Élodie Durand, Ediciciones Sins entido, 2011.
Estamos ante una novela gráfica en la que una chica joven nos explica en primera persona lo que ha sido su vida durante los últimos diez años. Las pérdidas de memoria, los ataques, la vista perdida, las miradas preocupadas de los demás. Las primeras visitas al neurólogo, que no consigue recordar. La aparición de las palabras “epilepsia” y “tumor cerebral”. La dificultad para expresarse, la incapacidad de recordar su nombre, ni quién es ni qué hace ahí, la necesidad continua de dormir y dormir, cada vez más pastillas, cada vez más ataques y cada vez más sueño.
En la obra, Durand consigue que empaticemos con la frustración y el miedo que siente el enfermo; es un homenaje a todos aquellos que la ayudaron a superar la lucha y un mensaje de ánimo para todos los que la están atravesando. Es un libro valiente y tierno, que nos ayuda a valorar y disfrutar más la vida.
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