Blitz, David Trueba, Anagrama, 2015
Por fin vuelve Trueba y volvemos a disfrutarlo aunque sea en una novelita corta como ésta.
Beto es un joven arquitecto paisajista que viaja a Múnich acompañado de su novia Marta para participar en un concurso de diseño de parques.
En esta bendita y casi siempre cruel era de la continua comunicación Beto recibe un sms que pone fin de inmediato a su relación mientras espera sus cervezas acodado en la barra de un bar. El mensaje no llega de muy lejos, al volver la cara ve a Marta, sentada en la mesa del fondo, tratando de implorar perdón por haber equivocado el destinatario de ese bonito y romántico corazón... ¿Se equivocó o fue una forma cobarde de dejarle?
De repende Beto se convierte en un chico de la nada, un joven sin pareja, con un trabajo casi inexistente, sin casa (deberán solucionar lo del piso cuando vuelva a Madrid)... un hombre desarraigado sin un horizonte en el que buscar nuevas expectativas.
Beto decide no volver con Marta a España, prefiere permanecer unos días más en la ciudad alemana, tomar tierra y redirigir su vida, aunque cada paso que da es un desastre que le aleja aún más de la normalidad.
Sin embargo la vida es, a veces, sorprendente, rápida y fugaz como un relámpago (éso es lo que siginifica blitz) y sin darte tiempo para reaccionar gira de forma brusca para cambiar todo lo que era hasta ese momento
Helga es una alemana afinacada en la sexta década de su vida que trabaja como voluntaria en algunas de las celebraciones que tienen lugar en la ciudad y que colabora en el concurso en el que participa Beto. En medio del cataclismo en el que se encuentra el joven, Helga aparece para darle consuelo, cena y un lugar donde dormir. Como ya os imaginaréis a estas alturas, tras alguna confesión y unos vodkas acaban compartiendo cama, miedos y vergüenzas.
¿Qué lleva a un joven a verse seducido por una mujer que casi le dobla la edad y que se aleja por días del estereotipo de mujer perfecta y eternamente joven que nos intentan hacer ser?
De eso va esta delicia que os recomiendo fervientemente, de las mujeres (y hombres) que llegan a tu vida sin ser lo moralmente aceptado, que te cambian el sentido de las calles (sea Múnich, Madrid o cualquier otra), y que pese a las dudas iniciales que provocan consiguen que uno se rinda a la evidencia de la felicidad aportada.
Un libro que no siempre es bonito pero que dibuja la crueldad de la soledad y el desamparo, el ahogo de las crisis vitales, el amor, el paso del tiempo...
Una maravilla con toques dulces y amargos
Leedlo
Virginia
Estuve viendo la entrevista que le hicieron en Página 2 y me llamó mucho la atención el argumento. Me lo apunté al instante.
ResponderEliminar:)
Saludos!
Estuve viendo la entrevista que le hicieron en Página 2 y me llamó mucho la atención el argumento. Me lo apunté al instante.
ResponderEliminar:)
Saludos!