes, 9 de diciembre de 2013
miércoles, 4 de diciembre de 2013
El color de los sueños.
Ruta Sepetys. Maeva,2013.
"Mi madre es una prostituta."
Nueva Orleans, años
50. Josie Moraine es una adolescente bastante lista, que reparte su tiempo
entre limpiar el burdel donde trabaja su madre y ayudar en una librería donde
la acogieron de pequeña y en la que vive desde los doce años. El Barrio Francés
es un lugar peligroso, lleno de gángsteres, soplones y armas, pero Josie ha
sabido hacerse un hueco, gracias a la ayuda y los cuidados del viejo chófer, de
la madame y del dueño de la librería. La visita de un elegante caballero
animará a Josie a soñar con otra vida, con ir a la universidad y salir del
Barrio. Pero la aparición del cadáver del hombre traerá consecuencias...
Esta es una novela tierna y entrañable, marcada por un magnífico reparto de personajes secundarios, de esos que uno querría conocer. Provoca una sonrisa
cada vez que la cierras; nos habla de supervivencia y superación, de
lealtad inquebrantable, de cariño y de entrega; pero sabe evitar el melodrama,
y saca buen partido de las situaciones que el burdel desencadena. A mí me ha
gustado, ¡acertaréis recomendándola!
domingo, 10 de noviembre de 2013
Terapia
Terapia. Sebastian Fitzek, Ediciones B. 2008
Viktor Larenz es
un psiquiatra de prestigio que ve como en una visita a la consulta del médico
con su hija Josy, su vida cae por el precipicio. Josy desaparece sin dejar
rastro. Sus gritos de auxilio a las enfermeras y pacientes que le rodean no
logran aclarar que ha pasado con Josy.
Destrozado, sin
fuerzas, vende su consulta y se retira a una perdida isla del Mar del Norte donde
intentar olvidar tanto sufrimiento.
Quiere olvidarse de sus pacientes, de su pasado de su vida anterior y empezar
de nuevo. Pero un día una joven aparece en su puerta pidiéndole ayuda, Viktor
se niega una y otra vez, hasta que la mujer le consigue explicar que tiene
alucinaciones con una niña pequeña. Visiones que se parecen sospechosamente a
la vida y los hechos que vivió su hija Josy días antes de desaparecer…
El psiquiatra no
quiere pensar lo que parece en cada sesión con la joven Anna, que esas
alucinaciones son la respuesta a las preguntas que le martillea la cabeza desde
que su hija desapareció. ¿Dónde está Josy? ¿Qué pasó con su hija?.
Las casualidades
de los que nos gusta estar rodeado de libros se dan alguna que otra vez. Ver un
libro a un precio ínfimo y acertar de pleno. He conseguido volver a engancharme
a un libro y devorarlo en tres días. Terapia lo consigue.
En capítulos cortos el autor consigue mantener la tensión
hasta el último párrafo y no os puedo contar nada porque os recomiendo a los
que os gusten las novelas con atmósfera agobiante que la leáis, porque sin
duda es uno de los mejores finales que he leído. ¡Disfrutadla!
Lo Mejor: La novela
en sí, las horas que ha conseguido despegarme de la realidad y del cansancio
para disfrutar cada capítulo. Y el final, sorprendente un 10.
Lo Peor: Tenerla
enfrente tantos meses y no haber reparado en que tenía una joyita cerca.
Sebastian Fitzek,
allí donde estés, que sepas que tienes un nuevo fan.
domingo, 27 de octubre de 2013
Lo que encontré bajo el sofá
Eloy Moreno, Espasa. 2013
Desde el
bolígrafo de gel verde, la primera novela de Eloy Moreno, que aquí comentamos,
tenía muchas ganas de volver a leerle. Creo que a todos nos pasa cuando
descubrimos un gran primer libro de un autor. Siempre esperamos que el segundo
sea una confirmación de que no ha sido una casualidad, sino que, de verdad, nos
gusta como escribe. Y, sin duda, este es el caso de Eloy Moreno. Es un gran narrador de la vida misma.
Como ya ocurrió
en el bolígrafo de gel verde, éste es un libro sin resumen, como dice su
contraportada: “No tengas miedo a comenzar a leer una novela sin resumen”. Así
que no seré yo quien os resuma de qué va la novela. Solamente necesita una
frase; Lo que encontré bajo el sofá es la novela de nuestras vidas, todas
diferentes, con sus pequeños éxitos y grandes fracasos, con los errores que
condenan un final feliz, con los aciertos que consiguen robar una sonrisa que
vale un mundo, con abrazos que curan y palabras que matan, con silencios que
hablan por sí solos.
Eloy Moreno es un
gran pintor de vidas, por las páginas de “lo que encontré bajo el sofá” va
pintando todo un mundo de sensaciones que a todos nos suenan porque no hace
falta narrar grandes batallas ni apocalípticas historias para ser un gran
contador de historias, Eloy es el gran ejemplo de que la guerra más dura es la
de cada una de nuestras insignificantes pero únicas e irrepetibles vidas.
Te recomiendo que
lo compres, empieces el primer capítulo y te busques en la novela. Seguro que
estás. Tú eres el protagonista.
Lo Mejor: Leer en
pocas páginas, mil historias, incluida la tuya.
Lo Peor: No
tener cincuenta páginas más para seguir
leyendo. Aunque muchas veces, ya sabéis, lo bueno, si breve…
A cuidarse.
viernes, 18 de octubre de 2013
Dies irae
Dies irae, César Pérez Gellida, Suma de Letras, 2013
Tras el rotundo
éxito de Memento mori llega la
segunda parte de la trilogía Versos, canciones
y trocitos de carne, Dies irae,
en la que recuperamos la trama que dejamos en Valladolid y los personajes que
perseguimos por media ciudad para intentar aclarar qué ocurrió y quién es quién
en este caos.
Trieste y Belgrado
son esta vez los escenarios en los que Augusto Ledesma, Carapocha e hija,
Ramiro Sancho y Orestes juegan a polis y cacos, cada uno con sus armas y sus
ases en la manga.
Si en la primera
novela nos quejábamos de que parecía el fruto rápido de una gran idea, si le
poníamos peros a alguna descripción, a las localizaciones forzadas, al lenguaje
demasiado casual y a algunos temas que se planteaban por encima y quedaban
colgados al final, Dies irae es el
resultado del crecimiento como escritor de César Pérez Gellida.
