Tres días y una vida, Pierre Lemaitre, Salamandra, 2016

Lo
intenté con las del investigador Camille Verhoeven y lo siento pero no. Me
quedo con sus novelas “negras”, pero no con las policíacas. Me gusta más el
Lemaitre puro.
Tres días y una vida resume a la perfección qué sucede
cuando un hecho puntual y casi fortuito marca para siempre tu vida, y lo hace
de una forma magistral.
Digo
que es negra y no policíaca porque no hay ni misterio ni dudas: Antoine, a sus
doce años, golpea en un ataque de ira a Rémi, de tan solo 6, provocándole la
muerte en el acto.
Y
hasta aquí la incógnita. Porque lo que tendremos a partir de ahí es la
descripción del ambiente, el miedo y la opresión que supone para Antoine vivir
escondiendo algo así el resto de su vida, mientras el pueblo (una pequeña
localidad francesa con su idiosincrasia particular) habla, busca, opina...
Antoine
y su angustia acaparan todo el libro. Le descubrimos como alguien colérico,
triste, depresivo y obsesivo, pero sumamente capaz (a ojos del resto) de
continuar en una “vida normal”. O eso parece.
Es
un libro corto e intenso, que nos adentra en la parte más oscura del ser humano
(y de nosotros mismos quizá), con un manejo genial de las emociones y con una
sorpresa final que nos hará reflexionar sobre la honestidad, la verdad y la
fortaleza vital, aderezado todo con una prosa cuidada que hace que consideremos
a Lemaitre como uno de los mejores autores del momento.
P.D.
Trabaja ya en la continuación de “Nos vemos allá arriba”, así que permanezcan
atentos, lectores
Virginia
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