31 noches, Ignacio Escolar, Suma de Letras, 2012
Parece que después
de que Público cerrase hace unos
meses, Ignacio Escolar (hijo del también periodista Arsenio E.) ha decidido
tomarse en serio esto de la literatura tras haber hecho algunos pinitos. Esta
historia apareció publicada, versión reducida, en el suplemento estival del
diario. Pero tenía margen para crecer, y ahora Suma lo publica en su colección
Conspicua (1. adj. Ilustre, visible, sobresaliente 2. utcs. La colección de
narrativa moderna de Suma de Letras).
Tenemos a Velasco,
un poli malote, de esos que tienen voz grave en las pelis, y que es el más
corrupto de todos los delincuentes; Alek, una mole polaca que juega a bandido
pero al que se le adivina cierta bondad; y al inevitable periodista hocicón que
no sabe cómo ni porqué se ve atrapado por el ambientillo chungo, pagando los
platos rotos de todos.
¿Cómo creéis que
acabaría una historia con un poli amigo de un polaco portero de discoteca, que
regenta la seguridad de los prostíbulos de un clan de colombianos que se la
tiene jurada a los más peligrosos del cártel de Sinaloa? Mal, muy mal, y
sino…leed al protagonista: “fue Alek quien me presentó a mi asesino, pero no le
guardo rencor”.
Él es el narrador,
la voz en off que nos lleva a la primera de esas 31 noches.
No es un relato complejo, quizá no tenga ni siquiera excesiva elaboración,
porque se apoya en los diálogos para buscar la fuerza y el impacto en el
lector. Son explícitos, efectistas y muy de andar por casa con esa jerga de
barrio. Estos mendas son así, chulitos, gañanes, pero les pegan un susto cojonudo.
Tampoco es una
historia larga que se pierda en divagaciones. Los capítulos breves le aportan
ese enganche para llegar al final casi con ansiedad. Lo malo es que hemos visto
muchas películas de las de la siesta y era obvio cómo acababa… una pena no
tener ese intríngulis.
Escolar consigue
una novela muy gráfica, con personajes bien definidos (alguno poco creíble, eso
es cierto) y buen ritmo para una historia que ya nos han contado varias veces.
Recomendable para
pasar el rato haciendo el mal, bueno, leyéndolo.
Una cosa…que digo
yo que ¿quién es la mente pensante que decidió que las portadas mates son
mejores que las satinadas? Señores, ¡que dan dentera!
Virginia
He leido buenas críticas de esa novela,habrá que leerla para poder opinar....
ResponderEliminarBuena iniciativa la de Conspicua, de crear un sello para novela de autor. Os dejo link por si os apetece echar un vistazo.
Saludos y gracias por la reseña.
http://www.facebook.com/conspicuacoleccion