Un ritmo más
controlado, lento al principio y que va variando cuando los acontecimientos lo
requieren; un evidente cuidado en el lenguaje, revisado y corregido minuciosamente
(incluso permitiéndose algún regate léxico); un análisis más detallado de cada
uno de los personajes principales que nos ofrece la posibilidad de entender,
incluso empatizar en algún caso; los saltos temporales; el puntito gore que todo asesino en serie merece; el juego de planos; el
componente histórico y el trabajo que eso conlleva de documentación; la red de
tramas argumentales; las alusiones literarias (metaliteratura); y por supuesto,
la música elegida… hacen que esta obra sea muy muy buena. Sí señor!
Entenderéis que no
destripe el argumento para no estropear la lectura a muchos, pero diré que sólo
por el final este libro merece ser leído. Me ha parecido grandioso.
Esperamos con ansia
el desenlace final en Consummatum est.
Leedlo sin ninguna duda
porque no os va a defraudar
P.D. : grande la
alusión de Cayetano y Paquirrín… muy grande
P.D. : la editorial
ha mejorado en la encuadernación, tanto que ahora cuesta abrirlo!
Esta reseña va
firmada a medias entre Carolina y yo, que nos hemos perseguido página a página.
Virginia
lunes, 14 de octubre de 2013
Os propongo un pacto....
Empezamos este rincón hace casi cuatro años. Desde entonces, hemos compartido aquí nuestros descubrimientos y nuestras decepciones. Intentamos transmitir nuestro entusiasmo por aquello que creemos que merece la pena, y ayudar a difundir aquellos títulos que mejoraron un trocito de nuestra vida. Es, en resumen, una muestra de nuestra pasión por los libros. A los que me han acompañado en esta travesía, quiero darles las gracias, por no dejarse vencer por el desánimo, porque no siempre en esta profesión es fácil no caer en la rutina, por recordar que cada principio es una promesa, y por entender su labor de faro para todos aquellos que navegan en aguas oscuras. Y a todos los que nos han leído, ya sea por amistad, por casualidad o por gustos compartidos, agradecerles su confianza y su paciencia, que nos han llenado de alegría.
Comienzo una nueva etapa lejos de vosotros, pero quiero proponeros que este siga siendo nuestro lugar de encuentro. Esto conlleva un compromiso, porque no podré saber que estáis leyendo si os hacéis los remolones y no me lo contáis. Porque seguro que seguimos encontrando lecturas que compartir, con acción suficiente para convencer a Óscar, a Virginia o a Carolina, y con suficiente pátina gafapasta para que pase mi criba. Y ahí están esos grandes éxitos que a todos nos gustaron, como "Marcas de nacimiento", "La habitación" o "Yo confieso", hitos en nuestro colectivo lector. Ojalá Ana, Carolina o Noelia volvieran a sumarse a nosotros. Y si no, pues no importa, porque, si queréis, nosotros nos seguiremos encontrando aquí.
Muchas, muchas gracias por todo).
Comienzo una nueva etapa lejos de vosotros, pero quiero proponeros que este siga siendo nuestro lugar de encuentro. Esto conlleva un compromiso, porque no podré saber que estáis leyendo si os hacéis los remolones y no me lo contáis. Porque seguro que seguimos encontrando lecturas que compartir, con acción suficiente para convencer a Óscar, a Virginia o a Carolina, y con suficiente pátina gafapasta para que pase mi criba. Y ahí están esos grandes éxitos que a todos nos gustaron, como "Marcas de nacimiento", "La habitación" o "Yo confieso", hitos en nuestro colectivo lector. Ojalá Ana, Carolina o Noelia volvieran a sumarse a nosotros. Y si no, pues no importa, porque, si queréis, nosotros nos seguiremos encontrando aquí.
Muchas, muchas gracias por todo).
martes, 17 de septiembre de 2013
Inferno
Inferno, Dan Brown, Planeta, 2013
Un hombre que dice
que se ha llegado a colgar boca abajo durante la escritura del libro como una
técnica de disciplina en busca de la inspiración merece, como mínimo, que le
hagamos el “favor” de leer su novela, no?
Incluso
reconociendo que me ha costado más que las anteriores engancharme, al final
sucumbí y me ha gustado, con algunas puntualizaciones:
Me parecen excesivos el secretismo y las extravagancias que
exige el tipo para evitar las filtraciones que estropeen su gran reentré en los anaqueles y los ingresos en su cuenta corriente; me sobran ciencia ficción y descripciones que engordan pero
distraen. Si quiero saber de Dante, ya lo leo yo después; el debate ético y la crítica social asustan y bastante si
tenemos que suponer que ésa es la parte real de lo escrito.
Por lo demás pues
Robert Langdon amnésico corriendo por la Florencia de Dante acompañado de una señorita de
buen ver intentando resolver el acertijo enrevesado que amenaza con destruir el
mundo. Y no os cuento más que sino me denuncian por spoiler.
Como en anteriores
veces destaca el trabajo de documentación, el poder de las imágenes que recrea,
la simbología, el juego de planos, los capítulos cortos y el control de la
acción hasta el estallido final. Pero sinceramente no entiendo que haga
hincapié en el esfuerzo que le ha requerido la escritura cuando no hay nada
diferente, ni nuevo ni estrambótico, nada que no haya habido antes… Es meter
los mismos ingredientes de siempre y seguir la receta no?...
Vamos, que me ha
gustado y me ha hecho pensar esto del Transhumanismo, pero no he descubierto
un nuevo Dan Brown, ni un estilo renovado ni novedades estilísticas importantes.
Un libro entretenido que llegará al cine y ya, chimpún.
Sí sí, leedlo
Virginia
lunes, 9 de septiembre de 2013
Coral Glynn
Peter Cameron, Libros del Asteroide, 2013.
Releo antes de empezar a escribir la reseña que hice en este blog de Algún día este dolor te será útil, la obra anterior del autor, y me doy cuenta de que fui muy tibia en mi recomendación, pese a que me dejó huella suficiente como para empezar Coral Glynn según llegó a mis manos.
La protagonista que da título a la obra es una enfermera a domicilio que acude a una casa de un pueblecito inglés para cuidar de la moribunda señora Hart. Estamos a principios de los 50 y en la casa habitan también el comandante Clement Hart, hijo de la enferma, herido en la guerra y que arrastra una cojera y profundas quemaduras en su cuerpo, y la señora Prence, que hace las veces de cocinera y de ama de llaves y que no traga a Coral desde el principio. Clement intenta acercarse suavemente a Coral, y cuando fallece su madre, la propone matrimonio; a partir de ahí, todo se irá complicando.
