martes, 15 de julio de 2014

Todo lo que muere

John Connolly, Tusquets, 2004.

Hace unos días Virginia nos acercaba a una lectura poco habitual en ella, a la que había llegado por recomendación. Será el verano, que nos hace proclives a lectura a veces más fresca, o será que nada más enriquecedor que disfrutar con lo que alguien nos descubrió; coincide que yo también os presento un libro que en principio no creí que hojearía: una novela policíaca con armazón clásico (asesino en serie, policía cuya familia es cruelmente asesinada, bajada a los infiernos alcohólicos, reconvirtiéndose en detective privado con ansias de venganza), pero que, dentro de mi poca experiencia en el género, va más allá, ya que cuenta con dos puntos fuertes: la belleza de su prosa, que tiende a hermosas imágenes con frecuencia; y sus continuas reflexiones sobre el mal, sobre su presencia en nuestra sociedad, sobre cómo es posible que nuestro vecino pueda ser un asesino y no lo percibamos en su mirada.
"Ya no creemos en el mal, sino sólo en actos malvados que pueden explicarse mediante la ciencia de la mente. El mal no existe, y creer en él es sucumbir a la superstición, como cuando uno mira debajo de la cama por la noche o tiene miedo a la oscuridad. Pero hay individuos para quienes no encontramos respuestas fáciles, que hacen el mal porque son así, porque son malvados (...). Es fácil extraviarse en la oscuridad cuando se vive en los márgenes de la vida moderna, y una vez estamos perdidos y solos, hay cosas que nos aguardan donde no hay luz. Nuestros antepasados no se equivocaban en sus supersticiones: hay motivos para creer en la oscuridad (...).
Creo en lo que digo. Creo en la maldad porque la he tocado, y ella me ha tocado a mí."
Charlie Bird Parker tendrá que enfrentarse al Viajante, el asesino que torturó y asesinó a su mujer y a su hija. En su camino verá morir a otros inocentes y percibirá que la oscuridad que lo rodea siembra de muerte a los que se acercan a él. Pero sabe que de él puede depender que otros no sigan sufriendo lo que él ha pasado.

La novela es, en mi opinión, demasiado explícita, demasiado cruel en algunos momentos, conscientemente desagradable. Sin embargo, es fácil empatizar con el personaje, con sus amigos en uno y otro lado de la ley (mis preferidos son Angel y Louis, ya me diréis). Es rápida, intensa, mezcla varias tramas, tiene muchísimos personajes (algunos magníficamente descritos) y engancha. Me parece una lectura genial de verano. Os la recomiendo.


viernes, 4 de julio de 2014

Doctor sueño

Doctor sueño, Stephen King, Plaza y Janés, 2013
Han pasado treinta años de la publicación de El resplandor, más de 50 libros después y tras 400 millones de ejemplares vendidos, Stephen King vuelve a recuperar la historia del Hotel Overlook, pero esta vez de la mano de Danny, el niño que sufrió cada uno de los horrores allí vividos.
Confieso que no leí su anterior novela y ni siquiera valoré asomarme a ésta. Pero a veces la vida te pone delante de libros que jamás pensaste leer, une lectores y comparte historias a través de un puñado de páginas. Hacer caso a las recomendaciones es una buena opción, casi siempre. Eso es el resplandor, ¿no? Esto es ficción, pero las mentes con una conexión especial, mágica y fluida existen y a veces llegan a encontrarse, así que ¿por qué no creer que los protagonistas puedan hacerlo?
King ha rescatado a aquel pequeño desvalido ante los malos tratos de su padre y, convertido ya en adulto, vuelve para recomponerse del dolor, suplir sus ausencias y eliminar sus excesos. "Me preguntaba qué sería de él, si seguiría o no manteniendo ese talento, el resplandor de leer los pensamientos de la gente. Creció en una familia terrible. Su madre malherida sobrevivió de milagro a la paliza de la mesa del comedor, y el padre, Jack, era alcohólico, como yo… Sabía que Danny debía seguir estando rabioso con el mundo, porque su padre era un canalla que abusaba de ellos. La rabia es el centro del libro, de Jack a Danny hay una generación marcada por la rabia", decía el propio autor en una entrevista para El País.
Junto a Casey, Bill, John y alguna copa que otra irá desentrañando lo más siniestro de su pasado, tomando decisiones y enfrentando sus problemas. Pero… mientras su “sueño” ayuda a los ancianos de la Residencia a emprender su último viaje alguien le escucha, alguien espía su mente, alguien quiere comunicarse con él; un bebé desconocido hace sonar un piano cuando todos descansan; y el Nudo Verdadero avanza por cada carretera en busca de vapor. Misterio misterioso. Leedlo y lo sabréis.
Muchos de los que andáis por aquí sabéis que no es mi tipo de lectura, pero confieso que me ha gustado, (quizá porque lo he leído con cariño) y que he llegado a sentir ternura con algunos de los personajes de King y he deseado de lo malo lo peor para otros. Hablan de él como el rey del terror y ahora entiendo por qué. Mucha sangre, mucha fantasía (o no) y muchos planos de realidad para componer un mundo especial. Mundos especiales
Si no sois muy caguetas leedlo, y sino también, que si yo he resistido vosotros lo haréis.
Siempre King, y sus legiones de fieles seguidores ;)

Virginia