Gabrielle Piquet, Sins entido, 2011.
En este cómic llaman “hijos del deseo” a los niños que nacieron fruto de las relaciones que los soldados americanos destinados en bases en territorio francés tras la Segunda guerra mundial mantuvieron con las lugareñas. Ellos eran fuertes, poderosos y deslumbrantes, lo que agrandó el vacío que quedó cuando marcharon. Así ocurrió en Laon, en la familia de Basile, que creció imaginando cómo sería ese “Henry” del que su madre nunca quería hablar, o en casa de su amigo Rémy, cuyo padre quedó en paro tras el regreso de los americanos. En el aniversario, en Laon rememoran esa etapa mientras Basile continúa pintando cuadros sobre esa América que nunca conoció.
Identidad, desarraigo, inseguridad, problemas familiares... son aspectos que esta obra desarrolla con matices y sutileza, con trazo fino y original. A mí me ha gustado, echadle un vistazo si podéis porque merece la pena.
jueves, 28 de julio de 2011
jueves, 21 de julio de 2011
Una propuesta veraniega
Ya va siendo hora de meterle alguna novedad a nuestro rincón. Os planteo un club de lectura: propondré un título a ver si alguien se la quiere leer a la vez que yo para que la comentemos juntos en este foro. Los que se animen, pueden proponer el siguiente libro. Será una buena manera de aprender del punto de vista de los demás e ir abriendo nuestro abanico de lecturas, a veces muy ceñido a libros del mismo tipo.
Para verano, propongo empezar con MIENTRAS AGONIZO, de Faulkner. Calor, polvo, arena y conflictos familiares en una novela que ha marcado profundamente la narrativa estadounidense de la segunda mitad del siglo XX.
Atención: si alguien se une, un consejo: podéis escoger la edición que queráis, pero yo huiría de la de Cátedra, una de las peores traducciones con la que yo me he cruzado.
ANIMAOS!
Para verano, propongo empezar con MIENTRAS AGONIZO, de Faulkner. Calor, polvo, arena y conflictos familiares en una novela que ha marcado profundamente la narrativa estadounidense de la segunda mitad del siglo XX.
Atención: si alguien se une, un consejo: podéis escoger la edición que queráis, pero yo huiría de la de Cátedra, una de las peores traducciones con la que yo me he cruzado.
ANIMAOS!
La reina del sur
La reina del sur, Arturo Pérez-Reverte, Alfaguara, 2011
Ya sabemos lo que suele pasar con las adaptaciones televisivas de los libros, y si habéis oído últimamente al autor, ésta no es una excepción, así que preferí esperar a leerlo para después criticar con conocimiento de causa.
Teresa Mendoza es una mujer de casta. Nacida en Sinaloa, cuna de la corrupción, las drogas y la muerte, consigue dejar de ser la “morra” de un narco cualquiera para acabar convirtiéndose en la reina del sur. Es una mujer que se hace así misma, que huye siempre de frente desde el día que “sonó el teléfono y supo que la iban a matar” (gran comienzo ¿no?).
A partir de aquí persecuciones, trapicheos de altos vueltos, negocios, muertes, amor o desamor, lanchas motoras, avionetas, federales, prisiones… ingredientes intrigantes que hacen que no puedas dejar de leer hasta el final para saber cuál es el destino de Teresa.
Y por supuesto mucho tequila, mucha Chavela, y algunos toques de humor.
Es una novela entretenida, que engancha, llena de personajes que entran y salen, y con un gran trabajo de documentación y de léxico mejicano. Hasta ahora sólo había leído al Reverte articulista, pero después de La reina del sur, lo mismo me animo a seguirle.
Lo mejor: Teresa Mendoza y su mítico “pues pa que te digo que no, si sí”. Una gran opción para llevarse a la playa
Lo peor: leedlo y si encontráis algo me lo decís
Muy recomendable
Virginia
viernes, 15 de julio de 2011
Formas de volver a casa
Alejandro Zambra, Anagrama, 2011.
