Una librería en Berlín, Françoise Frenkel, Seix Barral, 2017
Descubierto
en los años 40 por un escritor, este libro acaba de aparecer en España no sin controversia
por la traducción del título, que poco tiene que ver con el original.
Françoise
Frenkel fue una apasionada de los libros durante toda su vida, pese a las
dificultades diarias que hubo de enfrentar en esa Europa convulsa de la II
Guerra Mundial (podríamos justificar así la elección del título).
Polaca
de nacimiento, instruida en París, optimista y valiente, Frenkel decide, no sin
trabas, abrir una librería en Berlín (capital cultural de referencia en aquel momento) con un resultado óptimo pero fugaz.
Y
ahí termina todo lo que este libro nos ofrece sobre libros. Porque a partir de
aquí, y aunque nuestra protagonista aparezca leyendo muchas veces, la novela se
convierte en las memorias de su propia supervivencia, hasta perder su pista en
Suiza. Todo muy al estilo Suite Francesa.
Después
de muchos debates he llegado a la conclusión de que cuando un libro no te gusta
caben dos posibilidades: que no tenga la calidad mínima exigida o que el
problema esté en el receptor, que llevado por ideas preconcebidas o “engaños”
estéticos/publicitarios, espere algo de él que no se corresponde con la
realidad.
Pensé
encontrarme aquello que ofrecen sus primeras páginas: amor por los libros; pasión
por una bellísima profesión; verdades y mentiras en la relación
lector-libro-librero... Pero con el cierre de la librería y la huida de Berlín,
todo esto se esfuma.
Bonito
reconocerse al principio, dura después la experiencia personal, y extenuante la
partida. Pero me deja vacía.
Leedlo
y opinamos
Virginia