viernes, 12 de febrero de 2010

Estupor y Temblores


ESTUPOR Y TEMBLORES. Anagrama. 2000.

Lo prometido es deuda. Volví a Nothomb y volví con una de sus más célebres obras: Estupor y temblores. Y volví a quedarme impregnado de su humor cruel, de su sarcasmo supino, de su facilidad para captarte y no dejarte ni un momento.

En mi muy humilde opinión hay que ser muy buen creador para llenar 140 páginas exclusivamente con la narración de las peripecias de una occidental en una empresa nipona en los años 90; llenar las 140 páginas de la manera en que lo hace Nothomb claro, para llenarla con frases sin pasión lo puede hacer cualquiera, incluido yo.


La pobre protagonista es vapuleada en una de esas grandes empresas japonesas que vemos por televisión llenas de afanosos trabajadores que dan su vida y espíritu por y para la empresa. Donde se hacen cosas tan extrañas para occidente con las que se pone de relieve que no solamente nos separan miles de kilómetros.

¿Hasta donde puede ser degradada una persona por sus compañeros de trabajo? ¿Cómo reaccionaríamos si ese ataque nos lo hicieran en nuestras carnes?. En estupor y temblores tendrás respuesta a todas esas preguntas sazonadas de ese picante que he descubierto en Nothomb y que seguiré degustando de vez en cuando. Bocato di cardinale.


Lo mejor: redescubrir que lo de Amélie no era casualidad.

Lo peor: tener ansias de seguir la historia de esta mujer.


Ya tengo en mis manos su nueva novela, “Ordeno y mando”, seguiremos informando.


Óscar

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