Dice el autor en La literatura de los hijos*: "quienes nacimos al comienzo de la dictadura crecimos buscando y contando la historia de nuestros padres y tardamos demasiado en comprender que también teníamos una historia propia". De eso va Formas de volver a casa: es la historia de unos adultos que fueron niños durante la dictadura de Pinochet, de cómo era el ambiente en casa, del silencio, de no comprender y percibir que hay algo que no estás comprendiendo, del miedo latente ante una amenaza sin identificar.
Una vez me perdí. A los seis o siete años. Venía distraído y de repente ya no vi a mis padres. Me asusté, pero enseguida retomé el camino y llegué a casa antes que ellos -seguían buscándome, deseperados, pero esa tarde pensé que se habían perdido. Que yo sabía regresar a casa y ellos no.
¿No os parece un principio bestial?
El libro es, en parte, la historia de la fascinación que siente un niño, el narrador, por una niña algo mayor que le encarga que espíe a un vecino suyo. El niño se esfuerza por cumplir su cometido y ganarse así el favor de la chica. Ese niño es el recuerdo de un narrador que recrea su pasado escribiendo una novela, mientras, en su tiempo presente, una especie de diario nos muestra la ruptura con su pareja, a la relación con sus padres, su estado anímico. El narrador y Claudia se reencuentran ya adultos y sus conversaciones completan los vacíos de aquello que no entendieron de pequeños.
No me acaba de gustar el cambio de visión de un capítulo a otro, el presente del narrador, sobre todo en la segunda parte. Sí me gusta la historia, y especialmente el estilo, la aparente facilidad con que construye frases rotundas y sonoras, que uno querría subrayar de continuo:
Yo pensé en la cara de una profesora de inglés, en cómo debía ser la cara de una profesora de inglés. Pensé en mi madre, en mi padre. Pensé: de qué tienen cara mis padres. Pero nuestros padres nunca tienen cara realmente. Nunca aprendemos a mirarlos bien (p. 18).
Un libro interesante que llama al diálogo y a la relectura, con muchas capas.
* en "No leer: crónicas y ensayos sobre literatura", A. Zambra, Univ. Diego Portales, 2010.
lunes, 11 de julio de 2011
Tamara Drewe
Posy Simmonds, Sins Entido, 2009.
Quizá os suene este título porque se hizo una versión cinematográfica el año pasado. A su vez, el cómic se basa en una obra de Thomas Hardy.
En Ewedown, un pequeño pueblo inglés, Beth regenta una granja que funciona como refugio de escritores. Beth sabe lo que un autor necesita porque lleva años volcando su vida para ser el soporte de su marido, Nicholas, creador de novelas de cierto éxito. Beth cuenta con la ayuda de Andy Cobb, que le echa una mano con los animales y el huerto, y la admiración de muchos ocupantes de la granja; pero recibe poca atención de Nicholas, que siempre anda perdido en faldas ajenas...
Stonefield es un lugar tranquilo donde los autores encuentran silencio e inspiración. Pero el ritmo se ve alterado con la llegada de Tamara Drewe, famosa periodista que pasó allí su infancia y regresa para ocupar la granja de su madre. Su presencia, su desparpajo y su belleza suponen una novedad y alterarán la vida de todo el pueblo, especialmente cuando empieza a salir con un músico de rock.
El cómic analiza las relaciones entre personas: amor, amistad, fidelidad, atracción, hipocresía... Me gusta cómo está narrado, combina pequeños fragmentos narrativos con las viñetas. Sin embargo, el argumento es poco sólido, hay dos temas muy diferenciados que no interrelacionan de forma fluida y el final es excesivamente dramático. Me gusta el cambio en los puntos de vista y la importancia del azar. En general, me ha gustado. Me parece recomendable para aquellos que comiencen a leer novela gráfica y necesiten una transición entre desde un texto tradicional.
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