jueves, 21 de julio de 2011

La reina del sur


La reina del sur, Arturo Pérez-Reverte, Alfaguara, 2011
Ya sabemos lo que suele pasar con las adaptaciones televisivas de los libros, y si habéis oído últimamente al autor, ésta no es una excepción, así que preferí esperar a leerlo para después criticar con conocimiento de causa.
Teresa Mendoza es una mujer de casta. Nacida en Sinaloa, cuna de la corrupción, las drogas y la muerte, consigue dejar de ser la “morra” de un narco cualquiera para acabar convirtiéndose en la reina del sur. Es una mujer que se hace así misma, que huye siempre de frente desde el día que “sonó el teléfono y supo que la iban a matar” (gran comienzo ¿no?).
A partir de aquí persecuciones, trapicheos de altos vueltos, negocios, muertes, amor o desamor, lanchas motoras, avionetas, federales, prisiones… ingredientes intrigantes que hacen que no puedas dejar de leer hasta el final para saber cuál es el destino de Teresa.
Y por supuesto mucho tequila, mucha Chavela, y algunos toques de humor.
Es una novela entretenida, que engancha, llena de personajes que entran y salen, y con un gran trabajo de documentación y de léxico mejicano. Hasta ahora sólo había leído al Reverte articulista, pero después de La reina del sur, lo mismo me animo a seguirle.
Lo mejor: Teresa Mendoza y su mítico “pues pa que te digo que no, si sí”. Una gran opción para llevarse a la playa
Lo peor: leedlo y si encontráis algo me lo decís
Muy recomendable
Virginia

8 comentarios:

  1. ainss querida compañera si en Pérez-Reverte vas a encontrar grandes libros muy recomendables, casi todos, excepto el asedio. Te recomiendo que sigas por "La piel del tambor", "El maestro de esgrima" o "La tabla de Flandes". Muy recomendables todos ellos. Saludossss
    Óscar

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  2. Es indudable que Pérez Reverte tiene grandes principios. Ahora bien, si buscáis lo peor, es fácil de encontrar: las mitades y los finales. Tiene ideas sueltas de las que se aburre rápidamente y que cierra como puede porque no le apetece seguir. Mucho tendréis que convencerme para que vuelva a abrir un libro suyo... Iris.

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  3. Razones para leer a Pérez-Reverte:
    El final de "El Maestro de esgrima" es de los mejores que yo he leído.
    Los sentimientos a flor de piel que te enganchan a lo que pudo haber sido el 2 de Mayo de "Un día de furia"
    La sombra del águila, todo el libro sin sobrar ni una sola frase.
    La sordidez y la crueldad, los olores y los sonidos de la guerra de los balcanes en una conversación de 300 páginas de "El pintor de batallas".Vale mas que cientos de libros de historia fríos.
    Toda la Saga Alatriste. No ha ganado ningún premio nobel pero es apasionante vivir ese Madrid del siglo de Oro.
    etc

    Óscar

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  4. Me ha encantado, pero yo habría elegido otro final...Vir

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  5. ¡¡ALATRISTE!! Alatriste me parece una vergüenza, porque la vez que lo ojeé (en una de esas oportunidades que doy continuamente, aunque lo neguéis...) se atrevió a convertir en personaje a Quevedo y a meterlo en una pelea tabernaria. Cuando este hombre le llegue a la suela de los zapatos a uno de los mejores escritores de la historia de la literatura española, quizá pueda nombrarlo. Hasta entonces, debería fabular con gente inexistente. Pero claro, entonces llamaría menos la atención, porque no podría aprovecharse del nombre ajeno...

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  6. Uf qué debate... jajajajaja

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  7. No estoy de acuerdo con la anterior opinión.
    Según la biografía de Quevedo de la página de la fundación Francisco de Quevedo se narran episodios de su vida tales como: "lleva una vida privada algo desordenada de solterón: fuma mucho, frecuenta las tabernas (Góngora le achaca ser un borracho consumado y en un poema satírico se le llama don Francisco de Quebebo) y frecuenta los lupanares, pese a que vive amancebado con una tal Ledesma." y
    "En 1609 tiene lugar una disputa donde Quevedo contradijo las exposiciones del maestro de esgrima, replicó este, abogando en favor de sus tesis. Se encendieron en la discusión y don Francisco le remitió a la práctica. Y para la prueba convidó al maestro a que tomase con el la espada; al primer encuentro le dio Don Francisco en la cabeza, derribándole el sombrero. Se retiró Narváez enojado y desde entonces fueron enemigos mortales."

    No es por tanto criticable el situarlo en tabernas ni en disputas puesto que su biografía así lo acredita.
    Por otro lado para denominar "vergüenza" a un libro sería recomendable leérselo entero y no sólo ojearlo.

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  8. Es cierto que un juicio basado en ojear un libro no se ajusta necesariamente a la realidad: a veces, nos encontramos con que un libro que tenía buena pinta es una castaña. Lo contario, creo yo, ocurre muy pocas veces; claro que si tuviera que leerme cada texto que me parece malo para constatar que lo es, odiaría leer.
    Utilizar a personas que han existido como personajes de una novela me parece inmoral y una forma de parasitismo. Si quieres escribir sobre alguien, escribe un ensayo. Pero no creo que por mucho que se documente otro tenga ni capacidad ni derecho para señalar lo que pensaba, sentía o decía alguien que no ha inventado. No sólo implica que el rigor le importa muy poco, sino que además se arriesga a mediatizar la opinión que sobre ese personaje tengan todos aquellos que a través de esa obra tienen su único contacto con él. Sinceramente, a mí Quevedo me parece uno de los autores más brillantes que han dado nuestras letras. Si iba de tabernas o de putas, si era un borracho o un pendenciero, me parece estupendo; pero qué fácil es coger a un gran autor y meterle borracho en una pelea nocturna, sin duda mucho más fácil que escribir como él. Me pregunto cuántos lectores de Reverte, que saben de los recorridos nocturnos de Quevedo, han leído también sus versos, y qué es lo primero que les viene a la cabeza cuando lo recuerdan.
    Iris.

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