domingo, 16 de mayo de 2010

EL INVENTOR DE PALABRAS

Gerald Donovan, Tusquets, Colección "Andanzas", abril 2010.

Definitivamente, creo que no comparto los gustos literarios con otros vecinos libreros, porque lo que se me anunció como un auténtico novelón, de esos que enganchan y no puedes parar de leer, ha sido, en mi humilde opinión, un “teleplay” de sábado por la tarde de Antena 3. Vamos, una historia en uno de esos pueblos americanos, rodeados de bosques e incomunicados por las nevadas, totalmente previsible.

La verdad es que el título prometía: “El inventor de palabras”… pero para nada: es una mera excusa sobre lo que hace el protagonista, Julius Winsome, que se inventa vocablos por herencia de su padre. Y es que toda la historia gira en torno a este chico casi cuarentón, soltero y el trauma que le produce la muerte de su perro, la pérdida de su único amor, y las muertes de su padre y su abuelo.

Todos estos acontecimientos, van a marcar las futuras decisiones de Julius y desde luego su carácter, convirtiéndole en un auténtico perturbado mental muy peligroso, aunque no lo parezca desde fuera: uno de esos que salen en los telediarios y cuando preguntan a los vecinos todos dicen: “No habíamos notado nada raro” “Era un chico muy normal”… ¡ya!

No es muy extenso (apenas 250 páginas) pero consigue aburrir con tanto soneto de Shakespeare y con tantas lecciones sobre las armas que utiliza y las estrategias de combate que aplicaba su abuelo en la guerra.

El sábado vendí un ejemplar a un hombre que lo tenía reservado desde hacía unos días, y claro, tuve que morderme la lengua y no darle mi opinión al respecto.

Si alguien me quiere rebatir, encantada de que me expliquéis donde reside la "pequeña obra maestra" que dice que es Colum McCann.


Noelia

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