Me resulta difícil describir el libro. Los personajes están muy solos y oscilan entre el sufrimiento y la resignación. Varias casualidades se encadenan y como consecuencia son cada vez más desgraciados. Sin embargo, algunos tienen segundas oportunidades que no saben aprovechar, y en buena medida, es la pasividad que muestran la que determina su camino. Coral se siente a menudo abrumada, y tiende a no enfrentarse a las dificultades, a obviarlas (lo que en parte es comprensible, puesto que tuvo una infancia marcada por muy poco afecto, e incidentes posteriores la llevaron a desconfiar de los hombres), por lo que sistemáticamente dificulta toda posibilidad de mejora en su vida. A la vez, todos son personajes muy tiernos, con una gran necesidad de ser amados, y que intentan demostrar amor en la medida de sus posibilidades, pero les falta la energía suficiente para vencer los inconvenientes a los que se enfrentan. Me enternecen especialmente Robin y Dolly, el matrimonio amigo de Clement, él, compañero del comandante desde la infancia y enamorado de Clement desde su juventud, y ella, intentando sacar adelante un matrimonio con un hombre que sabe que no la ama.
Todo el libro tiene un toque de ternura y fatalidad, pero también hay un elemento oscuro y turbador, una amenaza, intensificada en un episodio en un bosque que escenifica la tortura de una niña en manos de otro niño, y que luego aparecerá descuartizada; pero de manera vaga y constante flota en el aire, como la certeza de que nada podrá salir bien. En este sentido, si os apetece, una tarde charlamos sobre el final, sobre si es o no esperanzador. Y me gusta especialmente la originalidad de algunas descripciones, la manera en que Cameron encuentra las palabras para crear en nosotros una imagen exacta; un ejemplo: al abrir el cajón de la mesilla de la anciana muerta en la que ahora será su habitación de matrimonio, Coral encuentra "una figurita de madera del Niño Jesús, a la que le faltaba el brazo izquierdo, estaba pegada a un caramelo sin envoltorio".
Creo que a estas alturas ya sabéis que a mí me ha gustado y que os lo recomiendo :)
Releo antes de empezar a escribir la reseña que hice en este blog de Algún día este dolor te será útil, la obra anterior del autor, y me doy cuenta de que fui muy tibia en mi recomendación, pese a que me dejó huella suficiente como para empezar Coral Glynn según llegó a mis manos.
La protagonista que da título a la obra es una enfermera a domicilio que acude a una casa de un pueblecito inglés para cuidar de la moribunda señora Hart. Estamos a principios de los 50 y en la casa habitan también el comandante Clement Hart, hijo de la enferma, herido en la guerra y que arrastra una cojera y profundas quemaduras en su cuerpo, y la señora Prence, que hace las veces de cocinera y de ama de llaves y que no traga a Coral desde el principio. Clement intenta acercarse suavemente a Coral, y cuando fallece su madre, la propone matrimonio; a partir de ahí, todo se irá complicando.
Me resulta difícil describir el libro. Los personajes están muy solos y oscilan entre el sufrimiento y la resignación. Varias casualidades se encadenan y como consecuencia son cada vez más desgraciados. Sin embargo, algunos tienen segundas oportunidades que no saben aprovechar, y en buena medida, es la pasividad que muestran la que determina su camino. Coral se siente a menudo abrumada, y tiende a no enfrentarse a las dificultades, a obviarlas (lo que en parte es comprensible, puesto que tuvo una infancia marcada por muy poco afecto, e incidentes posteriores la llevaron a desconfiar de los hombres), por lo que sistemáticamente dificulta toda posibilidad de mejora en su vida. A la vez, todos son personajes muy tiernos, con una gran necesidad de ser amados, y que intentan demostrar amor en la medida de sus posibilidades, pero les falta la energía suficiente para vencer los inconvenientes a los que se enfrentan. Me enternecen especialmente Robin y Dolly, el matrimonio amigo de Clement, él, compañero del comandante desde la infancia y enamorado de Clement desde su juventud, y ella, intentando sacar adelante un matrimonio con un hombre que sabe que no la ama.
Todo el libro tiene un toque de ternura y fatalidad, pero también hay un elemento oscuro y turbador, una amenaza, intensificada en un episodio en un bosque que escenifica la tortura de una niña en manos de otro niño, y que luego aparecerá descuartizada; pero de manera vaga y constante flota en el aire, como la certeza de que nada podrá salir bien. En este sentido, si os apetece, una tarde charlamos sobre el final, sobre si es o no esperanzador. Y me gusta especialmente la originalidad de algunas descripciones, la manera en que Cameron encuentra las palabras para crear en nosotros una imagen exacta; un ejemplo: al abrir el cajón de la mesilla de la anciana muerta en la que ahora será su habitación de matrimonio, Coral encuentra "una figurita de madera del Niño Jesús, a la que le faltaba el brazo izquierdo, estaba pegada a un caramelo sin envoltorio".
Creo que a estas alturas ya sabéis que a mí me ha gustado y que os lo recomiendo :)
lunes, 19 de agosto de 2013
Saliendo de la estación de Atocha
Saliendo de la estación de Atocha, Ben Lerner,
Mondadori, 2013
Dicen los que
entienden que este libro es una maravilla, una pequeña joya literaria que el
mismísimo Marías avala, y no es que se prodigue mucho en piropos a
principiantes. Pues si me preguntáis a mi ya os aviso de que no. Lento,
aburrido, redundante, sin acción e incluso con un cierto toque de desprecio que
sobraba. En EEUU ha sido un exitazo, será que ellos le ven la gracia, porque yo
ni buscándosela.
Adam Gordon es un
joven estadounidense que se pasa una temporadita en Madrid becado por una
fundación en la que confían en los frutos de su “proyecto poético sobre la Guerra Civil ”. No sé qué
proyecto es ése. Ni él mismo yo sabe. Se jacta de su estafa, es pedante,
creído, mentiroso, un niño bonito que se cree que se ríe de todos y que está
por encima del bien y del mal. Como veis no me ha terminado de caer bien el
muchacho. Su poesía, su maltrato a Lorca y sus versos en medio de una ciudad
que pasa de descubrir. Tacha los días del calendario entre café, porros, el
Retiro, noches de juerga, museos y alguna mujer española que no comprende, pero
él va de “flipao” y todo le da igual.
