Reír al viento, Sandra Barneda, Suma de Letras, 2013
Haciendo una
predicción de futuro digo que a la vista de las novedades de aquí a nada habrá
que incluir en el matérico un “Libros de famosos televisivos”. Y el que avisa
no es traidor. Pero como en todo hay libros y libros.
Sandra Barneda,
seria, profesional y periodista de bastante rigor (hasta la fecha) acaba de
publicar su primera novela, Reír al viento. Es un viaje interior, un libro de
mujeres y posiblemente para ellas (aunque ayudaría a muchos hombres a entender
a sus chicas).
Álex es la
protagonista de esta historia que empieza y acaba en un asiento de avión. Todo
lo que pasa entre medias sucede en Bali, un lugar paradisíaco en el que
perderse para reencontrarse… Tiene 43 años, acaba de separarse, su hijo la
culpa y ni ella cree en sus propios libros de autoayuda. Con el empujoncito
justo que siempre dan los buenos amigos decide regalarse dos meses de retiro,
soledad y libertad al otro lado del mundo para recuperar su vida y encontrar su
felicidad. En Bali descubrirá la espiritualidad, sus deseos, sus miedos, el
sexo sin compromisos, la amistad, los buenos consejos, los excesos, lo
inesperado…Junto a María, Raquel, Blanca y Hera vivirá por fin como una mujer,
sin ser hija, madre o esposa. Sólo ella y la vida. Muy Come, reza, ama pero con una
subtrama policíaca que a mi gusto no aporta pero que amplía el argumento
(aunque que ni quita ni pone) y le libra de ser melodrama rosa en que podía
haberse convertido.
¿Quién no ha
querido desaparecer alguna vez y olvidarse de todo? Cierto es que no todos
podemos costearnos dos mesecitos por ahi, pero Bali, como dice la autora, puede
ser cualquier sitio. Es un libro positivo, con momentos de gran intensidad
sentimental, que llegan y transmiten sensaciones que no son desconocidas para
el común de las mortales y que insuflan optimismo y buen rollo. Amistad, sexo,
maternidad, matrimonio, relaciones paternales, enfermedad, muerte, energías…
Hablar de calidad
literaria es hablar demasiado, pero conmueve, te hace sonreír y llorar durante
624 páginas, y con eso, oigan, más que suficiente.
Me parece
recomendable en cualquier momento para cualquier mujer. Me ha gustado y mucho.
Me parece un libro fácil (en el mejor de los sentidos), asequible, bonito y
para disfrutar, aunque sea ilusorio, soñemos!
No os lo perdáis
Lo mejor: las
cartas
Lo peor: las
despedidas. Todas
Virginia