domingo, 12 de septiembre de 2010

El último paciente del Doctor Wilson.


El último paciente del Doctor Wilson. Planeta. 2010

No conocía a la jueza Lola MacHor, pero me ha enamorado el personaje de Reyes Calderón. Sin duda ha conseguido lo más difícil, darle vida, hacerlo real, rodearle de sentimientos normales que todos podemos tener, reacciones lógicas o estúpidas como las que cada de nosotros hacemos cada día. Creo que ese es el gran acierto de Calderón y la razón por la que voy a adentrarme en cuanto encuentre un rinconcito en sus tres novelas anteriores. Anhelo saber el pasado de Lola y lo voy a buscar en: “Las lágrimas de Hemingway” ( Difácil 2005), “Los crímenes del número primo” (RBA 2008 ) y “El expediente Canaima” (RBA 2008)

Pero vamos a lo que nos ocupa: “El último paciente del doctor Wilson”, Lola MacHor, jueza de la audiencia nacional (ahí queda eso) pelirroja, alegre, algo entrada en kilos pero feliz con sus hijos, con sus amigos y con Jaime, su marido. Embarazada cerca de los cincuenta y con pavor a contárselo a su marido porque una jueza seria y responsable no debe cometer ese tipo de errores de organización.

Un día como otro cualquiera recibe unos folios con una historia, la historia de Rodrigo, un asesino en serie que, según sus propias palabras, intenta demostrar junto a un conocido y prestigioso psicólogo que el ser humano puede matar y seguir siendo el mismo. Que el hecho radical del asesinato premeditado no tiene porque influir en seguir siendo un ser humano cabal.
La vida y los hechos de Rodrigo trastocarán la monotonía de Lola, aunque lo intente no puede dejar que alguien pueda seguir matando impunemente y encima se regodee de ello. Es jueza pero ante todo es persona y junto a su marido y su mejor amigo, que quiere ser más que amigo… intentarán cazar al cazador. Pero no todas las cacerías tienen éxito y no siempre la bala entra en el cuerpo deseado. Sino la vida, y la novela, serían demasiado aburridas.
Sin duda recomendable.

Lo mejor: la creación a base de palabras de un personaje tan creible y “real” como la jueza Lola MacHor.

Lo Peor: el previsible final. Mira que uno no es muy listo y lo intuí demasiado pronto. ( Medallita )

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