Pero lo peor a mi
gusto es la referencia a los atentados de Atocha en 2004, sin una pizca de
humanidad, sólo preocupado por su narcisismo.
Una prosa lenta con
subordinadas imposibles, un conjunto que provoca hastío y mala leche.
He leído que es una
novela casi autobiográfica, un retrato realista del autor… Espero que no.
Fatal, pero seré yo,
que no entiendo
Virginia
miércoles, 14 de agosto de 2013
Ojos de agua y La playa de los ahogados
Ojos de agua y La
playa de los ahogados, Domingo Villar, Siruela, 2006 y 2009
Después de que se
me acabaran otras series de novela negra este verano me he decidido por Domingo
Villar, ese hombre al que todo el mundo espera y que parece que no llega nunca
con su nuevo libro bajo el brazo. Me han gustado mucho ambas, así que yo
también me pongo en la lista de espera.
Villar nos presenta
dos asesinatos y dos policías encargados de resolverlos entre las carreteras
viguesas. Leo Caldas, el gran desconocido, famoso a su pesar por participar en
un programa de radio, que detrás de cada muerto no busca culpables sino
porqués. Un gallego solitario, de estómago agradecido, amante de la música y
pesaroso si se le nombra a Alba. A su lado Rafael Estévez, aragonés, directo,
de modales discutibles e infinita incomprensión del carácter gallego. Son
personajes creíbles, nada impostados, llenos de matices pero sencillos en
apariencia. Una pareja sólida que no necesita más para funcionar, y que con
cada diálogo refuerza la narración.
Ambas son tramas
elaboradas, siempre en capítulos cortos encabezados por la definición de una
palabra clave en los mismos, aunque es cierto que en la segunda se aprecia una
mayor evolución en el desarrollo que sacrifica a su vez un poco de la frescura
de la primera, pero sin la incómoda sensación de que el autor te engañe para
llegar a un final “forzado” sin justificación.
Toques de
carcajada, dinamismo, Vigo, su gastronomía, el carácter y el paisaje, humanismo
y música de fondo aportan el realismo que hace que estas novelas resulten
sencillas, agradables y adictivas.
Tendremos que
esperar que Cruces de piedra no se
demore mucho más.
Desde luego una
gran opción para estos días de calor y relax
P.D. Me apunto lo
del cuaderno de los idiotas, genial
Virginia
jueves, 8 de agosto de 2013
El día del entierro
Edith Wharton, Rey Lear, 2013.
Empieza así:
"SU ESPOSA HABÍA DICHO: "Si no la dejas, me tiro por el balcón". Él no la dejó y su esposa se tiró por el balcón".
¿No os parece un principio magnífico? ¡Yo quiero leer más! Y es que Edith Wharton es una prosista fantástica, que maneja muy bien los ritmos, que despierta el interés desde la primera línea. En esta novela corta nos presenta a Ambrose Trenham cuando su mujer acaba de morir (y ya sabemos el motivo). Tras el funeral y el entierro, Ambrose se da cuenta de lo mucho que valía su esposa y desprecia a su amante, sin la cual nunca hubiera llegado ese desenlace. Wharton nos mete en la mente de Trenham y vemos cómo fluyen sus pensamientos, cómo pasa de sentirse culpable a decidir alejarse de su amante, cómo reacciona cuando la ve.
Wharton escribió este texto en 1930, y una vez más, como otras veces antes tratándose de esta autora, me sorprende la vigencia de su relato, lo bien que aguanta el paso del tiempo; ella, que es a la vez clásica e innovadora, sencilla y elegante. Me gusta. Os lo recomiendo.
Empieza así:
"SU ESPOSA HABÍA DICHO: "Si no la dejas, me tiro por el balcón". Él no la dejó y su esposa se tiró por el balcón".
¿No os parece un principio magnífico? ¡Yo quiero leer más! Y es que Edith Wharton es una prosista fantástica, que maneja muy bien los ritmos, que despierta el interés desde la primera línea. En esta novela corta nos presenta a Ambrose Trenham cuando su mujer acaba de morir (y ya sabemos el motivo). Tras el funeral y el entierro, Ambrose se da cuenta de lo mucho que valía su esposa y desprecia a su amante, sin la cual nunca hubiera llegado ese desenlace. Wharton nos mete en la mente de Trenham y vemos cómo fluyen sus pensamientos, cómo pasa de sentirse culpable a decidir alejarse de su amante, cómo reacciona cuando la ve.
Wharton escribió este texto en 1930, y una vez más, como otras veces antes tratándose de esta autora, me sorprende la vigencia de su relato, lo bien que aguanta el paso del tiempo; ella, que es a la vez clásica e innovadora, sencilla y elegante. Me gusta. Os lo recomiendo.
martes, 6 de agosto de 2013
Palabra de honor
Ingrid Noll, Circe, 2011.
Escritora alemana asociada a la novela negra, Noll escribe este libro pasados los setenta años. El refunfuñón anciano Willy Knobel vive solo desde que quedó viudo. Sus hijos apenas se preocupan por él y sólo su nieto Max le visita con regularidad y le hace los recados, guiado por una combinación de tiempo libre y necesidad del dinero que le va sisando. Tras una aparatosa caída, los médicos indican a la familia que morirá en menos de una semana, y la nuera y el nieto deciden llevarle a morir a la casa de la familia, ante la oposición de su propio hijo. Junto con el abuelo ocuparán la casa multitud de aparatos geriátricos y una legión de enfermeras. Pero los cuidados de Max hacen maravillas y Willy cada día está mejor, para desesperación de su hijo y su nuera. Esta nueva situación complicará la vida de los miembros de la familia, de la que vamos descubriendo cada vez más asuntos sucios: aparecerán chantajes, amantes, concesiones ilegales de obras públicas e intentos de asesinato en una espiral cada vez más disparatada. Mucho humor negro (y unos cuántos cadáveres) para retratar una situación cotidiana: la de la ruptura que existe entre nuestros ancianos y las familias, el abuelo como un mueble del que deshacerse, la muerte buscada como fuente de herencia. Ligera y divertida, aunque no memorable, puede ser una opción fresca para estos días veraniegos.
