Sin entrañas, Maruja Torres, Planeta, 2012
¡Todavía me duele
detrás de las orejas! Cómo me gusta reírme hasta la lagrimilla con esta mujer.
Se maneja a la perfección entre la ironía fina sin que se le mueva la ropa y
los tortazos sonoros rozando la grosería.
La buena de Maruja
nos devuelve a Diana Dial, y ahora la pone a investigar (junto a Fattush) la
muerte en circunstancias extrañas de Oriol, el peculiar hermano de la intensa
Lady Roxana y sus pelucas (la explicación a esto es lo mejor de libro, jajaja).
Viajaba en un crucero por el Nilo rodeado de aduladores, líos de cama y
amiguísimos del alma. Roxana sospecha que uno de ellos pudo matarlo (motivos no
les faltaban), desde su mujer hasta el guía del barco. Varios acompañantes, un
culpable. Y el olfato de Diana para descubrir el pastel.
Los Laclau i
Masdéu habían hecho pasta, y mucha, así que el dueto hermana-viuda deciden reproducir
exactamente el crucero con el mismo pasaje (en busca del asesino) bajo la
mirada inquisitiva de Diana, que a ratos se lo toma en serio y otras veces se
limita a disfrutar de la presencia de Joy y las confidencias con el libanés.
Hay referencias a
Terenci Moix, a León el Africano, a Mubarak y a la primavera árabe, pero sobre
todas destaca el homenaje abierto A. Christie.
El
lenguaje descarado, las borderías y la desvergüenza de la prota la convierten
en el alter ego de la autora, porque cualquiera que tenga un poco centrada a la Torres puede imaginársela
en cada situación que describe, metida en un ritmo genial e historias
elaboradas.
No quiero ni pensar
cómo será la próxima aventura de D. Dial en Roma, según adelanta al final del
libro, parece que sin Fattush… adivino cierta tensión sexual no resuelta que
quizá en territorio papal no sea lo más propicio. Con la Iglesia hemos topao…
Esperaremos ansiosos.
Leedlo que no os
vais a arrepentir y además vais a pasar un buenísimo rato
Cada vez más fan
Virginia
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