Me ha entrado una angustia terrible al leer esta novela. No,
no soy masoquista, me lo tenía que terminar. A lo mejor no lo entendéis pero
nos puede pasar a cualquiera.
Jacob es hijo de una profesora de lengua y del ayudante del
Fiscal del Distrito.
Se dibuja una familia de clase media-alta con mucho amor
entre sus miembros y sin ningún problema aparente. Pero, un día aparece muerto
un compañero de clase de Jacob, y todo se complica.
Al padre de Jacob, como ayudante del Fiscal le toca llevar
el caso y comienza las investigación.
Hasta ahí todo normal, como en cualquier novela policíaca,
eso sí, ni gota de sangre en el lugar del crimen. Policíaca descafeinada puede
parecer. A partir de este momento
empieza el trhiller psicológico, porque todas las pruebas apuntan a Jacob.
Su padre lo sabe, su madre lo sabe y Jacob lo sabe. Pero
todos creen en su inocencia. ¿Todos…? La Policía, el Fiscal del Distrito, los amigos y compañeros de Jacob y su
Psicóloga no lo tienen tan claro.
¿Podría ser Jacob un asesino?. Su padre tiene claro que no y
a su abogado defensor le toca bailar con la más fea, y tiene que creer en la
inocencia de su defendido que confiesa su culpabilidad vía facebook, el ojo que
todo lo ve.
¿Está Jacob afectado por un gen mutante que contiene el mal
y pasa de generación en generación?
El abuelo de Jacob, está en la cárcel por pura maldad. Su
bisabuelo también asesinó, y sólo su padre se libró por pura fuerza de voluntad
al controlar sus impulsos. Parece que Jacob también tiene ese gen y no lo ha
podido controlar. ¿Hasta que punto eso es así?
Escalofriante ese punto en el que te planteas si los niños
de la guardería de tu hijo se hacían daño solos o los ayudaba tu propio hijo.
Finalmente Jacob es declarado inocente por la aparición de
un sospechoso al que nadie tuvo en cuenta en su momento que se suicida dejando
una nota en la que se reconoce autor del asesinato porque estaba enamorado del
chaval que no le correspondía. ¿O no?
La familia Barber se toma unas merecidas vacaciones para
celebrar la absolución completa del niño. Inocente. ¿Qué ocurre en esas
maravillosas vacaciones?
Como veréis es una
reseña llena de preguntas sin respuesta. Libro que engancha desde la primera
página, aunque el principio pueda parecer un poco soso. Trepidante narración a
través de la boca de Andrew, el padre de Jacob, que está testificando ante el
Fiscal que llevó el caso de su hijo.
Al final parece que sí, pero puede ser que no. ¿A quién
juzgan , a Jacob, a su padre o a su madre?
No os perdáis la novela y tendréis contestación a todas las
preguntas. En cuanto al final queda abierto a debate, me encantaría comentarlo
con vosotros, porque al igual que en otros muchos para cada uno tendrá un
final. Seguro.
Me ha gustado mucho. Esa ansiedad de pasar las hojas y de
leer un poquito más, sólo un capítulo más a ver que pasa. Uy que tarde, sólo
unas páginas más.
Sí, es de esos libros que te tienes que leer casi de atracón.
Besazos