Escritora alemana asociada a la novela negra, Noll escribe este libro pasados los setenta años. El refunfuñón anciano Willy Knobel vive solo desde que quedó viudo. Sus hijos apenas se preocupan por él y sólo su nieto Max le visita con regularidad y le hace los recados, guiado por una combinación de tiempo libre y necesidad del dinero que le va sisando. Tras una aparatosa caída, los médicos indican a la familia que morirá en menos de una semana, y la nuera y el nieto deciden llevarle a morir a la casa de la familia, ante la oposición de su propio hijo. Junto con el abuelo ocuparán la casa multitud de aparatos geriátricos y una legión de enfermeras. Pero los cuidados de Max hacen maravillas y Willy cada día está mejor, para desesperación de su hijo y su nuera. Esta nueva situación complicará la vida de los miembros de la familia, de la que vamos descubriendo cada vez más asuntos sucios: aparecerán chantajes, amantes, concesiones ilegales de obras públicas e intentos de asesinato en una espiral cada vez más disparatada. Mucho humor negro (y unos cuántos cadáveres) para retratar una situación cotidiana: la de la ruptura que existe entre nuestros ancianos y las familias, el abuelo como un mueble del que deshacerse, la muerte buscada como fuente de herencia. Ligera y divertida, aunque no memorable, puede ser una opción fresca para estos días veraniegos.
viernes, 26 de julio de 2013
Instrucciones para una ola de calor
Maggie O'Farrell, Salamandra, 2013.
No pude resistirme a leerla: Maggie O'Farrell es la autora de una novela que he recomendado durante años: La extraña desaparición de Esme Lennox. Al saber que publicaban su nueva obra, pasó a la primera de la lista. Y sin embargo ha sido una decepción.
El título (que me parece sonoro y contagioso) alude a que la trama se desarrolla durante una ola de calor que sufrió Irlanda en 1976; ahora, instrucciones no da. Nos cuenta la crisis familiar que sigue al hecho de que el cabeza de la familia Riordan se marche una mañana de casa y no regrese (inevitable pensar en el principio de El insólito peregrinaje de Harold Fry: ¿qué ocurre con estos hombres que se echan a andar y derrumban la vida de sus mujeres?). Su esposa, desconcertada, llamará a sus hijos (ya independizados) y se produce un cónclave familiar, a la vez que vamos conociendo las vidas de cada uno, sus problemas, sus secretos. Esta es una clara novela de personajes: bien dibujados, peculiares, interesantes, he estado fascinada con Aoife durante toda la historia (muy bien plasmado su "problema", una dislexia supongo que imposible de diagnosticar en aquel momento; y más interesante aún su ansia de libertad y su necesidad de espacio); pero creo que le falta argumento, que las rencillas entre hermanos, los problemas con los novios o las dificultades matrimoniales no sostienen la novela. El caso es que mientras escribo esto me doy cuenta de que la carga argumental debería ser suficiente, por lo que pienso que es un problema de expectativa por mi parte: a mí se me ha quedado corto. La ola de calor incrementa la tensión del momento, pero no consigue transmitir la atmósfera asfixiante que están viviendo los protagonistas. En definitiva, es una novela correcta, con buenos personajes pero con una historia algo floja, a la que le falta algo más de peso; de esas de las que hay mil, lo que no me parece suficiente. Probablemente, si no conociera de nada a la autora os diría que no está mal. En cualquier caso, aunque se deja leer, yo no la recomiendo.
No pude resistirme a leerla: Maggie O'Farrell es la autora de una novela que he recomendado durante años: La extraña desaparición de Esme Lennox. Al saber que publicaban su nueva obra, pasó a la primera de la lista. Y sin embargo ha sido una decepción.
El título (que me parece sonoro y contagioso) alude a que la trama se desarrolla durante una ola de calor que sufrió Irlanda en 1976; ahora, instrucciones no da. Nos cuenta la crisis familiar que sigue al hecho de que el cabeza de la familia Riordan se marche una mañana de casa y no regrese (inevitable pensar en el principio de El insólito peregrinaje de Harold Fry: ¿qué ocurre con estos hombres que se echan a andar y derrumban la vida de sus mujeres?). Su esposa, desconcertada, llamará a sus hijos (ya independizados) y se produce un cónclave familiar, a la vez que vamos conociendo las vidas de cada uno, sus problemas, sus secretos. Esta es una clara novela de personajes: bien dibujados, peculiares, interesantes, he estado fascinada con Aoife durante toda la historia (muy bien plasmado su "problema", una dislexia supongo que imposible de diagnosticar en aquel momento; y más interesante aún su ansia de libertad y su necesidad de espacio); pero creo que le falta argumento, que las rencillas entre hermanos, los problemas con los novios o las dificultades matrimoniales no sostienen la novela. El caso es que mientras escribo esto me doy cuenta de que la carga argumental debería ser suficiente, por lo que pienso que es un problema de expectativa por mi parte: a mí se me ha quedado corto. La ola de calor incrementa la tensión del momento, pero no consigue transmitir la atmósfera asfixiante que están viviendo los protagonistas. En definitiva, es una novela correcta, con buenos personajes pero con una historia algo floja, a la que le falta algo más de peso; de esas de las que hay mil, lo que no me parece suficiente. Probablemente, si no conociera de nada a la autora os diría que no está mal. En cualquier caso, aunque se deja leer, yo no la recomiendo.
lunes, 22 de julio de 2013
Bryan Talbot: Grandville y El cuento de una rata mala.
Grandville, Bryan Talbot, Astiberri, 2013.
El cuento de una rata mala, Bryan Talbot, Astiberri, 2013.
Sólo tras terminarlas me di cuenta de que mis dos últimas lecturas eran del mismo autor (lo que no dice mucho en mi favor, en fin). Diré en mi defensa que han pasado un par de semanas entre ambas y que el dibujo es muy distinto. Bryan Talbot es uno de los padres de la novela gráfica inglesa, muy conocido en su país y con una trayectoria muy variada.
Grandville nos sitúa en un pasado alterado en el que Napoleón ha conquistado Gran Bretaña y el imperio francés domina toda Europa. Tras una cadena de atentados anarquistas, Bretaña se independiza y se granjea el odio de los franceses. En el París de la Belle Epoque, un miembro de la embajada de Bretaña aparece muerto; el detective LeBrock se encargará de investigar lo ocurrido... Cóctel con ingredientes de Sherlock Holmes, Tarantino, modernismo y sangre, lo mejor de este cómic es en mi opinión el guión. Los animales muestran formas antropomorfas no siempre bien conseguidas (difícil después de disfrutar los maravillosos personajes de Guarnido en Blacksad). También está disponible la continuación, Grandville mon amour.
