sábado, 12 de marzo de 2011

Alta fidelidad


Alta fidelidad, Nick Hornby, Anagrama, 2007
Después de leer Juliet, desnuda me quedé con ganas de más Hornby. Y siguiendo las recomendaciones decidí. Quizá lo cogí con demasiado ansia, o muchas expectativas, pero la verdad es que me he quedado igual. Tengo la sensación de haber leído “otro libro más”, nada especial (pese a la dedicatoria directa del autor).
Rob es el protagonista. Acaba de cumplir los 36 y sigue empeñado en ser el eterno adolescente, un inmaduro de por vida, un analfabeto sentimental. Y casi lo consigue. Tiene pavor al compromiso, hace listas sobre “los 5 mejores…” constantemente, es infiel, pasa los fines de semana rodeado por dos amigos a su altura, y sus exigencias musicales le obligan a no dar ni una oportunidad a alguien que escuche Tina Turner, por ejemplo.
Desde el principio le habla a Laura, su último fracaso, exculpándose, intentando explicar y justificar su comportamiento, remontándose, incluso, a sus 5 peores rupturas como argumento. Pero, a la vez, buscando un reencuentro con ella porque a su lado fue feliz.
Destacan la ironía del lenguaje, la narración en primera persona, los diálogos realistas y el trasfondo romántico, el humor negro (incluso consigo mismo) y la cinematografía por la que el autor consigue que visualicemos a cualquier actor cómico (preferiblemente del melodrama americano) hablando en la pantalla grande de un cine, solo, desesperado y lleno de frustración.
Os invito a leerlo y comentar esta “novela de amor”
Virginia

1 comentario:

  1. A mí me gustó mucho en su momento, así que me sorprende que no te haya gustado. Quizá haya envejecido mal, porque es cierto que para un lector español no muy ducho en música es casi imposible seguirle cuando habla de cada grupo. Quizá haya que estar en la treintena para empatizar con él. O quizá hay que ser muy fan de John Cusack, actor que interpretó al protagonista en la película del mismo nombre, para que te gusten los personajes pasados de vueltas, ácidos pero tiernos a la vez, pasivos pero tremendamente carismáticos... O quizá tiene que gustarte hacer listas. En cualquier caso, ¡yo lo recomiendo vivamente!

    Iris.

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