El símbolo perdido, Dan Brown, Planeta
Después de haber recorrido, de forma trepidante, París, El Vaticano, Canadá y España junto a Dan Brown, llegamos a Washigton. Y lo hacemos de la misma forma que en anteriores ocasiones. O peor... y me explico.
Robert Langdon (milagrosamente vivo aún) se enfrenta de nuevo a un cóctel de secretos milenarios, incógnitas, sociedades secretas, muertes, nocturnidades (y alevosías); y siempre bien acompañado por un "maestro" y una apuesta señorita, conocedores ambos de valiosas respuestas a todas sus preguntas.
Vivimos doce horas de idas y venidas sin respiro que, inevitablemente (y como en anteriores ocasiones) terminan con un final feliz y con todas las cartas sobre la mesa.
Pero no contento con esto, Brown nos ofrece veinte páginas finales de divagación sobre Dios, la creación del mundo, el "yo", la religión... con los protagonistas (exhaustos) admirando desde la cúpula del Capitolio el amanecer de un nuevo día (por fin!!) que más me recuerdan a ciertas ilustraciones de El Principito, que al final de una aventura "real". ¿Os imagináis en vuestro recorrido turístico por la ciudad, alzar la vista a la cúpula y encontraros allí a dos destartalados investigadores?.
Dan Brown consigue mantener entretenido al lector, pese a la predecible dualidad entre ciencia y religión, los ya sabidos errores de documentación histórica en los que incurre, sus altivos deseos (o no) de remover conciencias o, al menos, de replantear la historia mundial a golpe de ficción, demasiada ficción.
Creo que esta vez su fórmula ha dado de sí todo lo que tenía.
Es un libro continuísta, en la línea de los anteriores. Apto para quien quiera volver a sumergirse en la masonería y sus misterios de la mano de Robert Langdon, sin más pretensiones. Un libro líder en ventas gracias a importantes campañas de marketing, bien pensado como regalo para las fechas que se aproximan, y en tapa blanda, para aliviar el bolsillo en estos tiempos de crisis.
Para mí, admitiendo que la historia engancha (igual que lo hicieran las anteriores), ha sido un poco decepcionante no encontrar nada nuevo y llegar al final con un sermón desde el púlpito que desmerece la ficción. Me quedo con El Código Da Vinci, sin duda.
Virginia
Vaya creo q me has destripado un poco la historia, aun asi me la leere en algun momento ( o esa intención tengo. Para mi la mejor de brown, sin duda la fortaleza digital.
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