El cuento de una rata mala es una de las obras de este autor que más repercusión han tenido, por su
contenido social, rompedor, y por haberse empleado como manual en bibliotecas, institutos y centros especializados en abusos infantiles. Astiberri lo recupera ahora en nueva traducción y con prólogo y epílogo actualizados. La protagonista es Helen, una adolescente a la que encontramos mendigando en Londres tras haberse escapado de casa. Poco a poco percibimos las dificultades de Helen para tener contacto físico y vamos sabiendo que los motivos son los abusos sexuales de su padre y la falta sistemática de afecto por parte de su madre. Acompañaremos a Helen en su camino para superar el trauma. Ella se apoya en los cuentos de su admirada Beatrix Potter, e inicia un viaje para conocer los lugares donde vivió la autora inglesa. Dibujo realista y guión sólido, es una lectura interesante, aunque se deja notar que está dibujada a principios de los noventa. Tiene razón Talbot cuando pregunta por qué, veinte años después, podemos hablar de asesinatos con normalidad, y convertirlo en un elemento habitual de ficción, mientras que los abusos infantiles siguen siendo un tabú; y que mientras sea un tema silenciado, las víctimas seguirán sintiéndose únicas, solas y culpables.
El cuento de una rata mala, Bryan Talbot, Astiberri, 2013.
Sólo tras terminarlas me di cuenta de que mis dos últimas lecturas eran del mismo autor (lo que no dice mucho en mi favor, en fin). Diré en mi defensa que han pasado un par de semanas entre ambas y que el dibujo es muy distinto. Bryan Talbot es uno de los padres de la novela gráfica inglesa, muy conocido en su país y con una trayectoria muy variada.
Grandville nos sitúa en un pasado alterado en el que Napoleón ha conquistado Gran Bretaña y el imperio francés domina toda Europa. Tras una cadena de atentados anarquistas, Bretaña se independiza y se granjea el odio de los franceses. En el París de la Belle Epoque, un miembro de la embajada de Bretaña aparece muerto; el detective LeBrock se encargará de investigar lo ocurrido... Cóctel con ingredientes de Sherlock Holmes, Tarantino, modernismo y sangre, lo mejor de este cómic es en mi opinión el guión. Los animales muestran formas antropomorfas no siempre bien conseguidas (difícil después de disfrutar los maravillosos personajes de Guarnido en Blacksad). También está disponible la continuación, Grandville mon amour.
El cuento de una rata mala es una de las obras de este autor que más repercusión han tenido, por su
contenido social, rompedor, y por haberse empleado como manual en bibliotecas, institutos y centros especializados en abusos infantiles. Astiberri lo recupera ahora en nueva traducción y con prólogo y epílogo actualizados. La protagonista es Helen, una adolescente a la que encontramos mendigando en Londres tras haberse escapado de casa. Poco a poco percibimos las dificultades de Helen para tener contacto físico y vamos sabiendo que los motivos son los abusos sexuales de su padre y la falta sistemática de afecto por parte de su madre. Acompañaremos a Helen en su camino para superar el trauma. Ella se apoya en los cuentos de su admirada Beatrix Potter, e inicia un viaje para conocer los lugares donde vivió la autora inglesa. Dibujo realista y guión sólido, es una lectura interesante, aunque se deja notar que está dibujada a principios de los noventa. Tiene razón Talbot cuando pregunta por qué, veinte años después, podemos hablar de asesinatos con normalidad, y convertirlo en un elemento habitual de ficción, mientras que los abusos infantiles siguen siendo un tabú; y que mientras sea un tema silenciado, las víctimas seguirán sintiéndose únicas, solas y culpables.
sábado, 29 de junio de 2013
La leyenda del ladrón
La leyenda del ladrón, Juan Gómez-Jurado. Planeta 2012
Hablé hace unos
meses, quizás años, no se… del primer libro de Juan Gómez-Jurado, me apasionó
la forma de escribir de este joven escritor y prometí seguir leyéndole. Lo he
hecho y ciertamente no fue sorpresa del primer libro.
En esta segunda visita me ha permitido viajar de la mano de
un chiquillo moribundo llamado Sancho por la Sevilla del siglo XVI. He
conseguido escuchar el sonido de las calles de una ciudad comerciante y
esplendorosa con sus poderosos, sus taberneros explotadores, sus caciques y sus
vendedores, sus jóvenes boticarias y sus
ladrones.
El joven Sancho va creciendo y sobreviviendo en sus sucias
calles hasta que la vida le enseña a luchar, falsear, robar y engañar para
volver a ver el sol. Pero también conoce la amistad y el amor, la venganza y la
satisfacción de conseguir victorias en las batallas más complicadas.
Quizás fruto del intenso trabajo documental que se reconoce
en la novela o tal vez por conseguir que nos peguemos a cada capítulo más aún
que al anterior, Gómez-Jurado consigue una vez más que merezca la pena esto del
leer y que como pasa muy de vez en cuando… sientas penar al cerrar la última página
del libro y que una parte de la vida del joven Sancho quedará en tu corazón
para siempre.
Lo Mejor: Atarse a un personaje tanto como lo consigue el
texto.
Oler el sudor de las galeras, los olores de los puestos sevillanos,
escuchar los barcos zarpando a
las Américas, sentir el miedo en las calles
oscuras y sucias… Vivir el libro por los cinco
sentidos.
Lo Peor: Poco, muy poco; quizás lo malo que tienen los buenos
libros: que se acaban.
Disfrutadlo.
La verdad sobre el caso Harry Quebert
La verdad sobre el caso Harry Quebert, Joël Dicker. Alfaguara 2013
Un libro que
está copando las listas de más vendidos por la enormeee campaña publicitaria.
Podría resumirlo todo en una frase: Esta bien pero… no es para tanto.
La historia comienza, como se cuenta en la sinopsis del
libro, no destripo nada… cuando descubren
el cuerpo de la joven Nola, de 15 años
en el jardín de una gran casa de un pequeño pueblecito. ¿Quién la ha
asesinado?. Son muchos de los que vamos sospechando según avanza la trama, con
ingente número de flashback que nos regalan la historia de amor de la pequeña
con el exitoso escritor Harry Quebert veinte años mayor que Nola.
Será el también aclamado escritor (esto va de escritores
exitosos), Marcus Goldman, amigo de Harry que se niega a pensar que su mentor haya
asesinado a la joven y se ponga manos a
la obra a investigar por su cuenta y riesgo (mucho riesgo) lo que paso
verdaderamente.
