miércoles, 15 de junio de 2011
Fiesta en una Botella
John Collier, Contraseña editorial 2011.
John Collier ¿Alguien le conoce? Yo desde luego, no sabía de su existencia y el hecho de haberme acercado hasta su obra, me ha producido una sensación muy agradable a la vez que inquietante. Quizás sea interesante aportar que además de novelista, poeta y autor de relatos cortos, dedicó su vida a trabajar como guionista de cine y televisión en Hollywood. De hecho, algunos de sus relatos sirvieron de base para episodios de Alfred Hitchcock presenta así como de La dimensión desconocida.
Estamos ante un volumen que recoge 15 relatos cortos en los que una situación de lo más cotidiana, de pronto se da la vuelta para convertirse en algo extraordinario. Me quedo, sin dudarlo, con “Onagra”: ya no volveré a mirar igual a los maniquís de los escaparates… y también me han encantado “Fiesta en una botella”, “Otra tragedia americana” y “Volver por navidad”. Especialmente sorprendentes “Ah, la universidad” y “Por el seguro”, que dejan un regusto amargo que te hace pensar en lo paradójico de lo que has leído.
Me ha encantado también la ilustración de la cubierta de Alberto Gamón que es quien hizo también la de El asiento del conductor, también reseñado aquí.
Quiero agradecer a los editores de Contraseña que me hayan acercado hasta Collier: ha sido un gran descubrimiento, como lo llevan siendo mis últimas lecturas de este sello editorial. Y un último apunte: no dejéis de leer el "Prólogo" a cargo de Fernando Iwasaki así como el “Posfacio” de Ray Bradbury: son imprescindibles pero aconsejo hacerlo una vez que se hayan leído los relatos para que la sorpresa no desaparezca en ningún momento.
Si no tenéis ninguna lectura en mente para estas vacaciones, este es un libro genial que se puede leer entre baño y baño en la playa sin perder el hilo en ningún momento: ¡Recomendado!
Noelia
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Sin duda, merece la pena. Los cuentos aúnan sentido del humor, fantasía e ironía, y progresivamente adquieren un tinte inquietante que nos desconcierta.Son turbadores, y nos muestran que todo puede tener un lado oscuro. Juega muy bien con el lenguaje, es refrescante y adictivo y, como dice Iwasaki, las víctimas se merecen todas las cosas malas que les ocurren. "Onagra" es también mi favorito, ¡no dejéis de leerlo!
ResponderEliminarIris.