Parece que fue
ayer, pero ya han pasado tres años desde que nos decidiéramos a abrir este
rincón. Y que después de tanto tiempo tengamos más de 38.000 visitas, 300
entradas y unos seguidores tan fieles es mucho más de lo que podíamos esperar.
Seguiremos leyendo
y compartiendo nuestras opiniones, creando debate y ayudándoos a elegir qué
libro llevar entre las manos, porque ésta es nuestra forma de entender la vida,
los libros son nuestra pasión y entre ellos encontramos nuestro sitio.
Muchas gracias
lectores por mantener vivo este espacio con vuestra presencia, y a vosotros,
compañeros, por hacer que esta locura tenga sentido incluso cuando todo lo
demás parece perderlo.
¡Feliz aniversario
a todos!
Pero disculpadnos.
No tenemos muchas ganas de celebración, los ánimos andan bajitos. Hoy despedimos
a Carolina, que se nos muda a un nuevo reto (aunque la seguiréis viendo por
aquí). Con vuestro permiso vamos a dedicarle esta entrada.
Fuiste la última en
llegar hace casi dos años, y ahora el destino te tiene preparada una nueva
aventura. Se nos ha hecho demasiado corto, y todo está siendo tan rápido que no
nos hacemos a la idea aún… ¡qué difícil va a ser!. Juntos hemos aprendido un montón de
cosas, hemos comentado todos y cada uno de los libros que devoras y hemos
comprendido que si entre nosotros hay un amante de este mundo ésa eres tú. Gran
profesional y compañera, gran lectora y mejor persona.
Esta última semana
ha sido dura para todos, hacer la maleta nunca es fácil, pero al menos ha servido
para mostrar y demostrar, entre lágrimas y anécdotas, afectos que a menudo
escondemos demasiado. Cada rato compartido esperando que llegaran las “ocho
treinta” en los bucles infinitos del tiempo esconde conversaciones cómplices
que nos guardamos en la memoria para siempre.
En esa maleta van
cientos de tardes tratando de adivinar títulos imposibles; usando el
ambientador como arma de destrucción masiva; salivando en busca del próximo
restaurante al que hincarle el diente; eligiendo un cuento para tu Rayo McQueen; palideciendo ante los misterios de la
llave roja; “tomando prestado” tu material escolar (mucho mejor que el nuestro,
por cierto); buscando huecos inexistentes a la hora de colocar; mirando la
estantería esperando que el libro que lleva tres días sin aparecer salga solo
por arte de magia; hablando con los ojos; poniendo cara de póker entre
carcajadas; o advirtiéndome que si sigo bajando las escaleras como alma que
lleva el diablo voy a matarme…
A partir de hoy,
cuando miremos al fondo a la derecha,
buscándote, no saldrás de detrás del mostrador siempre sonriente y dispuesta a
echarnos una mano, haciéndonos todo más fácil y arrimando el hombro como la que
más. “¿Carol me ayudas?”.
Siempre admiraremos tu compañerismo, tu capacidad de trabajo, tu tolerancia, tu experiencia y esa bondad personal que nos ha enganchado a todos. Hay poca gente con tan buenos valores.
Esperamos de
corazón que te vaya muy bien en tu nueva andadura y que seas, al menos, la
mitad de feliz de lo que nos has hecho a nosotros durante este tiempo. Aquí no
dejas compañeros, dejas amigos, y quién sabe si más pronto de lo que creemos
volvemos a encontrarnos a la vuelta de la esquina…
Nos quedamos un poco más solos, pero ¡no te vas a librar de nosotros!
“No nos cabe más pena dentro” porque “el
invierno ha llegado con toda su crueldad y tristeza…”, pero seguro que el sol
volverá a salir para todos.
Un beso enorme y gracias
por todo lo que nos has dado. Eres muy grande
Tus compañeros hasta
hoy, tus amigos para siempre
Felicidades compañeros y felicidades lectores.
ResponderEliminarHa sido un placer hacer juntos este camino. Ojalá algún día llegue a ser tan amante de los libros como Carolina, siempre fue y será a la que iba a preguntar cuando escuchaba algún título porque sabía de su sinceridad: si el libro no merecía la pena me lo decía claramente y eso siempre se agradece.
Buena suerte compañera y gracias.
.enhorabuena por la felicitación Vir, sabía que lo bordarías. Gracias.