La historia secreta de amor entre Harry y Nola ocupa gran
parte del libro, demasiada en mi opinión, a veces parece más una novela
romántica que policiaca, y en muchos capítulos vuelve a ser recurrente y
excesiva. Me sobran cien páginas de la parte central del libro. Pero he de
reconocer y reconozco que el final me gustó mucho. Me hice el chulito pensando
cuando ya se atisbaba que seguro que sabría como iba a terminar y no, no no no
, lo confieso, falle y fue un gran final.
Lo Mejor: El final, merece la pena pasar por la novela
romántica para llegar a un gran thriller.
Lo Peor: La excesiva, redundante y empalagosa historia de
amor. Nola para arriba Nola para abajo. ¿Cuántas veces aparecerá ese nombre en
el texto? Demasiadas.
Feliz Verano jóvenes y no tan jóvenes lectores.
lunes, 17 de junio de 2013
El amuleto de Medusa
El amuleto de Medusa, Robert Masello, Algaida, 2012
Si queréis una
mezcla de historia, thriller y ciencia ficción ésta es la novela.
Os copio la
sinopsis y comentamos:
“En el siglo XVI, Benvenuto Cellini fue el maestro artesano
de la Italia
del Renacimiento: orfebre, escultor, nigromante y creador de un amuleto tallado
con esmero que en su tiempo fue la preciada posesión de papas y príncipes,
reinas y conquistadores. Una obra de inimaginable poder… y peligro. David
Franco es un joven y escéptico erudito que trabaja para la biblioteca Newberry
de Chicago, tratando de recuperar una reliquia legendaria y dilucidar sus
secretos. Pero su investigación pronto se convierte en una trepidante aventura,
una carrera contrarreloj desde Chicago hasta los castillos franceses y desde la Revolución Francesa
a los palacios romanos, buscando la respuesta a un enigma que ha intrigado a la
humanidad desde el principio de los tiempos. Franco se verá atrapado en una
lucha a vida o muerte, perseguido por letales asesinos y por sus propios
demonios, y enfrentado a un mal que desborda sus peores pesadillas. Un nuevo
thriller escalofriante de Robert Masello, autor del best seller Sangre y hielo.”
Entonces… tenemos un amuleto como hilo conductor; saltos
temporales entre el Renacimiento y la actualidad; hay tensión, dinamismo y
ritmo trepidante; personajes fríos y poco desarrollados a excepción de David,
con el que se recrea en un perfil halagador; una historia de amor más que
forzada; y un final rápido, pero teniendo en cuenta que llevamos seiscientas
páginas detrás del espejito, es entendible que hasta el mismo autor se canse y
cierre de mala manera una historia que ha manejado bien hasta entonces.
Y me diréis que este libro ya le habéis leído. Pues sí,
aunque no creo que tenga el “nivel” del Código
Da Vinci precisamente por los fallos de los que os hablo, consigue tenernos
entretenidos de la misma forma, así que no lo subestimemos.
Un libro de los que yo llamo piscineros, de los que no te
cambian la vida, de los que te entretienen al sol o que intercalas entre
lecturas más profundas.
Un sin más
Virginia
lunes, 3 de junio de 2013
La ridícula idea de no volver a verte
La ridícula idea de no volver a verte, Rosa Montero,
Seix Barral, 2013
Después de jugar a
detectives con Bruna Husky (Lágrimas en
la lluvia), Rosa Montero deja atrás el futurismo para proponernos una
reflexión a medio camino entre la novela y el ensayo.
Unos años después
de la muerte de su marido, el periodista Pablo Lizcano, le ha sido posible
escribir un libro sobre la viudedad, posiblemente porque el dolor no está ya en
su estadio primero y volver la vista atrás incluso reconforta. Porque si tienes
dolor te quedas sin #palabras.
Ahora, cuando
necesita escribir de nuevo para respirar, el azar le pone en las manos la
biografía de la gran Marie Curie, que como ella enterró a su esposo cambiando
su vida para siempre. Esta combinación entre el uso de la primera persona de
sus confesiones y el viaje en paralelo por la vida de Curie alivia un tema
complicado, dando como resultado una bonita reflexión y quizá un homenaje a
esos hombres con los que compartieron sus días (y a la excelencia de Marie, por
supuesto).
Cuando uno no tiene
hijos lo más importante que le sucede en la vida son sus muertos. Con esta
frase rotunda abre el texto, en el que nos habla del dolor físico y psíquico
que supone la pérdida, la incredulidad posterior, la negación… Los días
siguientes, aún con el mundo exterior en pausa, no es posible asimilar que es
para siempre, porque siempre es un
concepto inhumano en sí mismo, y resulta ridículo
pensar que nunca volverás a mirar a
los ojos de esa persona.
Es un “relato”
sencillo, sereno, salpicado de hashtags, con un lenguaje escogido sin
grandilocuencias, en el que trata de dar más importancia al fondo que a la
forma; una confesión cuidada (porque hay cosas que no es necesario escribir, y
otras que forman parte de la intimidad de todos los que vivieron los días
anteriores a la pérdida) que aún así produce cierto pudor. Montero habla de
Marie y Pierre para hablar de ella y Pablo, que finalmente, y de forma
voluntaria supongo, es el menos protagonista de los cuatro. Entendible y
respetable.
Leer el dolor de
una forma tan bella abruma.
Más que muy
recomendable
Virginia
(Genial el guiño de
los tatuajes, una afrenta contra el cuerpo, que se degenerará o creará un
tumor…: “cuerpo
miserable, te he marcado con una salamandra que es sólo hija de mi voluntad, y
vas a tener que aguantarla hasta que te pudras”. No podemos hacer más)
martes, 28 de mayo de 2013
Capital
John Lanchester, Anagrama, 2013.
Capital es la historia de una calle de Londres: Pepys Road. Sus habitantes varían entre las familias de clase media que compraron la casa hace más de cincuenta años y los nuevos ricos que la han ido adquiriendo a medida que se revalorizaba la zona; y junto a ellos, otros personajes que encuentran trabajo en esas casas: el albañil polaco, la vigilante africana de aparcamiento o la niñera húngara. Un mosaico muy amplio de personajes: una anciana cuya principal ilusión es cuidar su jardín, un banquero de la City con un tren de vida altísimo, un jugador recién fichado para la Premier League, una familia pakistaní que regenta un pequeño comercio... Todos ellos recibirán en sus domicilios turbadoras postales con fotos de sus respectivas casas acompañadas del anónimo texto "Queremos lo que usted tiene". ¿Es una amenaza, una advertencia, una performance artística? De fondo, la crisis bancaria que se avecina, las dificultades de los inmigrantes, el poder del dinero, el terrorismo yihadista y tantos otros problemas que marcan la rutina de las urbes modernas.
