El alemán David
Safier es uno de los autores más vendidos desde hace un par de años. Y todo el
mundo dice lo mismo, “con el libro en las manos no puedes dejar de reírte”.
Como siempre empecé por la última novela, Yo, mi, me… contigo (antes Maldito Karma y Jesús me quiere; leed las entradas de Noelia).
Rosa y Holgui son
los típicos amigos (la sufridora por amor y el homosexual hombro sobre el que
llorar) entrados en la treintena y que forman un dúo cuanto menos curioso.
Luchan juntos por superar que Jan, el perfecto Jan, ha decidido casarse con
Olivia, la… de Olivia.
Tras una noche en
el circo, un prestidigitador interesado en el Tíbet consigue hipnotizar a Rosa,
retrotraerla al pasado, en concreto a 1594, al cuerpo del mismísimo William
Shakespeare. Con la regresión deberá aprender qué es el amor verdadero, hacerse
fuerte y solucionar errores. No recuperará su identidad hasta entonces. Y a
partir de aquí empiezan los líos, los diálogos a dos voces, el angelito y el
diablo de las películas. Con mil y una aventuras descubrimos a un Shakespeare
que frecuenta prostíbulos, enamoradizo, que le huelen los pies y que concibió Hamlet como una comedia.
Y hasta aquí puedo
leer. Si os cuento más pierde la gracia.
Es una lectura
divertida, rápida, que se centra en la ironía y la locuacidad para hablar del
amor, las teóricas diferencias entre hombres y mujeres, la autoestima y el
Carpe Diem, usando la duplicidad y los dos planos narrativos.
Te ríes y disfrutas.
Recomendable para pasar el rato sin sobresaltos y llegar a la moraleja final.
Lo mejor: la
advertencia al lector
Lo peor: las
aventuras en 1594 a
veces son un poco repetitivas
Leedlo
Virginia