El mundo
amarillo, Albert Espinosa,
Debolsillo, 2009
Si algo tiene este blog es la diversidad de lo que
aquí se plantea. Nunca hemos querido entrar en la eterna discusión de qué es
literatura y qué no. Al final todos son libros, mejores, peores, exitosos,
minoritarios, de un género o de otro.
Llevo años viendo El
mundo amarillo en nuestras góndolas. El boom Espinosa hizo que empezara por
leer el último de sus best-sellers. Y finalmente me he decidido con el primero,
gracias a la recomendación de ciertas “amarillas” y dejando a un lado mis
prejuicios con la autoayuda (el propio autor reniega de esta clasificación).
Es obvio que a Espinosa nunca le darán el Cervantes.
Pero por fin he entendido dónde está su éxito. Escribe como vive, y vive intensamente.
Eso es lo que transmite y lo que le llega al público: la verdad, la dureza y la
sensibilidad de lo que cuenta. Se lee rápido, se llora y se encoge un poco el
cuerpo pasando por su enfermedad de una manera tan positiva como él lo hace.
Por el camino se ha dejado una pierna, un pulmón, un trozo de hígado y disfruta
de la vida más que nadie. Eso es grande.
El mundo
amarillo es un resumen de todo lo
que aprendió en los diez años de lucha contra el cáncer, pero “no es un libro
sobre cómo superar el cáncer”. Aquella fue, curiosamente, su “época más feliz”.
Sus conclusiones forman este libro, una verdadera filosofía de vida, y de
muerte.
Cuando por fin el médico escribió “el paciente se ha
curado” empezó otra etapa. Vivir fuera, fuera del hospital, de la enfermedad y
de los pelones. Fue el momento de
ordenar y escribir tantas conclusiones, tantos recuerdos y tantos mantras
repetidos cada día de ingreso.
Ahora nos regala todo eso, “23 descubrimientos” para
quien quiera aplicarlo a sus vivencias, no para ser mejor, sino para ser más
feliz.
Me ha encantado. He conectado con Espinosa, he
entrado en su mundo. A ratos he reído y llorado (a la vez, es posible), pero al
cerrar el libro me queda una sensación positiva, como de bienestar. No es un
libro triste, y tiene su mérito.
No os animo a que lo leáis, debéis ser vosotros
quienes decidáis acercaros a él o no, porque quizá todo el mundo no pueda leer
lo que contiene. Pero os recomiendo “Los amarillos”, a mi gusto el mejor
capítulo, sin duda.
Mi más profunda admiración a los seres valientes,
positivos y optimistas.
Lo mejor: las sensaciones traspasan las páginas
Lo peor: la enfermedad
Virginia
supongo que de su enfermedad viene la inspiración para hacer la serie
ResponderEliminar"POLSERES VERMELLES" me encanta esa serie
Sí, sin duda la enfermedad de Espinosa es su punto de partida en muchos de sus proyectos, ya sean libros, películas como Planta Cuarta o esta serie. Y en todas las sensaciones consiguen remover los sentimientos. Para mi muy recomendable. Gracias por leernos!
ResponderEliminarHola se que esto seguro que no lo leera albert pero queria decirle que yo tengo 11 años y antes cuando estaba en el colegio o en casa nunca me acordaba de los niños que estaban en el hospital pero ahora tras ver la serie de pulseras rojas me acuerdo constante mente y mas de los chicos como ignasi que tienen problemas de corazon y tienen que pasar por esa operacion tan complicado un beso a todos los pulseras y sobre todo a albert
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario, joven lector, te garantizamos que ya hemos hecho todo lo posible para que Albert pueda leer tu comentario, seguro que le encanta.
ResponderEliminarUn saludo y gracias por leernos.
hola soy la " joven lectora " que mando el comentario queria daros las gracias por acer posible que albert lea mi comentario un besazo a albert y a todos los pulseras especialmente a mikel iglesias me encanto su papel el pulseras rojas un beso los de mas pulseras no os enfadeiss ;)
EliminarEn mi caso, me ha ayudado a entender determinadas relaciones que nunca he sabido "encasillar" por su propia naturaleza rebelde a clasificaciones estandarizadas por el ser humano. Gracias.
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