Magnífica novela: ágil, perspicaz, empática, con personajes verosímiles y bien dibujados pese a que muchos se construyen con tan sólo un par de pinceladas. Fácil de leer, con capítulos cortos y un ritmo admirable, en absoluto lastrado por el gran número de personajes registrados. Leedla. Merece la pena.
Capital es la historia de una calle de Londres: Pepys Road. Sus habitantes varían entre las familias de clase media que compraron la casa hace más de cincuenta años y los nuevos ricos que la han ido adquiriendo a medida que se revalorizaba la zona; y junto a ellos, otros personajes que encuentran trabajo en esas casas: el albañil polaco, la vigilante africana de aparcamiento o la niñera húngara. Un mosaico muy amplio de personajes: una anciana cuya principal ilusión es cuidar su jardín, un banquero de la City con un tren de vida altísimo, un jugador recién fichado para la Premier League, una familia pakistaní que regenta un pequeño comercio... Todos ellos recibirán en sus domicilios turbadoras postales con fotos de sus respectivas casas acompañadas del anónimo texto "Queremos lo que usted tiene". ¿Es una amenaza, una advertencia, una performance artística? De fondo, la crisis bancaria que se avecina, las dificultades de los inmigrantes, el poder del dinero, el terrorismo yihadista y tantos otros problemas que marcan la rutina de las urbes modernas.
Magnífica novela: ágil, perspicaz, empática, con personajes verosímiles y bien dibujados pese a que muchos se construyen con tan sólo un par de pinceladas. Fácil de leer, con capítulos cortos y un ritmo admirable, en absoluto lastrado por el gran número de personajes registrados. Leedla. Merece la pena.
viernes, 17 de mayo de 2013
Stoner
John Williams, Baile del Sol,
Me habían llegado ecos dispersos de esta novela desde varios flancos. Y son merecidos: Stoner me enganchó desde el principio y desde las páginas iniciales se hizo patente que tenía entre manos un libro de calidad.
William Stoner nace a finales del siglo XIX en una familia de agricultores y crece en un ambiente silencioso y seco. Con 20 años, sus padres le mandan a la universidad a estudiar agricultura; pero al cursar una asignatura de literatura siente un deslumbramiento y su vida cambia para siempre. Stoner permanecerá en el ámbito universitario, y continuamente dedicado a su vocación, asistimos a su conocimiento de la amistad, del matrimonio, de la paternidad, de los conflictos con los compañeros... Todo ello desde un estilo austero y eficiente, desde la soledad y la entrega. Stoner es una buena persona a la que le cuesta mucho expresarse, y para la que la voluntad ajena casi siempre está por encima de la propia. He leído que podría ser una figura pintada por Hopper, y estoy bastante de acuerdo. Me fascina cómo frecuentemente en las discusiones Stoner claudica al percibir que su interlocutor está siendo sincero al ofrecer su oposición; pero sin duda, lo que más me ha gustado es la capacidad de generar personajes muy verosímiles, tan reconocibles, con descripciones parcas, que se comunican con miradas y se aíslan en un mundo interior.
A mí me ha gustado mucho, os animo a hojearla porque merece la pena.
Me habían llegado ecos dispersos de esta novela desde varios flancos. Y son merecidos: Stoner me enganchó desde el principio y desde las páginas iniciales se hizo patente que tenía entre manos un libro de calidad.
William Stoner nace a finales del siglo XIX en una familia de agricultores y crece en un ambiente silencioso y seco. Con 20 años, sus padres le mandan a la universidad a estudiar agricultura; pero al cursar una asignatura de literatura siente un deslumbramiento y su vida cambia para siempre. Stoner permanecerá en el ámbito universitario, y continuamente dedicado a su vocación, asistimos a su conocimiento de la amistad, del matrimonio, de la paternidad, de los conflictos con los compañeros... Todo ello desde un estilo austero y eficiente, desde la soledad y la entrega. Stoner es una buena persona a la que le cuesta mucho expresarse, y para la que la voluntad ajena casi siempre está por encima de la propia. He leído que podría ser una figura pintada por Hopper, y estoy bastante de acuerdo. Me fascina cómo frecuentemente en las discusiones Stoner claudica al percibir que su interlocutor está siendo sincero al ofrecer su oposición; pero sin duda, lo que más me ha gustado es la capacidad de generar personajes muy verosímiles, tan reconocibles, con descripciones parcas, que se comunican con miradas y se aíslan en un mundo interior.
A mí me ha gustado mucho, os animo a hojearla porque merece la pena.
martes, 14 de mayo de 2013
Estaba en el aire
Estaba en el aire, Sergio Vila-Sanjuán, Destino, 2013
Estaba en el aire es la flamante ganadora del Premio
Nadal 2013. Una novela corta que nos traslada a la Barcelona de los años 60
y todo lo que allí empezaba a surgir.
Sergio Vila-Sanjuán
hace, a través de Tona y el resto de personajes, un claro esquema costumbrista
de la vida en la ciudad condal de la última parte de la dictadura, una
descripción social que abarca desde los grandes magnates y las empresas
florecientes a los pobres más pobres de los suburbios.
Tona es, sin duda,
la gran protagonista de la novela. Una mujer bien que empieza a estropearse la
vida a golpe de amante para acabar manipulando al primer infeliz que le prometa
un cambio de rumbo, prestigio y dinero.
Con un retrato
plácido y objetivo Vila-Sanjuán se sirve de su propia historia familiar y del
programa Rinomicina le busca para
tejer un retrato de los inicios de SEAT, de los reencuentros familiares tras la Guerra , de las diferencias
sociales entre los que van al club de tenis y los que cosen redes en la Barceloneta , el
estraperlo, la presión del Régimen, la expansión de los medios de comunicación,
del nacimiento del barrio de Pedralbes o los escarceos amorosos tan mal vistos
en la alta sociedad catalana.
Con el único pero
de las descripciones demasiado extensas a veces creo que es una muy buena
novela, llena de pequeños guiños, de sátira, de historia, de ficción, de
elementos comunes y de personajes bien definidos que evolucionan en cada
página.
Leedla porque os gustará
Virginia
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