lunes, 6 de septiembre de 2010

Fabulosas narraciones por historias


Antonio Orejudo, Tusquets, 2007

Éste es el primer libro que me acompañó en vacaciones y desde luego que no me ha dejado indiferente. Me refiero a que aunque sabía que lo que leía era una novela, al estar tan empapada de personajes reales, no he sabido bien reconocer hasta dónde llegan los límites de la ficción cuando se construye la novela sobre una base histórica.

Los personajes principales son tres muchachos que viven en la Residencia de Estudiantes de Madrid (punto de encuentro privilegiado de la creación literaria y artística del momento) en plenos años 20 del siglo pasado, con el bullicio literario que supone tal cosa. Conocemos entonces a Patricio, sobrino de José María Pereda, que sueña con ver publicada su novela realista Los Beatles; Martiniano, sobrino de Azorín, y con una más que peculiar visión de la realidad española y Santos, un chico “muy de pueblo”, aficionado a la literatura pornográfica y al erotismo de las mujeres maduras. Con su espíritu revolucionario y sus gamberradas, ponen en peligro, sin saberlo, el proyecto de la Residencia: crear la Generación del 27 con todos los beneficios tanto culturales como económicos que puedan derivar de ello.

Pero estos tres chicos comparten pasillos, tertulias y cafés con una multitud de personajes tan famosos como André Breton, Amador de los Ríos, García Lorca… y el mismísimo Juan Ramón Jiménez que aparece retratado como un señorito finolis al que el menor ruido incomoda e incapacita para su creación literaria. Este es sin duda uno de los retratos más graciosos de la novela, junto con las apariciones fantasmales de Pereda a su sobrinísimo Patricio.

Es una obra cargada de detalles históricos literarios, como el hecho de asistir a la creación de “La Barraca”, a los detalles del Surrealismo que entra en España en estos momentos, y a multitud de reuniones “secretas” en las que se decide el futuro de la nueva literatura que no es otro que convencer a todo el mundo de que la novela realista era una novela desfasada, del siglo pasado y que había que desterrar fuera como fuese.

Contiene muchas frases sentenciosas pero una de las que más me ha gustado es: “A los españoles los escritores y los cerdos nos gustan después de muertos” y es que, desgraciadamente, es así como podemos observar cada vez que fallece un escritor en nuestra propia librería.

Aunque a mí me ha gustado mucho, reconozco que no es un libro para todo el mundo. La base histórico-literaria es fundamental para entender el libro y no aburrirse con él.

Noelia

2 comentarios:

  1. Orejudo es un maestro. Admiro su capacidad de enlazar argumentos muy interesantes con grandes dosis de sentido del humor, generando sensaciones agridulces. Y admiro también su indudable talento para insuflar soplos de vida a momentos lejanos (también lo logra en "Reconstrucción" con la Reforma), a personajes que pudieron existir o que existieron (que ya nos dice el título que son "Fabulosas narraciones por historias"). No creo que sea un libro difícil, porque tiene un nivel de lectura también atractivo para aquellos que no ubiquen los nombres que figuran en la novela. Es, en mi opinión, uno de los nombres más interesantes de la narrativa española actual, ese apartado que tan pocas sorpresas nos ofrece, de los pocos que han conseguido que los lea con pasión y ansia. Y estamos de suerte, porque está a punto de aparecer su nueva novela....

    Iris.

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  2. En mi opinión, Orejudo es uno de los mejores escritores españoles vivos. Un grande. Y este libro, una delicia. Ojalá que publicara más seguido.

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